Sofía:
Hoy ha sido una mañana desastroza, ¡no se que tiene el mundo en mi contra!
Yo y mi cama nos amamos, seguramente mi despertador siente celos y como venganza justo hoy decidió ¡NO SONAR!
Menos mal Irene (mi mejor amiga) tuvo la genial idea de llamarme porque no decidía que pantalón usar. Agradecía a los cielo haberme quedado dormida con el celular a mi lado porque hubiese sido una tortura levantarse a buscarlo.
— ¡Sofía espavila y dime si el azul o el morado! — Gritó mi amiga al otro lado de la pantalla.
— A la próxima llama a James —. Me quejé.
— Por muy nuestro mejor amigo que sea, el pobre no tiene idea de esto —Se excusó—. Así que como mi mejor amiga mujer es tu deber y obligación ayu... ¡NO TE DUERMAS!
Pegué un gran brinco cuando la oí gritar, acto seguido ella comenzó a reírse al otro lado de la línea.
— ¡Fea! — Le saqué la lengua.
— En serio estas muy dormida si ese fue tu mejor insulto —Se burló ella.
Pero a pesar de eso me levanté tarde. Así que me tocó correr por toda mi casa ( La cual no es muy pequeña que digamos) para alistarme y salir.
Como es de imaginar llegué tarde a la peluquería y la recepcionista o bien tenía un mal día o simplemente yo le caí mal porque se negaba a dejarme pasar.
— Lo siento señorita pero usted ha llegado tarde.
Vamos tarde quince minutos, lo entiendo, pero fueron solo quince minutos, ¡¿ella nunca se había retrasado?!.
Después de intentar convencerla tuve que recurrir a mi último recurso. No me gusta usarlo pero no me dejó otra. Le dije que soy hija del famoso empresario Francisco Stefano. También tuve que enseñarle la tarjeta de crédito que cargaba conmigo y finalmente me dejó pasar.
— Oh, lo siento mucho. Adelante pase.
¡Hipócrita!
Pero ahí no acaba todo, no señor.
También salí tarde de allí asi que atravesé unas cuantas calles y tomé un par de atajos para llegar al centro comercial.
— ¡Chicas! — Grité para llamar su atención.
— Sofi, menos mal que llegas estábamos a punto de irnos — Informó Irene.
— Hoy no es mi día —Farfullé entre dientes.
— Cambia esa cara mujer, nos espera toda una mañana de tiendas —Animó Nicol.
Ella no era de mi grupo de amigos, sino más bien una conquista de Jason ( uno de mis mejores amigos.) Él nos pidió que salieramos con ella de compras y henos aquí.
— Exacto, ya verás como te sientes mejor luego de que acabemos — Aseguró Diana, amiga de Nicol.
Después de recorrer medio centro comercial compramos un par de modelitos para la fiesta de esa noche. La cual era la última del verano y por lo que Jason nos hizo venir con su nueva "amiguita" de compras. Nos estaba utilizando de una forma muy descarada.
Me gustaría poder decir que liquidé la cuenta de papá y que al llegar a casa me caería una buena reprimenda, pero no es asi. Literalmente es imposible liquidar esa cuenta y mis padres compensan su falta de atención y cariño con dinero.
Aquí diras: bueno, no fue para tanto la cosa.
Pero aún no acabo, oh no. Como dije anteriormente hoy no es mi día.
Dejé el coche aparcado a una manzana del centro comercial y con los apuros lo había olvidado, por tanto ahora he caminado más de media manzana en tacones y con un montón de bolsas que pesan como ladrillos. Estoy dudando seriamente de su contenido.
En momentos así olvidó porque no quiero un chófer, si además ¡yo odio conducir! Después recuerdo que mi padre no me presta atención pero quiere tenerme vigilada y odio eso. Así que tengo que aguantarme.
Y justo en ese momento lo veo, un hermoso, azul y precioso auto.
Mis pies gritan de alegría. Abro la puerta de atrás y suelto los ladrillos... digo compras. Me dispongo a ir hacia el asiento del piloto, pero en cuanto me giro un chico pasa corriendo por mi lado y me choca, por lo que acabo estallada contra el auto.
Le dirijo mi mirada sumamente indiganda por su falta de educación, ya que ni siquira se acercó a ver como estaba o me pidio ¡una maldita disculpa!. Pero sorpresa, no estaba, o doblo la esquina o desapareció. Me inclino por lo primero.
— Idiota —Mascullo entre dientes mientras arranco el motor de mi auto y regreso a casa. Más vale que sea una súper fiesta dado todo lo que he pasado hoy para poder asistir.
(...)
Pues resulta que la vida sigue molesta conmigo porque un estúpido me tiró medio vaso de licor en la ropa, la fiesta fue un fiasco y me rompí una uña ( Vaaale eso sonó a niña mimada, pero dolió). Además de frustrante me aburrí muchísimo y acabé largandome temprano. Al menos Jason debe haberlo pasado de las mil maravillas porque desapareció con Nicol a media fiesta y no volví a verlo. En algún momento también perdí a James y fue ahí cuando decidí irme, ya los vería en la escuela.
— ¡Sofi! —Me llama Irene mientras se acerca a mi.
— Hola — Saludo en cuanto llega.
— ¡¡¿Hola?!!, ¿como que hola, Sofía?
Uy, esta muy cabreada ella nunca me llama por mi nombre completo.
— ¡Ayer te fuiste sin decir nada, me tenías preocupada!
— Tu estabas con David Williams no quise interrumpir —Me encojo de hombros y pongo la cara más inocente que puedo.
— ¡Esa no es excusa y no me hagas esos ojos porque ...!
Dejo de escuchar lo que dice mi mejor amiga porque mis ojos se topan con los de un chico que está recostado a un árbol y me mira fijamente.
Había algo en él que me resulta familiar, pero no podría decir qué. Estaba vestido de negro y en el momento que lo vi nuestras miradas se conectaron. Sus ojos eran como imanes para los míos y desprendía un aire misterioso que me dejaba aún más hipnotizada. Un poquito más y acababa babeando el suelo.
¿Por qué me miraba asi? Y ¿Por qué yo no apartaba la mirada ?
— ¿Sofi me escuchas?— Preguntó mi amiga chequeando los dedos frente a mi — Tenemos que entrar — Me enfoque en Irene y en lo que acababa de decir pero no conseguí recordar de que estaba hablando—. Sofi ya sonó el timbre vamonos — Asentí y la dejé tomarme del brazo para entrar a clase, me voltee pero el chico no estaba.
¿Lo había imaginado?
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Tú y yo a pesar del tiempo [ Sin Editar] (COMPLETA)
Novela Juvenil¿Alguna vez te haz sentido sol@? Estoy segura de que si, todos en algún momento experimentamos esa sensación. Aunque muchas veces realmente no estamos solos. ¿Pero y que se siente cuando realmente estás solo, cuando no tienes a nadie más que a ti m...