Capítulo 18

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NICK

La dejé allí de pie sintiendo un estremecimiento de la cabeza a los pies. Creo que ninguna chica me afectaba tanto como lo hacía Noah y eso me agradaba a la vez que me irritaba. Siempre me había gustado tener el control sobre todo lo que me rodeaba, especialmente con las mujeres. Siempre supe cómo reaccionarían ante mí y siempre había sabido lo que deseaban de alguien como yo, pero Noah era diferente. Solo había que mirarla para darse cuenta de que era lo opuesto a la gente con la que había crecido o de la que me había rodeado. Todavía no podía entender cómo, teniendo la oportunidad de gastar el dinero de mi padre, podía seguir insistiendo en vestir con ropa simple o conducir un coche horripilante a la vez que peli- groso o que quisiese buscar un trabajo. Eran preguntas que no dejaba de hacerme cada vez que la tenía delante pero, sobre todo y lo que más me afectaba, era la atracción física que sentía por ella. Cada vez que la tenía delante deseaba besarla y acariciarla y desde que lo había hecho estando borracho y sin saber muy bien dónde me estaba metiendo no dejaba de pensar en volver a repetirlo. Aquella noche estaba allí justamente por ese motivo. Antes de que Jenna y Lion apareciesen había estado a punto de besarla y quedarme con ella toda la noche. Me habría importado una mierda pasar de la pelea si haciéndolo iba a poder estar besando aquellos suaves labios.

Incluso era divertido ver cómo ella reaccionaba al contacto con mi piel. Aquella primera noche casi pierdo el control al escuchar los débiles jadeos que salían de entre sus labios mientras la besaba. Y allí estábamos otra vez, y ni siquiera sabía por qué demonios la había invitado a que viniera a verme mientras me daba de leches con uno de los tíos más imbéciles que había conocido. Tampoco podía dejar de pensar en su cara de horror cuando por fin comprendió lo que estábamos a punto de hacer. La verdad es que, en cierta forma, era divertido verla allí. No encajaba en absoluto.

Me alejé de ella y me metí en el edificio abandonado que siempre utilizábamos para cosas como esas. Las peleas habían formado parte de mi vida desde prácticamente el momento que conocí a Lion. Él era increíblemente bueno y yo había aprendido de él casi todo lo que sabía. Puede que la rabia con la que yo luchaba fuera más intensa que la de él y por ese motivo casi nadie podía conmigo. Incluso me resultaba fácil acabar con mis contrincantes. Cuando estaba peleando todos mis sentidos se centraban en ganar aquellas peleas, no importaba nada más y me ayudaba a desfogarme, a resarcirme de todas las cosas que me guardaba en mi interior. Aquel día lo necesitaba especialmente: la última visita a mi hermana me había dejado hecho una mierda y más aún después de enterarme de que iba a tener que pasarse toda esta semana sola porque sus padres se largaban unos días de vacaciones a Barbados. No podía entender cómo unos padres podían dejar a sus hijos desatendidos de aquella manera y ver cómo mi madre, la mujer que me había abandonado sin ningún tipo de remordimiento real, volvía a hacerle lo mismo a una niña pequeña... Todo aquello simplemente me sacaba de mis casillas.

Aquel ambiente podía volverse muy intenso si no se tenía cuidado y por ese motivo yo simplemente me dedicaba a entrar, ganar la contienda, llevar- me el dinero y desaparecer. La mayoría se quedaba en lo que se convertía en una fiesta donde corría el alcohol y la droga. A mí aquello no me interesaba, por lo que mantuve la mente fría mientras me quitaba la camiseta y entraba en el cuadrado donde iba a tener lugar la pelea.

Greg era un tipo corpulento, se mataba en el gimnasio y nos llevábamos mal desde el principio de los tiempos. Antes de que yo llegara todos lo tenían en un pedestal y por esa razón cuando peleaba conmigo ponía todo su empeño en el ataque. Fallaba en que más que técnica era fuerza bruta, por lo que apartarme cada vez que su puño intentaba darme no me costaba mucho esfuerzo. A. J. era otra cosa, y Lion y él compartían una historia. Una vez estuvo a punto de violar a Jenna en una discoteca. Gracias a Dios aquella noche yo estaba con ella y pude apartarlo antes de que la cosa fuera a mayores. Lion no conocía a Jenna por aquel entonces, pero cuando ya estaban saliendo y él se enteró casi lo mata a golpes.

Culpa mía © (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora