Capítulo 31

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NOAH

Aún no podía creer que las cosas se hubieran desmadrado de aquella manera. Un momento estaba bailando con un chico y al siguiente me veía empujada hacia atrás mientras el chico que había estado deseando que me sacara a bailar se liaba a puñetazos con el idiota que me había dado un beso sin mi consentimiento. Lo habría apartado yo si me hubiese dado tiempo, pero Nicholas había aparecido hecho una furia.

Odiaba la violencia por encima de todas las cosas. Había visto demasiada a mi alrededor para saber que nunca es la solución, sino el problema. Y yo no quería estar con un chico violento a mi lado. Nicholas ya me había demostrado que no le pesaba la mano a la hora de empezar una pelea pero como era idiota había dejado que mi mente olvidara aquel detalle porque por fin estaba sintiendo algo mucho más fuerte por otra persona que no fuese Dan. Estos últimos días con Nick habían sido geniales, incluso había sopesado la posibilidad de abrirme a él, pero no después de lo de esa noche. Nicholas estaba demostrando ser un matón celoso y territorial y a mí eso no me gustaba nada. Cuando me había cogido por los hombros había visto la rabia en su semblante y había sentido miedo... No podía estar con alguien que me inspirase miedo, de ninguna manera.

Cuando llegué a mi habitación acompañada de Jenna, que aunque no había dejado de despotricar contra Nick me pedía que lo perdonase, solo quise ponerme el pijama y meterme en la cama. El día no había terminado como yo había planeado y lo único que me apetecía en aquel instante era regresar a casa lo antes posible y mirar las cosas con perspectiva.

Una hora más tarde escuché ruido detrás de mi puerta. Sabía que Ni- cholas no había vuelto y una parte de mí estaba preocupada por él. Me levanté y fui hasta la puerta, la abrí para asomarme al pasillo y lo que vieron mis ojos me dejó clavada en el lugar.

Nick no estaba solo... una chica se encontraba entre él y su puerta, sus bocas unidas, sus manos en su cuerpo...

No sé si emití algún sonido pero Nicholas pareció percibir mi presencia. Volvió la cara y me vio. Sus manos se apartaron de la chica y maldiciendo entre dientes se apartó tapándose los ojos con el brazo y volviéndose hacia mí un segundo después.

—Joder, Noah... —empezó a decir viniendo hacia mí. El pintalabios de la chica aún manchaba sus labios.

Le di la espalda y le cerré la puerta en las narices. No dormí en toda la noche.

A la mañana siguiente estaba tan cansada que hasta me encontraba mal y tenía un fuerte dolor de cabeza. Apenas me fijé en mi aspecto. Desde que había llegado había procurado estar guapa para Nick, ¿y para qué? Al final había dejado que pasase lo que era obvio que iba a ocurrir. Nicholas era violento y un maldito mujeriego. Me había estado engañando como a una completa idiota. Ni siquiera quería verle la cara esa mañana.

No sabía lo que había ocurrido después, pero no podía quitarme de la cabeza sus manos en su cuerpo, su boca sobre la suya... Apreté los labios con fuerza. Él me había echado en cara que me besara con otro en aquella discoteca, un beso que yo no había empezado ni buscado... y él iba y hacía algo peor.

Culpa mía © (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora