Al fin momento Marace ;)
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Estúpido Sabo. Es mi hermano, pero solo quiero cortarle la cabeza en este momento. Han pasado 4 meses desde que me encontré con Marco y no se le pudo ocurrir nada mejor que darle una manera de encontrarme.
-Ace, no seas inmaduro y habla con Marco.
Maldita sea. Luego de regresar a Baltigo después de esa misión Marco visita al menos una vez cada dos semanas.
Yo simplemente me niego a hablarle. Siempre que llega se queda máximo dos días antes de volar de regreso al Moby Dick. En ese tiempo intenta sacarme platica o me cuenta como le ha ido a la tripulación. Los Barbablancas me enviaban cartas con Marco, a veces Thatch enviaba comida de nuevas recetas que sabría que me gustaría. El rubio incluso llegaba exhausto a Baltigo y dormía los dos días que se quedaba.
Su fénix puede curar sus heridas, pero no eliminar completamente la fatiga... simplemente estoy esperando a que se canse y corte todo este acto.
La habitación que me habían proporcionado los revolucionarios estaba en la punta de la edificación. Amaba la vista del mar... Marco normalmente volaba directamente a la ventana y entraba a mi habitación.
Estaba sentado a la par de la ventana viendo el mar cuando a lo lejos vi un destello azul que se acercaba. Me dejo un suspiro ¿Cuándo se va a cansar? Pero cuando se estaba acercando vi que su vuelo era un poco inestable y en vez de entrar por la ventana como había estado esperando no calculo bien y termino estrellándose contra la pared.
Vi como el pájaro empezó a caer en picada mientras se transformaba en Marco... el rubio estaba inconsciente... entre en pánico ¿Qué demonios? Rápidamente salte por la ventana he intente alcanzarlo mientras me impulsaba con mis pies con la pared. Una altura como esta le puede ocasionar un gran daño.
Lo alcance y rápidamente con la daga que siempre tengo en mi cinturón lo impregne de haki y lo clave en la pared para detener la caída. Me dejo un suspiro de alivio, pero rápidamente sentí la preocupación arder en mi cuando vi a Marco. Se miraba tan pálido.
Cargue al rubio y lo lleve a la enfermería donde informe sobre lo que había pasado antes que me sacaran del lugar. Me quedé afuera hasta que tuve noticias.
Estaba bien. Solo cansado. Le pedí a la enfermera si podía quedarme hasta que despertara y dijo que estaba bien
-/-/-/
Estaba sentado a la par de la camilla de Marco mientras esperaba que despertara.
¿Cómo puede ser tan estúpido? Debería de dejar de venir. Su posición en la tripulación del hombre más fuerte del mundo lo mantiene lo suficientemente ocupado y atareado como para que esté haciendo constantemente viajes tan largos. No vale la pena que haga eso por mi...
Mis pensamientos se cortaron cuando escuche un pequeño gemido. El rubio se estaba despertando.
-¿Qu-que? ¿Qué paso? -Intento verme, pero sus parpados simplemente parecían querer cerrarse de nuevo.
Cuidadosamente tome su mano entre las mías. ¿a quién demonios engaño? Sus visitas siempre calientan mi corazón, aunque intente de negarlo... y ver que está haciendo todo esto por mí me hace sentir culpable por estar actuando de manera tan mezquina.
-Colapsaste estúpida piña. -Dije, pero sin fuerza en mis palabras, sin odio, enojo o molestia... solo preocupación. - Te atrapé antes que impactaras el suelo y te traje a la enfermería.
Los ojos azules que parecían confundidos empezaron a iluminarse recordando lo sucedido.
Me devolvió el apretón de manos y vi cómo se dibujó una sonrisa satisfecha. -Valió la pena yoi.
¿Qué valió la pena? ¿viajar tanto le daño el cerebro?
-¿Cómo demonios valió la pena pájaro tonto? Casi te lastimas de gravedad. -Dije un poco molesto.
-Es la primera vez que me hablas desde que visito Baltigo.
La realización se apodero de mi mientras lo miraba con incredulidad. -Cállate, estúpido... no me preocupes de esa manera.
Marco intento de acercar su mano a mi mejilla... probablemente para intentar darme un poco de consuelo, pero retrajo la mano a mitad del camino. Pude ver la vacilación en sus ojos azules y sentí que no quería ver esa mirada.
Tome su mano y la pose en mi mejilla como probablemente quería hacer.
Marco me miro con sorpresa antes de sonreír ampliamente mientras movía su pulgar sobre mis pecas y me sonrojé... es difícil no hacerlo cuando vi su mirada llena de agradecimiento. Y un amor innegable que sentí que me quito el aliento.
Desde ese día, cada vez que Marco visita interrumpo en sus divagaciones, dando pequeñas respuestas.
-/-/-/
Marco un día llego con un gran ramo de hibiscos rojos. Me quede atónito por un momento. El rubio sostenía el ramo enfrente de él con un lindo rubor rosado en sus mejillas. Sentí que mi cara se calentaba.
-Ace... tu hermano me dijo que son tus flores favoritas. El rubio estaba hablando un poco más rápido... estaba nervioso. - No tiene que aceptarlos si no quieres, pero uhm yo...
Corte sus divagaciones cuando simplemente me acerque y tome el ramo de sus manos, sin alejarme de él. Sentí que una pequeña pero genuina sonrisa tiraba de mis labios... hace mucho que no me sentía sonreír de manera tan autentica... lo vi directamente a los ojos cuando hablé suavemente. - Gracias Marco. Me gustan.
Marco me miro con los ojos llenos de cariño mientras sonreía. Tomo una de mis manos y entrelazo nuestros dedos.
-Quiero hacer las cosas bien contigo esta vez Ace... ¿tendrías una cita conmigo? -Dijo el rubio en voz baja y su rubor se intensifico un poco más.
Me sentí halagado. Marco está intentando todo lo posible para ganar un nuevo voto de confianza... y mis sentimientos siguen intensificándose con cada visita, con cada gesto y con cada momento que paso a su lado.
Asentí con la cabeza y me acerqué a mi escritorio para poner las flores. Cuando estuve enfrente del rubio de nuevo tome su camisa y lo jalé hacia abajo para darle un beso. Al diablo con todo... no puedo reprimirme más.
Marco me devolvió el beso al instante pasando sus manos en mi espalda baja mientras me abrazaba con fuerza y luchábamos por el dominio. Me guio suavemente a la cama donde me recostó mientras el subía encima mío sin romper el beso. No pude evitar el gemido que salió de mi garganta, pero eso saco a Marco del trance y se detuvo.
Apoyo su rostro en mi pecho mientras me abrazaba antes de hablar. – No ahora yoi. Quiero tratarte correctamente como te mereces... llevarte a citas y hacerte feliz... demostrar que solo estar a tu lado es suficiente... que no es solo atracción física.
Una pequeña risa me dejo. - Esta bien...
Ese día Marco se quedó a dormir conmigo. Simplemente abrazados y yo acurrucado en sus brazos. Hace dos años que no me sentía tan completo.
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¿Por qué no crees en mi?
RomanceAce había estado unos meses en el barco de Barbablanca y aun no había aceptado la marca pero tenia planeado hacerlo. Teniendo una relación con el primer comandante no quería separarse de el cariño que había encontrado, pero cuando Marshall D Teach l...