La alarma suena. Mis ojos aún se sienten pesados pero eso no es lo que hace que mi cuerpo se siente mucho más pesado. Trato de moverme pero mi espalda topa con algo duro.
Giro un poco mi cabeza -¿Qué diablos…? – no puedo terminar la frase porque un fuerte y musculoso brazo me atrae hacia sí.
Intento alejarme de nuevo, logrando que Luke enrede su pierna con las mías haciendo que no tenga escapatoria.
¿Cómo es que acabamos así? Pienso.
-Luke – murmuro -.
-Luke.
Él solo hace un sonido con su garganta pero no se mueve ni un centímetro.
Suspiro.
-¡LUKE!
Grito lo más fuerte que mis amígdalas pueden.
Esta vez logro que Luke grite como una niña y que también se caiga de la cama con un estruendoso ruido.
Sonrío.
-¡Oye! ¿Qué te pasa? – dice sobándose su trasero.
-¿Qué me pasa a mí? – grito -. ¿Qué te pasa a ti? ¿Qué demonios hacías en mi cama?
-Lo siento sí. Tenía mucho miedo – dice haciendo un puchero con sus labios.
Por la confusión y el enojo de ese momento no me había dado cuenta pero lo único que lleva puesto Luke en ese momento es un bóxer.
Hay dios.
Abro mucho los ojos, siento que me he sonrojado, siento mi cara caliente. Aparato la vista fingiendo que no me he dado cuenta.
-¿Enserio quieres que te crea eso? – mi voz suena un poco ronca.
-Amm sip – dice haciendo sonar la p.
-Sal de aquí – digo alzando mi brazo y señalando la puerta.
- Bien – dice, levantando las manos en forma de rendición.
Volteo a verlo. Gran error.
No puedo evitarlo pero abro mucho la boca notoriamente. Trágame tierra.
-¿Sabes? Si tomas una foto te durara más. – aunque no lo estoy viendo al rostro, sé que está sonriendo.
Sostengo las sabanas frente a mi cara.
-¡Largo! – digo sonriendo.
Después de unos segundos escucho como la puerta se sierra.
Entierro mi cara en la almohada y suelto un pequeño grito.
(***)
Cierro la puerta de la habitación. Ya bañada y con otra ropa me dirijo hacia la cocina. Ahí se encuentra Luke, con ropa, dándome la espalda. Acercándome siento un olor delicioso.
-¿Quién hubiera pensado que podías cocinar?- digo apoyándome en la mesita estilo americana.
Luke da un brinco como si lo hubiera sorprendido y se da la vuelta. Sonríe.
-Es una de mis muchas cualidades – dice arrogante.
Me río.
-Si claro.
-¿Quieres saber otras de mis cualidades? – sube y baja sus cejas.
-Y… lo arruinaste – suspiro.
Sin dejar de sonreír me pasa un plato con un omelette y una taza de café negro.
-Esto se ve bien. ¿Sabrá igual que como se ve? – pregunto.
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Tenías que ser tú
HumorHayley Dupuy es una chica normal, que solo trata de pasar desapercibida y lo ha conseguido estos últimos años hasta que Luke Caldwell llega y lo cambia todo. vivirán historias increíbles y muy graciosas, pero también habrán días de oscuridad que ten...