Camino por el pasillo hasta detenerme frente a mi puerta, estoy a punto de abrirla con la llave pero me doy cuenta que no está cerrada. Giro el pomo sin hacer mucho ruido, abro la puerta despacio y asomo mi cabeza, noto que la sala está hecho un desorden y hay alguien en la cocina, no logro ver su rostro porque está de espaldas, su ropa es negra y usa un gorro también negro. Cierro la puerta de un portazo y corro ruidosamente por el pasillo hasta llegar al ascensor.
No puedo gritar estoy en shock. Saliendo del gran edificio me detengo para tomar una bocanada de aire. Busco a tientas en mi bolso mi celular, cuando lo tengo en mi mano marco el número de Lesly, me manda a buzón. En este momento serviría tener más amigos.
Camino por las calles sin dirección alguna, se está haciendo de noche y no puedo regresar al departamento el hombre podría seguir allí, bueno aunque en realidad no sé si era hombre o mujer.
Llego a un callejón con mal aspecto y olor a perro muerto. “genial soy tan estúpida que me fui a meter a un callejón”. Escucho voces, me volteo para ver de dónde vienen, con la poca luz que hay apenas alcanzo a ver dos siluetas que al parecer son hombres que se están acercando. Todo mi cuerpo se tensa sin saber qué hacer. Lo primero que se me viene a la mente es enfrentarlos, claro eso no serviría de mucho ellos son dos mastodontes y yo soy una hormiga. Tengo muy mala suerte. Así que salgo corriendo con todas mis fuerzas, las dos siluetas me siguen el paso muy de cerca casi rozándome los talones, giro una calle donde hay un restaurante abandonado de comida china la puerta se encuentra cerrada, entro por un agujero que hay en una de las ventanas, al entrar rozo mi brazo con un cristal roto de la ventana haciendo que me salga mucha sangre y que me duela, trato de aguantarme el dolor y no gritar.
Escucho unos pasos que se detienen frente al local.
-La perdimos- dice efectivamente un hombre.
-Larguémonos de aquí- dice el otro hombre.
Cuando escucho que se alejan salgo de mi escondite con mucho cuidado para no cortarme otra vez. Estoy sudando, llena de lodo, cansada y mi brazo no para de sangrar. Y para colmo alguien se metió a mi departamento. Que gran día.
No quiero ir a mi casa, tengo miedo. La casa de Lesly está muy lejos. No sé a dónde ir….
La bocina de un auto hace que me sobresalte provocando que me duela más el brazo.
En este momento no sé si estar agradecida o enojada de que el apareciera. Dios es bueno.
(***)
-Bien- dice después de un largo tiempo en silencio- me quieres decir ¿que hacías a estas horas caminando como una vagabunda y en esté estado?
-No. Pero gracias por no dejarme ahí tirada.
Después de eso enciende el auto y nadie más vuelve a hablar.
Luego de 10 tediosos minutos detiene el auto en frente del edificio en donde se encuentra mi departamento. No salgo del auto.
-tengo miedo-digo.
Frunce el ceño – ¿De qué?- pregunta.
-está tarde cuando llegue, había una persona dentro estaba registrando mis cosas y todo estaba desordenado, tengo miedo que siga ahí.
Él no dice nada y su expresión es indescifrable.
-Ok. Te quedaras en mi casa y mañana por la mañana volveremos para ver que no haya nadie. Arranca el auto y se dirige a su casa que no está muy lejos de mi departamento.
(***)
ESTÁS LEYENDO
Tenías que ser tú
HumorHayley Dupuy es una chica normal, que solo trata de pasar desapercibida y lo ha conseguido estos últimos años hasta que Luke Caldwell llega y lo cambia todo. vivirán historias increíbles y muy graciosas, pero también habrán días de oscuridad que ten...