Capitulo cuatro.

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Odio los lunes.

El ruido de la alarma hace que me despierte estiro mi brazo para apagarla, levanto mi cabeza para ver qué hora es. 6:35am

Mierda.

Me levanto de un tirón me dirijo a ducharme. En 5 minutos ya estoy vestida con un vaquero azul oscuro, una blusa blanca y mis vans grises. Corro a la cocina, agarro una manzana, salgo corriendo directo al ascensor- que ya sirve- las puertas se abren, solo hay una señora con su hijo y un perro (no sabía que se podía tener perro en el edificio). Presiono el botón s1 para ir al sótano, las puertas se abren, corro a mi motocicleta bmw que se encuentra a unos metros de los ascensores, cuando ya estoy en frente de mi moto subo y acelero para salir del edificio. 10 minutos para que toque el timbre.

En el parqueo de la escuela no hay ninguna persona, estaciono la moto cerca de otras, me bajo de ella y voy a la puerta principal. Cerrada. No volverán a abrirlas hasta el segundo periodo.

Suspiro. Voy a mi moto la enciendo y salgo de ahí.

(***)

Abro la puerta, tiro el bolso por ahí, voy a mi cuarto y me tiro para poder seguir durmiendo. “no pienso volver hoy a la escuela”. 

Luego de 5 horas de estar durmiendo, me preparo para ir a trabajar, me doy una ducha para quitarme el resto del maquillaje, me dirijo al armario saco ropa interior con estampado de nubes, un vaquero ajustado color negro, una camisa polo beige y una chaqueta de cuero negra, cuando ya estoy lista bajo al sótano hasta mi moto y salgo del edificio.

….

Después de hora y media en el tráfico estoy parqueando la moto en frente del local de Starbucks. Cuando ya estoy dentro saludo a Chase que se encuentra atendiendo en la caja registradora. Chase mide 1.80 - es mucho más alto que yo – su cabello es rubio, su tez es blanca, sus ojos son dorados, tiene 23 años para su edad él es muy guapo pero él no está interesado en ninguna de sus compañeras de trabajo y yo no estoy interesada en ningún chico.

Fui directamente detrás del mostrador, me puse un delantal, me lave las manos y empecé a llenar tazas y vasos de café y otras bebidas.

-Hayley – dice Chase – encárgate de la caja, enseguida vuelvo.

- claro – respondo.

La campanilla suena indicando que alguien acaba de entrar, me quito el delantal y me volteo para ir a la caja, abro mucho los ojos cuando veo a la persona que menos esperaba. Luke. El imbécil de Luke.

-Bienvenido a Starbucks, ¿en qué puedo servirte? – digo con la sonrisa más falsa que puedo poner.

Al parecer él también se ve sorprendido de verme, tiene los ojos muy abiertos y su boca forma una pequeña “o”

-wow nos volvemos a ver – dice, volviendo a tener una sonrisa – creo que es el destino.

- no creo en el destino – digo aburrida - ¿vas a pedir algo o solo vienes a

molestar?

- dame un descafeinado por favor, estoy esperando a alguien y no sé cuánto vaya a tardar en llegar– dice.

Voy hasta la máquina, preparo el descafeinado. ‘podría hacerle algo a su café’ pienso. Cuando ya está listo estiro mi brazo, agarro la salsa picante mirando por el rabillo del ojo si me está viendo, está distraído con su celular, abro la salsa arrojo una cuantas gotas ( medio frasco) a su taza.

-aqui tienes – digo acercándome a el.

La campanilla suena cuando alguien acababa de entrar.

-gracias – dice guiñándome el ojo, se dirige a unas de las mesas vacías y se sienta. La chica que acababa de entrar se sienta frente a él.

Me los quedo viendo hasta que Luke toma un sorbo de su café, lo escupe en la cara de la chica, se levanta y se dirige a la mesa de la par, toma una jarra de agua que está ahí, se la toma toda mojándose la ropa. Cuando termina gira su cabeza a mi dirección, me fulmina con la mirada.

Yo lo único que puedo hacer en matarme de la risa.

(***)

Estando en el ascensor mi celular empieza a sonar, lo desbloqueo y lo llevo a mi oreja.

-¿hola? – digo.

-¿Qué hay? Amiguis – ruedo los ojos al reconocer la voz de Lesly.

-¿Por qué no fuiste a estudiar hoy?- dice – ni te imaginas lo que paso, oh ¿adivina qué? Hay un alumno nuevo y ni te imagina quien es.

Cuando las puertas se abren me camino por el pasillo hacia mi departamento, en frente de mi puerta hay una caja la miro extraña, me pongo de rodillas y abro la caja adentro hay un oso de peluche un poco sucio, me lo quedo extraña y confundida, hasta que lo recuerdo y abro mucho los ojos. Mis manos tiemblan.

-Lesly, te llamo luego – digo con la voz entrecortada y con lágrimas en mis ojos.

-claro ¿te encuentras bien?.

- sí, no te preocupes – miento – adiós.

Cuelgo la llamada, recuesto mi espalada en la pared y me hago una bolita. Los recuerdo vuelven  de repente.

*FLASHBACK*

-¡Hayley! ¡Hayley! – grita mi hermanita

Me levanto de mi cama ignorando los gritos de mis padres que se encuentran en la sala gritando, voy al cuarto de mi hermanita y me siento en la esquina de su cama.

-¿qué pasa?- pregunto.

-tengo miedo- dice murmurando, aprieta con fuerza su oso de peluche.

La atraigo hacia mí cantándole una canción para que se duerma. Cuando ya se encuentra dormida la arropo con unas mantas, agarro su oso de peluche y se lo pongo a la par. Bajo de la cama, voy a la puerta y la cierro despacio. En el pasillo ya no se escuchan los gritos de mis padres, camino a mi cuarto, cierro la puerta, enciendo la luz, me cambio de ropa por unos vaqueros negros, una blusa negra y una chaqueta negra. Me dirijo a la ventana, la abro y me largo de ese infierno llamado casa.

*FIN DE FLASHBACK*

Las lágrimas  nublan mi vista, me levanto del piso buco mis llaves y abro la puerta, agarro mi teléfono y llamo a la única persona que me puede ayudar.

-¿hola?- responde

-ne-ne-necesito que vengas- digo entrecortadamente.

-¿Hayley, eres tu?- pregunta

-por favor ven- suplico.

-estare ahí en 10 minutos- dice y cuelga.


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Les agredeceria mucho si votaran espero que les guste besos. :-)

Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora