¡aweoná, yo aun te amo!.

16

antonia;

la vida puede cambiar en un segundo, un segundo en el que pueden pasar cosas trágicas o magnificas, solo se necesita un segundo para que este suceda.

nunca he sido una persona mala, sin embargo me pasan cosas malas todo el tiempo, a veces yo misma me echo la culpa porque yo me las busco, pero no creo que esto yo me lo buscara.

el mateo no fue deseado, pero llego en el momento exacto para salvarme, gracias a el yo salí adelante, pude de cierta manera olvidar el doloroso recuerdo del diego, y aun que su carita me recordara a el, el me hacía feliz.

es por eso que no entiendo porque el mateo no es mi hijo biológico.

estaba apoyada en el barandal del balcón, mirando al cielo que estaba por amanecer, tratando de entender porque me sucede todo esto a mi.

—¿qué haces despierta a esta hora?—mire para atrás viendo a un diego recién despertado sobándose los ojos al igual como lo hace el mateo al despertar.

es nuestro hijo.

—desperté y no quise seguir durmiendo—asintió para luego ponerse a mi lado.—sé que es mi hijo diego, lo se porque es igual a ti, no pueden quitármelo.

—no dejaré que lo hagan, haré otra prueba, haré las pruebas que sean necesarias para demostrar lo contrario, lo juro—dijo mientras acariciaba mi mejilla.

—necesito encontrar un trabajo...—suspiré mirando el suelo.

—no busques, te contrato—sonreí.

—sabes que con las finanzas no soy buena—el negó.

—la empresa mi papá no solo trata de finanzas querida antonia, también trabajamos con editoriales, necesito a una persona que me busque editoriales que estén yéndose en bancarrota para ayudarlas a surgir de nuevo, ese será tu puesto.

quede boquiabierta, tal vez no trabaje en una editorial pero es muy buen trabajo.

—necesito que me mandes tus horarios de la universidad para hacerte tus tiempos y así no se te acumule todo, y no pienses que te estoy pagando de mi plata, es la de mi papá, yo solo lo estoy reemplazando—lo quede mirando unos segundos y luego le di un fuerte abrazo.

—gracias, en verdad gracias—el me devolvió el abrazo.

luego tomamos desayuno hasta que me tuve que ir porque me tocaba universidad.

—déjame llevarte, por davor—el diego hizo un puchero, el mismo que hace el mateo antes de convencerme.

—ok, pero ahora que llego tarde.

ya en el auto, decidí llamar a mi abuela.

—¿aló, abuela?.

—¡hija! voy de camino con el mateito a su jardín, va muy contento pero preguntó por ti ¿irás tu a buscarlo?.

—si abuelita, muchas gracias por la ayuda ¿puedes pasarmelo?.

—sí mi niña... mateo, tu mami quiere hablar contigo... ¡mamiii! ¡te traño! ¿me vas a ir a buscar tu verdad?.—sonreí inevitablemente al escuchar su vocecita.

—si mi niño.

—¿papi igual irá?.

—mmh eso no lo se cariño, el papi esta ocupado..

—¡¿preguntó por mi?! dile que si, que vamos juntos..

—ya escuche a mi daddy decir que si, los espero, los quiero mucho besitos—y colgó.

cabro chico agrandao.

llegamos al campus y paro en la vereda, nos quedamos callados unos segundos.

—cualquier cosa que necesites sabes que aquí me tienes, puedes ir a quedarte a mi casa con el mateo las veces que quieras, mi casa es tu casa..—lo mire tratando de transmitirle mi agradecimiento.—y.. te amo, no lo olvides—le sonreí apretandole la mano.

—agradezco mucho tu compañía hoy, nos vemos—el asintió sonriendo y bajé.

es mi primer día ctmre que vergüenza ¿cómo se socializaba?.

después de buscar como loca el aula que me tocaba, aun estaba abierta la puerta por lo que entre así no mas po, y todos me miraron, es obvio igual si llegue a mitad de año, quien chucha hace en eso, más en una universidad, pero me senté por ahí no mas.

creo que esta clase es justo literatura, después de 5 minutos la profesora llega y cierra la puerta.

—buenos días—dejó sus cosas en su mesa y luego borro unas weas de la pizarra.—ok, la clase anterior no les pedí libro del cual hablar porque decidí yo hablarles de un libro que estoy segura que muchas o muchos de aquí lo han leído, o lo han escuchado—hizo una pausa para buscar entre sus cosas sacando un libro.

—after de anna todd—¿qué chucha?.—quiero hablar del amor tóxico, cuando una relación comienza a ser tóxica..—mal tema.—hasta ahora ¿alguien no sabe de que trata el libro?—preguntó y nadie respondió.—me tomaré eso como un sí...—camino de lado a lado tocándose la pera.

—la historia de tessa y hardin es bastante tormentosa, sin dejar de lado que todo comenzó como una apuesta, mi pregunta es ¿ustedes perdonarían algo como eso?—nos miro, y alguien levanto la mano.

—no lo perdonaría, aun que le haya florecido el amor después, que penca saber que una persona se acercó a ti principalmente solo por aceptar una apuesta—auch.

—muy bien, los demás ¿crees que esa reacción es la correcta?—preguntó y se generó un silencio.

levanté mi mano y ella me hizo una señal para que hablara.

—políticamente eso es lo correcto, ya que te han traicionado, pero yo personalmente creo que lo correcto es hacer lo que te haga sentir mejor, si tu quieres perdonarlo, esta bien, si no quieres, también esta bien, es más que nada lo que te dicte el corazón—terminé de hablar y ella me quedo mirando como si me estuviera analizando.

—nunca te había visto..

—es que llegue hoy—respondí inmediatamente, todo están callados que vergüenza.

—aaah, si te mencionaron hoy en el desayuno, antonia ¿verdad?—asentí.—bienvenida entonces—me guiñó el ojo y siguió con la clase.

(***)

luego de una hora, la clase acaba, guardo mis cosas sin apuros, realmente no tengo mucha energía hoy, me paro y salgo del aula caminando tranquila, no se a donde ir, no conozco a nadie y tampoco conozco el lugar.

bueno si igual puedo explorar el lugar sola, no es momento de ser regodiona.

salí al campus y busque algo que llamara mi atención, me propuse no entrar a la biblioteca porque la gran mayoría de mis clases son sobre leer y analizar libros, quiero hacer algo diferente.

entre tanta cosa que nada llamaba mi atención, encontré unas clases de yoga, y bueno por que no, me metí al aula y me inscribí, creo que las clases aun no empezaban así que mejor.