¡aweoná, yo aun te amo!.

13

ha pasado ya dos semanas que no hablo con el diego, no sabe donde estoy, y no he atendido a todas sus llamadas ni mensajes, me duele dejarlo ir después de no verlo en años, pero supongo que es lo mejor para ambos, y más para mi.

por otro lado, lo que pasó respecto a mi hijo, acepté las pruebas de ADN, estoy en el hospital con el mateo, viendo si realmente es mi hijo, jamás pensé que llegaría a algo así, creo que ninguna madre pensaría siquiera en pasar por esto.

salen las personas que quieren quitarme a mi hijo, nos toca a nosotros, entro con el mateo y nos hacemos el examen.

al cabo de unos minutos salimos, y me estaba esperando el mati con la javi.

—¿vamos por un café?—pregunta la javi y asiento.

nos dirigimos al estacionamiento, y nos subimos al auto del mati.

—¿en cuanto estarán los resultados?—pregunta la javi.

—mañana estarán listos-asintieron.—tengo que comunicarme con mi papá, para que me ayude—hice una mueca.

—¿sigues enojado con el?—preguntó el mati girando a la derecha.

—sí, pero necesito su ayuda, y no tengo mucha familia—.

—¿y tus abuelos?—preguntó la javi y yo asentí.

—si pero no hablo con ellos desde que me fui, seria terrible patuo de mi parte pedirles ayuda—.

—pero son tus abuelos, y ellos siempre te han querido mucho—me encogí de hombros y mire por la ventana.

tal vez tiene razón la javi, pero no quiero que sientan que solo los busco por plata, los quiero tanto como ellos a mi.

pero pensándolo bien, prefiero hablar con ellos que con mis viejos.

—sabis que javi, teni razón—tome mi celular y busqué el número de mi abuelo.

le mandé un pequeño mensaje.

—anto, llegamos—apague el celu y tome al mateo en mis brazos.

—¿vamos a ir al mc donald's?—me pregunta mi hijo y yo asiento.

quiero consentirlo y darle todo lo que quiera por si me lo llegan a quitar, quiero que tenga buenos recuerdos míos.

al llegar al patio de comidas, pido lo que el quiere mientras los chiquillos van a una cafetería.

buscamos un asiento y esperamos el pedido y a los chiquillos.

vibra mi celular, lo prendo pensando que es mi abuelo, pero no lo es.

porfa dime donde estas:c
quiero ver a mi hijo.

—mami, ¿y mi papá?—oush.

—trabajando—respondí sonriéndole y guardando mi celular

—¿cuando podré tener una hermana? no quiero un hermano—reí por su petición.

—con suerte puedo contigo chucky y quieres un hermana—el hizo puchero.

—yaaapo mami, yo la voy a cuidar, no te vamos a molestar—volví a reír.

—eres muy pequeñito para cuidar de un bebé—el negó.

—no, ya soy grande, puedo hacer cosas solo—me reí negando.

—tal vez en un tiempo más, ¿ya?—el asintió de mala gana.

—¡llegamos por quienes lloraban!—se sentó el mati sonriendo y la javi igual.

—yo no lloro por weones—todos quedamos boquiabiertos por lo que dijo el mateo y luego nos cagamos de la risa.

—vo soy choro cabro chico—dijo el mati.

—es de los nuestros—comentó la javi.

—¿de donde aprendiste eso tú?—le pregunté a mi hijo mientras el jugaba con su max stile.

—cuando el tío mati iba para la casa en vacaciones lo escuchaba pelear con la tía javi, escuche muchas cosas además de eso—fulmino a los chiquillos y ellos miraron para el lado haciéndose los weones.

—que cosas más educativas te enseñan tus tíos—reí.

—bueno, al menos le enseñamos a defenderse—intentó salvarla el mati.

—¿que es lo que teni que decirle a un weon que te quiera pegar?—le preguntó la javi al mateo.

—vo soy puro pollo lacra culia—dijo y chispeo los dedos, o eso intentó.

—ese es mi sobrino—dijo el mati orgulloso y yo lo mire feo.

—como le enseñan esas cosas par de irresponsables—dije y ellos rieron, incluyendo al mateo.

—anto, somos sus tíos, no sus profesores de vida, además, yo no pienso educarlo, yo lo voy a malcriar—respondió la javi.

—lo que dijo esta culia—la javi le pego un paipe al mati.

reí por las ocurrencias de estos weones.

escuché mi nombre y fui a buscar el pedido del mateo, mientras tomaba la bandeja me empezó a sonar el celular, lo saco como puedo y vero que es mi abuelo, contesto al tiro.

-abuelo, hola, ¿como estas?.

+hola mi niña, bien ¿y tu?.

-bien.. ‐hice una mueca.

+te llamaba para decirte que claro que puedes venir, queremos conocer a tu hijo.

sonreí por lo dulces que son.‐obvio, ¿te parece que vayamos a tomar once hoy?.

+obvio que si, tu abuela va a estar feliz, los esperamos.

‐bacán, bueno tengo que cortar, los quiero, nos vemos.

+y nosotros a ti, nos vemos.

corté y fui donde los chiquillos, al sentarme y el mateo ve que le traigo su comida sonríe.

—gracias mami—y comió al tiro el chancho.

—después ¿me dejai donde mis abuelos?—le pregunté al mati y el asintió.