¡aweoná, yo aun te amo!.

14

mis tatas me recibieron super bien:c no me merezco unos abuelos así.

al meteo les encantó conocerlo, y a mi me gusta que se lleven bien, cuando el mateo se fue a dormir les pedí ayuda y ellos aceptaron hacerlo.

—te podemos encontrar una universidad y también un trabajo.

—estaría super agradecida tata—le sonreí.—también tengo que contarles algo, algo delicado—hice una mueca y ellos me miraron a preocupados.

—cuéntanos.

suspiro y hablo, ellos me escuchan atentos, y la cara de mi abuelita cambia drásticamente tapándose la boca dramáticamente, sonreí para mis adentros, amo la forma de ser de ella.

—¿mañana estarán los resultados?—preguntó mi abuelita tomándome las manos.

yo solo atiné a decir que si, no quería llorar.

—puedes quedarte aquí el tiempo que necesites mi niña, esta es tu casa, y voy a hablar con el aweonao de tu papá, ¿cómo se le ocurre dejar a su hija sola en esto?.

—gracias, de verdad—los mire tratando de transmitirles el cariño y agradecimiento que siento.

(***)

hoy me tocaba ir a ver una universidad para seguir mis estudios, estaba en frente de la chile, con mi abuelo al lado, recordé que hoy sé si mi hijo, es mi hijo, y mi pecho se apretó.

al entrar veo a universitarios por todos lados, es mitad de año, ojalá puedan aceptarme.

entramos al tiro con el rector de la universidad.

—buenos días señorita villalobos, un gusto conocerla por fin.

lo mire con el ceño fruncido, pero de todas formas lo saludé.

—buenos días, el gusto es mío.

—pasen y siéntense.

mi abuelo y yo nos sentamos y el rector ordenaba unos papeles en una carpeta.

—bien, antonia, su universidad anterior la transfirió a esta universidad, solo estábamos esperándola.

—¿en serio? no tenía idea..

—la verdad es que alguien la recomendó muchísimo.

lo sabía, sonreí al recordar a cierta persona.

—so... oh, perdón, ¿entonces?.

—starts tomorrow, su horario está aquí, tiene que firmar estos papeles y estaría lista.

firmé y nos fuimos, que rápido xd.

—¿ya es hora de ir a buscarlos?—asentí y nos subimos al auto.

diego

firmaba algunos papeles de la empresa de mi papá, mientras lo recordaba, lo feliz que era antes del engaño de mi mamá, y encima se fuera con el amante, la rabia volvió a salir al recordarlo todo.

pero algo, o más bien alguien se me vino a la mente, cesando toda rabia que siento, desearía tanto no haber sido tan imbécil e inmaduro.

estaba tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta cuando el fernando entró a mi oficina.

—¿ya estai pensando otra vez en ella?.

suspiré.—no puedo evitarlo, es la mujer que amo, feña.

—¿pero no qué había vuelto a vivir contigo?.

—sí, pero dijo que no podía perdonarme por más que lo intentara.

—entonces, ¿la dejaste ir?.

—¿qué más podía hacer? no puedo obligarla, solo puedo entenderla y no precionarla, esperar a que esté lista.

—te diría otra cosa, pero es verdad, después de la apuesta, tendrá su proceso, igual estuvo feo.

—estuvo más que feo, horrible.

—exacto—miré el suelo y el se calló unos segundos.—vine también porque el felipe está afuera esperando hablar contigo..

puta la wea, se me olvidó que hoy vendría, me sobe la frente frustrado.

—déjalo pasar no mas—el asintió y se paró.

antes de salir, se da vuelta y me mira.

—cualquier consejo que necesites, aquí estoy, puedo ser tu asistente, pero también soy tu amigo.

y salió rápidamente, no pensé que me diría algo así, siempre soy pesado con el.

—hola diego.

—hola, ¿tienes lo que te pedí?.

—¿cómo estas felipe? bien, diego, estoy mucho mejor después del accidente, ¿y tu?—rodé los ojos por su dramatismo.

—¿cómo estas, felipe?.

—bien, aun que estoy chato de mi mamá en la pieza insistiendo en cuidarme, ya estoy bien, ¿y tu cómo estas? ¿haz ido a terapia?.

—no, no he ido, he tenido cosas más importantes que hacer, ¿tienes lo que te pedí?.

rodó los ojos y sacó un sobre de su maletín.—ahí está, no lo he abierto, prefiero que lo hagas tú.

tomé el sobre y lo abrí inmediatamente, eran los resultados de ADN.

miré al felipe y el me miro confundido.

mierda.