Capítulo 23. EL CONCIERTO (1/3)

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SUCRETTE POV:
Desperté. 1O de la mañana. Me estiré y giré mi cuerpo. Cayendo de cara contra el suelo. Sábado por fin.
Las cobijas cayeron conmigo, genial.
Sonó el tono de llamada de mi celular, lo tomé de mi pequeña cómoda y conteste.

-S-Sucrette.

-¿Sí? -Dije para después dar un gran bostezo-

-Oh, ¿Estabas dormida?.

-Algo...-Dije mirando la almohada que previamente se había caído. Conmigo.

-P-Pues lamento molestarte. ¿Sabes la hora que es?.

-Es Sábado, por favor querida. ¿A quién le importa la hora que es?.

-Bah. La comida ya esta aquí, lista y algo acomodada. Con precios y todo. ¿No te gustaría practicar?

-¿Practicar qué exactamente?.

-N-No lo sé, tal vez el típico de son 2.5O, te entregan una moneda de 5, y ahí el dilema de las mates.

Reí por lo bajo.
-Violeta, ¿Enserio quieres que practique eso?. Voy para allá.

Colgué el teléfono, lo coloqué en la cómoda y comencé a tender la cama.

Me dirigí a la gran ventana que se encontraba en mi habitación, desde aquí podía verse el instituto.
~Estoy relativamente cerca~

Entonces vi a Nathaniel transportando unos instrumentos.
Oh. Es cierto que él va a tocar la batería esta noche. Genial.

Me dirigí al cuarto de baño, para después tomar una ducha. Hoy es el gran día.
~No, no la pierdo. El que entendió, entendió~

Me vestí como habíamos acordado el día de ayer.
"Todos los estudiantes de este Instituto, el día de mañana deberán venir con short/pantalón de cualquier color, y una playera blanca". Agh. Maldita directora.

Tomé mi celular, audífonos, mi libro favorito, y mi computadora portátil.
Coloqué todo en una mochila y salí de mi casa. Decidí cruzar por el parque. Entonces vi que un perro grande corría hacía mi dirección con una pelota entre los dientes.
Se colocó enfrente de mi y se acostó.

-Hey, ¿Cómo te llamas? -Dirigí mi mano hasta su cuello y observé su collar:
Demonio, devuélveme a mi sexy dueño.

JAJAJA, no.

Atrás de ese estaban unos números, supongo que su teléfono.

-¡Hey! -Dirigí mi mirada a donde provenía el grito. Un tomate corría hacia mi.

-¡Demonio!. ¡¿Porque mierda te escapaste?!.

Silencio.

-Claro, como si fuera a contestarte.

-Oh, eres tú. -Remarco la palabra con despreció.

-Seh, soy yo. -Dije sin interés alguno-

-Creo que no nos hemos presentado formalmente. Hola, Soy Castiel.

-Y yo soy...

-Tu eres la nueva -Interrumpió-

-Gracias por atrapar a Demonio.

-Demonio...Da miedo...¿No?.

-Esa es la idea.

-Pensé que estarías con Nathaniel y Lysandro transportando instrumentos.

-Digamos que me dió flojeritis, y que según ellos
estoy consiguiendo bebidas para nosotros.

-¿Okay? Bueno, me tengo que ir. Adios.

Levantó su mano en señal de despedida.

Llegué al Instituto y me dirigí al sótano.
WOW, todos estaban haciendo un buen trabajo.

Había una Mini-Tiendita, violeta estaba sentada en uno de los taburetes de esta.

-Entonces, ¿Todo está listo?.

-S-Si, Supongo. -Me entregó una memoria USB-

Abrí la mochila y de esta saque mi portátil, la puse encima e ingrese en esta la USB. Abrí el único documento que contenía, y en este venía el inventario de todo lo que Violeta había traído. Es Mucho.

-Hay más comida en la bodega, por si falta.

-Si, gracias Violeta.

Ayudé a Violeta a acomodar la "Tiendita". Literal porque en esta había de todo, con precios razonables.

Genial.

Soñé Contigo (CDM) ~EDITANDO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora