→ Hermana

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— Mami, ¿qué color crees que le guste a mi hermanita? ¿Azul o Amarillo? — Preguntó Ella terminando de tomar su desayuno y mirando a Jennie con entusiasmo

— Sí sabes qué hay más colores que solo el amarillo y el azul, ¿no? — Bromeó Lisa haciendo a Jennie reír

— Ya amor, lávate las manos para que vayas a la escuela — Apresuró Jennie al ver la hora en su teléfono

Ya habían pasado dos meses y digamos que no fue al principio nada fácil para las tres; despertarse en la madrugada era algo continuo, Ella también se estaba cansando de aquello, ya que al dormir las dos en una sola habitación, ella siempre era despertada por el llanto de su hermana menor. Lo único bueno que tenía eso, era que Jennie o Lisa al final, siempre se quedaban hasta que ella se durmiera, y le encantaba que sus madres la arrullaran de tal forma.

A pesar de todo, Ella los primeros días se sintió extraña cuando le prestaban más atención a su hermana, ya que en sus cinco años de vida siempre fue ella el centro de atención de ambas, pero, realmente ella no se sintió celosa o enojada con la situación; al contrario, era Ella quien más cariño le daba a la pequeña.

Sin duda era una niña única.

— Mami, ¿puedo despedirme de Sook antes de irme? — Preguntó Ella y Jennie asintió.

La menor sonrió y dejó su mochila a un lado para luego correr a la habitación que compartía con su hermana.

— Enserio la ama — Habló Lisa rodeando la cintura de Jennie y recostando su mejilla en la espalda de la mayor

— Y mucho — agregó Jennie acariciando las manos de su esposa — Amor, crees que cuando Ella sepa la condición de su hermana...¿algo cambie entre ellas?— Preguntó casi en susurro

Lisa hizo que Jennie se volteara para mirarla y volverla a tomar de la cintura, se apoyó en la mesa e hizo que hubiera un espacio casi inexistente entre sus cuerpos antes de hablar

— Ella es una niña muy humilde y cariñosa, Jennie, estoy segura que nada cambiará si le explicamos bien las cosas

La coreana hizo una mueca y agachó su mirada, no estaba tan segura de lo que Lisa decía

— Tienes razón... Ella no es así...— dijo trabado de convencerse a sí misma luego de algunos minutos

— Nini, amor, princesa, cariño — la llamó causando una sonrisa y un leve sonrojo en la coreana, logrando así su objetivo—, no te preocupes por eso, ¿si? Ella ama a Sook, y estoy segura que luego de decirle, igual lo hará e incluso aún más — Lisa tomó la barbilla de Jennie e hizo que levantara su mirada, haciendo que sus ojos se conectaran y un cómodo silencio se apoderara del momento

Jennie apartó su mirada avergonzada ante esta acción y sin borrar su sonrisa; Lisa la traía loca, sin importar cuando años pasaran.

— Te amo — susurró la coreana acercando su rostro al de su esposa — mucho

— ¿Mucho? — preguntó Lisa en un puchero que Jennie se encargó de besar segundos después

— Sí, mucho— ambas sonrieron como bobas para luego volver a unir sus labios en un suave y sincero beso.

De esos que solucionaban todo.

De esos que sólo ellas podían ofrecerse.

•••

— ¿Despertaste? — Preguntó Ella asomando su cabeza por el espacio que dejaba la puerta

Entró completamente a la habitación y se acercó a la cuna de su hermana, ahí se dió cuenta de que aún estaba dormida y un puchero apareció en sus labios; ella quería verla despierta.

— Duermes mucho — dijo cruzándose de brazos —, ¿Sabes? Tienes suerte, mami Jennie y Mami Lisa son las mejores, siempre te arropan, te miman, te dan besitos de buenas noches y te levantan con una sonrisa — mencionó levantando sus dedos a la par que mencionaba —, además me tienes a mí, yo seré la mejor hermana del mundo— comentó con emoción

Sonrió y luego vió como Sook se comenzaba a mover. Rápidamente ella se quedó inmóvil; sin decir o hacer nada. Esperó a que la menor volviera a estar quieta para expulsar todo el aire retenido en sus pulmones.

— Ya es tarde, y Mami Jennie dijo que me apurara, así que debo irme para ir al colegio...— Ella se levantó de donde estaba sentada y luego limpió su falda —, por favor no llores mucho para que mami Jennie no se canse — pidió y acarició la mano de la menor —. Nos vemos luego, te quiero hermanita

Y sin decir más salió de aquella habitación con la sonrisa más grande de todas.

Todo ese mes Ella había estado haciendo eso antes de ir a la escuela; sabía que su hermana no podía hablarle, pero ella sí podía, así que siempre le contaba lo que le pasaba en la escuela, claro, a Jennie también ya que su hermana pasaba la mayor parte del día en los brazos de la coreana.

— ¿Ahora sí, lista? — Preguntó Lisa cuando vió a Ella llegar hacia donde ellas

La menor asintió para luego sentir como su madre coreana tomaba su mochila y la ayudaba a colocarla en su espalda

Caminaron con dirección a la puerta y Jennie tuvo que darle un beso a cada una porque ya estaban peleándose en plena calle

— ¡No! ¡Mami, mía! — repetía la menor

— Dijiste que se le pasaría cuando cumpliera cinco — recordó Lisa y Jennie se encogió de hombros riendo

— ¿Qué te puedo decir? Salió celosa a tí — la tailandesa la miró ofendida

— Me lastima tu comentario, Jennie Kim

— No te hagas, ¿acaso quieres que te recuerde la vez en que armaste todo un escándalo sólo porque dormí abrazada con Momo? — Lisa la miró fulminante

— Hablaremos luego, Jennie

Jennie rió y luego vió como ambas subían al auto de la mayor para luego comenzar a alejarse.

Jennie cerró la puerta y seguido de eso comenzó a recoger lo utilizado en el desayuno, aunque no fue por mucho tiempo, ya que el llanto de su hija la llamó.

— ¿Qué pasa pequeña? — Preguntó Jennie tomando a la bebé en sus brazos

La meció durante algunos minutos, y luego de darle de comer, la acostó en la cama que compartía con Lisa, imitó la acción y se quedó admirando a la bebé algunos segundos; era un pequeño, lindo y puro ángel.

Solo esperaba que la vida no fuera cruel con su pequeña.

Era lo que más deseaba; que su hija fuera feliz.

Feliz...

madres  || jenlisa [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora