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→ ¡Mami, despierta!

Cuatro meses después

Cuatro meses pasaron desde que Jennie y Lisa revelaron su relación, el nombre de su hija y su feliz matrimonio. Todo salió mucho mejor de lo que esperaban.

Sin embargo, aquellos meses fueron de preocupación para Lisa, ya que Jennie siempre se veía cansada, había perdido peso, y las náuseas no cesaban.

Hace unos meses quedaron en ir al médico, pero Jennie insistía en que era normal y todo estaba bien.

Volviendo a la actualidad, aquel nublado día era sábado, y después de que Lisa y Ella desayunaran, decidieron sentarse a ver televisión como lo hacían siempre que pasaban tiempo las dos juntas.

Hace algunos momentos Lisa había llamado a Jeongyeon para decirle que se encargara de la empresa hoy, ya que ella prefería quedarse en casa para que Jennie descansara y ella pudiera pasar tiempo con su hija

— Ya es tarde...— susurró Lisa

Eran como la una de la tarde y Jennie no se había levantado. Gracias a sus doce años que llevaban relación, Lisa pudo aprender muchas cosas de Jennie kim; una de ellas el que su esposa jamás se levantaba tan tarde.

Jennie lo más tarde que puede levantarse es a las once, no más. Y si lo hace es por alguna resaca o algo parecido.

Pero ya había pasado bastante tiempo y Lisa, no entendía por qué, pero ya comenzaba a preocuparse por ella

— Mami, iré a despertar a Mamá Jennie — Avisó Ella y Lisa asintió con una sonrisa

Lisa se quedó en la sala y, apenas Ella se fue, sintió como su celular comenzaba a vibrar; era Nayeon.

— Hola unnie — saludó Lisa con desgano — ¿Cómo estas?

— Muy bien a decir verdad, ¿qué tal les fue en Tailandia? — preguntó con entusiasmo

— Es una linda ciudad y-....

— ¡Mami! ¡Mami! — Se escucharon los gritos desesperados de la niña

Lisa sin pensarlo dos veces se levantó y corrió directo a la habitación de donde provenía el grito

— Mami Jennie no despierta — habló la pequeña con lágrimas en los ojos mientras que con una mano seguía moviendo a su madre

Lisa se quedó inmóvil durante uno segundos, pero el grito de Nayeon por el teléfono la sacó de su trance

— ¡Lalisa manoban! ¡Maldita sea Lisa! ¡¿Qué está pasando?! — Im estaba súper preocupada

Lisa no contestó a los llamados de Nayeon y solo se acercó a su esposa para intentar levantarla

— Amor, Jennie levántate. Amor despierta — repetía sintiendo un nudo en su garganta — Amor no es gracioso, por favor levántate

— ¡Mami! ¡Levántate! ¡Levántate! — pedía la niña a gritos mientras lágrimas seguían empapando sus mejillas

Lisa, al ver que Jennie no reaccionaba, no tuvo más opción que cargarla y tomar las llaves de su auto para conducir directo al hospital

Ella, al ver la intenciones de su madre, tomó su pequeña mochila y la siguió hasta el auto

— Nayeon, j-jennie no despierta — Informó Lisa cuando dejó a la cor coreana en el auto

— Respira, todo estará bien. Lisa no llores que vas a asustar a Ella y estás conduciendo — pidió Nayeon tratando de tranquilizar a la tailandesa — Solo es un desmayo, e-es normal