madres || jenlisa [G!P]

→ Un día con tía Dubu / Idiota

— ¿Crees que puedas cuidarla? — Preguntó Tzuyu cuando llegaron al centro comercial

— Me parece una falta de respeto tu inseguridad — llevó una de sus manos a su pecho fingiendo indignación

— Cualquier cosa gritas — Le dijo a Ella la cual asintió riendo

— Vámonos Ella — Habló Dahyun bajando del auto sin disimular si falso enojo

— ¿Enserio crees que puedas? — volvió a preguntar Tzuyu

— Estaré bien

La extranjera asintió no tan convencida y luego solo vió como Ella y Dahyun caminaba juntas directo al patio de comidas

— ¿Qué quieres comer, pequeña? — Preguntó Dahyun cuando se vieron frente a varios tipos de restaurantes

— ¡Ahí! — Respondió la niña emocionada, y Dahyun no dudó ni un momento en llevarla donde señaló — ¡Tío Bambam! — Gritó la menor abalanzándose contra al mencionado quien se sorprendió pero luego logró cargarla

— Wow, Ella, hola — respondió el tailandés abrazando a la niña — Mírate, estas gigante y muy linda

— Hola Bambam — saludó Dahyun con una sonrisa

— ¿Y ese milagro que vienes por aquí? — bromeó y Kim rió

— Ella quería venir y yo no soy nadie para negarle nada

— Ya veo, ¿Lo de siempre? — Preguntó hacia Ella quien sonrió y asintió

Bambam hizo una seña a uno de sus trabajadores el cual entendió de inmediato.

Los tres se sentaron en una mesa y el extranjero fue quien decidió romper el silencio

— ¿Y cómo has estado? ¿Qué tal la academia?

— Pues muy bien, es un éxito tanto en Corea como en Japón — respondió Dahyun feliz de recordarlo

— Que bueno que Momo y tú lo hayan logrado

— Sí, tuvimos suerte

— Tía, tío miren — habló Ella señalando unos juegos inflables — ¿Puedo ir?

— Vamos después, ¿si? — Dijo Dahyun y Ella asintió algo dudosa

Estuvieron ahí cerca de una hora, luego de almorzar y despedirse de Bambam, Dahyun y Ella fueron a visitar algunas tiendas para luego ir directo a los inflables

— Ten cuidado — era la frase que repetía Dahyun cada cinco minutos que la veía

Ella manoban era una niña súper hiperactiva, risueña y alegre cuando quería; y en esos momentos quería.

En esos inflables estuvieron como dos horas, ya que Ella realmente estaba disfrutando aquello, ¿y como podía negarse Dahyun? Así que al final se quedaron como tres horas más

— ¡Cine! — gritó la pequeña señalando la cartelera

— Amor, ¿estás segura? Ya casi van a ser las cinco, y se nos hará tarde para regresar si es que entramos

— ¡Película! — repitió cruzándose de brazos

— Está bien, ¿pero que quieres ver? Solo hay una de gatitos

— ¿Mami Jennie?

Por alguna extraña razón, o bueno no tan extraña, la niña recordó a su mamá y preguntó de inmediato por ella