madres || jenlisa [G!P]

→ Es momento

— ¡Mamá, Sook no quiere devolverme mi peluche! — Acusó la mayor cruzándose de brazos

Jennie fue directo a la sala donde estaban sus dos hijas y no pudo evitar sonreír al ver lo frustrada que estaba Ella y lo feliz que estaba Sook

— ¿Qué pasa?

— Pasa que tu hija no quiere devolverme a León — acusó mirando a su hermana

— Vaya, estás bastante enojada

— No, ¡qué va! — habló con sarcasmo

Jennie rodó los ojos y se acercó a Sook

— ¿Por qué no le quieres dar el peluche a tu hermana? — Preguntó con un tono de voz suave

La menor dudó

— Ella no me deja usar ninguno mamá, ¡siempre ella quiere todos! — Ella se sintió ofendida

— ¡Porque son míos!

— ¡Pero ya estás grande para tenerlos!

— Ya, cálmense ambas — trató de detener una pronto discusión pero al parecer no salió como esperaba

— ¡No me importa! ¡León es mío! ¡Mío! ¡De mí pertenencia! ¿Entiendes o tengo que explicártelo con manzanitas?— Gritó Ella como una niña pequeña

— ¡No! ¡Es mío ahora!

— ¡Lisa, ven a la sala! — Gritó Jennie tratando de pedir ayuda

La tailandesa llegó luego de algunos minutos, con una paciencia enorme, pero al ver que Jennie trataba de calmar a sus hijas, se acercó rápidamente

— A ver, ¿qué pasa? — Preguntó posicionándose junto a Ella

— ¡Es ella! ¡Sook no quiere devolverme a León! — Repitió Ella

— Amor, devuelve el peluche a tu hermana — trató de persuadirla Lisa, peroSook negó abrazando a Jennie la cual se había sentado minutos antes en el suelo

Escondió su cabeza en el cuello de la coreana y Ella bufó; siempre hacía eso.

—Ella cariño, podemos comprarte otro — trató de buscar una solución Jennie, pero Ella negó

— ¡No! Ese peluche es mío, mami, siempre ha sido mío. Es...especial para mí — los ojos de la mayor de las hijas comenzaron a tornarse un color ojo y a humedecerse.

— Amor...

— ¡No trates de convencerme, no va a funcionar! — las lágrimas comenzaron a humedecer sus mejillas y antes de que alguna de las dos  se acercara a ella, corrió directo a su habitación.

El sonido de la puerta ser azotada hizo que Sook saliera de donde estaba y mirara directo por donde se suponía que su hermana se había ido

— Mami...

— Tranquila, ya se le pasará — Aseguró Jennie dedicándole una pequeña sonrisa a la niña de ocho años

Lisa por su parte fue directo a la habitación de Ella y tocó varias veces pidiendo a la menor que le abriera

— ¡No! ¡Quédate con tu hija! — Escuchó Lisa la voz de Ella

— Amor, tú eres mi hija, y como madre no me gusta saber que estás triste

— ¡No! ¡Tú tienes que estar abajo con Haneul! ¡Yo ya no importo!

— Ella....

— No quiero verte