madres || jenlisa [G!P]

→ Piernas cruzadas

Ella manoban; 3 años.

•••

—Ella, amor, ¿porque no vas a levantar a mamá Lisa mientras yo preparo el desayuno? — Habló Jennie hacia su hija quién asintió y fue en busca de su otra mamá la cual estaba dormida en su habitación

Jennie sonrió y tal y como lo había dicho, comenzó a preparar el desayuno para Lisa, su hija y ella.

Algunos minutos después, ya tenía todo listo; desde pequeños frascos con fresas hasta los panqueques que a Ella tanto le encantaban.

Ya listo todo, lo sirvió en la mesa. Cuando estaba por ir a ver a su hija, el timbre de la casa la interrumpió haciendo que cambiara su ruta hasta que llegar a esta

— ¿Momoring? — Preguntó confundida la Coreana al ver a su mejor amiga frente suyo

Momo sonrió y se abalanzó hacia su amiga, la cual no había visto desde que se mudó a Japón.

Jennie correspondió el abrazo con una gran sonrisa en su rostro; había echado de menos a esa hambrienta chica.

— Te extrañé tanto — Habló Momo luego de separarse de aquel tierno abrazo

— Yo igual — Aseguró Jennie dejando pasar a Hirai a su casa

— Mami, mamá Lisa no quiere levantarse — Acusó la pequeña mientras hacía un puchero el cual provoco una gran ternura en Momo

Jennie sonrió y levantó a su hija, la cual estaba en su pequeña pijama de León.

— No puedo creer lo grande que está — Expresó Momo bastante sorprendida

— Amor, ¿te acuerdas de tía Momo? — Preguntó Jennie hacia su hija la cual negó mientras escondía su rostro en el cuello de su madre.

Ella manoban era una pequeña bastante tímida.

Cada vez que veía a alguien desconocida, ya sean las amigas de su madre o las hijas de estas, corría directo donde su mamá Jennie o su mamá Lisa para que la cargaran y poder así esconder su cabecita en el pecho de alguna de las dos.

— Es comprensible. Me tuve que mudar a Japón cuando ella apenas tenía meses de nacida — Habló Momo con un puchero

Jennie asintió y luego hizo que su hija salga de su escondite para presentarle a su tía

— Ella, cariño, ella es tu tía Momo — presentó — Ella fue la que me llevó hace tres años al hospital para que tú nacieras — explicó Jennie recordando aquel desesperante pero a la vez mágico momento

— ¿Tía Momo? — Repitió y Jennie asintió

— No puedo creer lo extremadamente tierno que suena mi nombre con su vocesita — Dijo Momo haciendo reír a Jennie

— Mami — llamo Ella  — Mamá Lisa no me hace caso — repitió

— Esta bien, yo iré a despertarla. Momo, vigila que Ella no se coma todas las fresas — Habló Jennie entregándole a Ella — Por lo menos déjenle algunas — Pidió al ver como Momo y Ella se daban mirandas cómplices

Momo asintió y, junto a Ella, fueron directo a la cocina.

Jennie negó riendo y fue en busca de su esposa la cual seguía profundamente dormida.

—Lili... Lisa amor, despierta — Comenzó a decir Jennie mientras movía delicadamente a la menor

— Un rato más...— pidió