Te deseo

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Iván Mercier

Cuando mi madre me llamó por teléfono salí corriendo extremadamente rápido, ni siquiera pregunté a qué hospital tenía que dirigirme porque ya sabía cual era.

Aproveche que la chica a mi lado no estaba encima mío para poder tomar mis pertenencias y luego salir de ahí ,me había olvidado de mi amigo pero no creo que él recuerde que exista. Me subí a mi auto y arranque lo más rápido posible, tomé la mayoría de atajos posibles y para ser honestos iba más rápido de lo permitido pero ahora aquello no importaba.

En el camino varias ideas entraban y salían de mi cabeza, estaba seguro que mi madre estaba bien porque ella fue la que me llamó pero quedaban mi padre o mi prometida, estaba a un par de cuadras del hospital, estacioné el auto en un lugar cerca para lugar adentrarme en el gigante establecimiento.

Cuando entre solo subí al piso de nuestro médico personal, en el ascensor recibí miradas de deseo pero este no era el momento, el ascensor paró en el piso 7 y ahí estaban mis padres.

-¡Hijo! Por fin llegas, estaba preocupada -me dio un abrazo para tranquilizar sus nervios.

-Mamá aquí estoy, nada malo me paso -no tarde mucho en devolverle el abrazo.

Mi padre se levantó donde estaba y se acercó a nosotros.

-Anna tuvo un accidente en el auto, esta bien, tiene un par de huesos rotos por eso doctores quieren que se quede hasta mañana para estar seguros. Deberías entrar a verla.

-De acuerdo, nos vemos en unos minutos ¿si? -sin esperar sus respuestas me fui a donde Anna estaba.

Estaba dormida y por lo que veía no tenía un "par" de huesos rotos, su brazo izquierdo tenía yeso también su pierna derecha y tenía cuello ortopédico, su pequeño rostro tenía sangre y estaba enrojecido por la sutura. Me senté en la silla al lado de su cama y me quede ahí hasta que despierte.

Ella empezó a moverse hasta que se despertó, froto sus ojos y me miró.

-Hola -dijo en un susurro.

-¿Como estas? -estoy siendo dulce con ella aunque me cueste.

-He estado mejor -dijo mirando los yesos en su cuerpo- Aunque esta almohada me molesta.

-Deja que yo lo haga -me levanté de donde estaba y le quite dicha almohada- ¿Qué pasó para que terminaras así?

-Gracias, no soy muy buena manejando -tomo mi mano- estaba en la ruta yendo a la casa de mi madre cuando una camioneta se puso atrás mío, quería que me apresure pero el semáforo estaba en rojo y yo no podía cambiarlo de la nada, por el espejo retrovisor vi que iba marcha atrás y ahí es cuando la camioneta avanzó e hizo que chocara con el auto de adelante quien sorpresivamente iba en reversa.

-Por esa casualidades ¿no viste la matrícula? -con mi dedo pulgar acaricié su mano.

-No pero se que era una 4x4 ¿me podrías traer agua? por favor -soltó mi mano y tocó mi mejilla.

-Claro, ahora vuelvo -dejó de tocarme para que me fuera y salí.

Fui hacia las máquinas expendedoras y saque dos botellas de agua, sentí un mano en mi hombro gire y era mi madre.

-Y hijo ¿se acuerda de algo? -ella misma sacó otras dos botellas más.

-No, sólo recuerda que era una 4x4 y que quedó en medio de dos autos, uno iba en reversa y el otro avanzó -camine con mi madre hasta la habitación de Anna.

-Que mala suerte, mañana tenemos una cena familiar con unos viejos amigos y tu tienes que estar ahí -yo asentí con mi cabeza y ella se fue.

<<la noche siguiente>>

Ahí estábamos mis padres y yo dirigiéndonos a Alessandro's ,la cena a la cual debíamos asistir era importante, el asunto de aquella cena era un reencuentro con amigos  ya que no se habían visto hace años y por ello mi presencia era requerida.

Llegando a Alessandro's  me di cuenta que era un restaurante lujoso por el nombre pensé que era uno común pero al parecer no.

Bajamos del auto y el chofer se alejó, mis padres iban adelante de la mano y yo iba atrás de ellos. Prefería que ellos me guíen esta vez.

Mis progenitores se alejaron para buscar la mesa reservada y en cuestión de segundos ya teníamos a una camarera guiándonos, cuándo nos acercábamos a la mesa pude ver a una bella mujer acompaña de dos hombres, uno más viejo y el otro más joven solo espero que no esté casada aunque no me importaría hacerlo con ella casada o no. Tenía un buen cuerpo acompañado de un bello rostro, ojos azules y una melena de color chocolate.

Entre mis padres y el otro señor se saludaban mientras que yo con el par que quedaba.

-Lukian Petrov, puedes decirme Lucas si te es más cómodo-dijo estrechando mi mano.

-Iván Mercier-solté la mano de Lucas para dirigirme a la señorita.

-Aleska Petrov un gusto-ella dijo tomando mi mano pero yo bese su mano.

-El gusto es mío-susurré solo para que ella escuche.

Ellos eran hermanos eso es un punto a favor y para ser sinceros podía ver un parecido en común, él señor creo que Petrov se me acercó.

-Si que creciste la última vez que te vi comías tierra y me llegabas a la cadera-sin que pudiera reaccionar me abrazo.

-Disculpe ¿Lo conozco?-si lo conociera no hubiera olvidado su rostro.

-¡OBVIO! soy tu tío Alekséi-aclaró su garganta- Alekséi Petrov.

Aquel hombre se despego de mi para ir a sentarse con mi padre algo que su hijo y yo repetimos, las dos mujeres en la cena solo se miraban.

-Hay mi niña como has crecido-y abrazo a Aleska.

-Tu también te vez bien tía-ella respondió el abrazo.

-Todavía tienen tiempo para hacer eso, vamos a comer-dijo mi padre en ruso, los demás dijeron que sí en ruso

La mesa tenía seis sillas, tres en cada lado. Las mujeres se sentaron enfrentadas, mi padre se sentó enfrente de Lucas y yo me senté enfrente de Alekséi.

La cena estuvo bien, hablaron de todas las cosas locas que hicieron, etc.

-Aleska ,después tengo que hablar contigo a solas-cuando mi madre dijo eso la mesa se callo por completo.

-Si seguro-Aleska tenía una voz sexy que digo todo en ella grita sensualidad.

Luego ella se levantó para irse y justo cuando yo tenía que ir al baño, caminamos en silencio hasta los baños y desde ahí cada uno se fue a su respectivo baño. La espere y me asegure que ella esté sola en el baño.

Entre y ahí estaba lavándose las manos, miró hacia el espejo y me vio.

-Que placer verlo Iván-dijo con una sonrisa

Los deje con el suspenso, les voy a ser sincera este capitulo me costo un poco ya que no sabía hacia donde llevarlo pero al final me gusto

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Los deje con el suspenso, les voy a ser sincera este capitulo me costo un poco ya que no sabía hacia donde llevarlo pero al final me gusto.

                                                                                       Los quiere, Martina.

Pasos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora