Pero no es su boca

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Iván Mercier

Anna buscaba los lugares que me gustaban pero iba en mal camino, tenia ganas de tener sexo, saciar esas ganas que tengo pero no saciarlas con Anna. Suena mal y lo se pero es verdad.

El sexo con Anna no era como el que a mi me gustaba, ella quería todo lento y con delicadeza pero personalmente eso no me excita, imagínense que no había casi nada de juego previo, creo que la mayoría de las veces era ella quien llegaba al orgasmo y yo no, eso no es sexo.

Tomo mi cara con sus pequeñas manos para profundizar el beso y cerré los ojos por instinto pero ahí apareció. Yo tocaba su boca, con mi dedo dibujaba el borde de su boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, cómo si por primera vez su boca se entreabriera ,me bastaba con cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer la boca que deseo, la boca que mi mano elige y que dibuja su cara, una boca elegida entre muchas, con soberana libertad elegida por mi para dibujar su cara con mi manos.

Al abrir los ojos vi que no era la cara que dibuje sino que era una muy diferente.

-Anna... -estaba agitado por el beso-,deberíamos parar yo mañana tengo cosas muy -remarque el muy- importantes que hacer.

-Solo unos minutos -dijo mirando mi boca.

-Esta vez es en serio -dije serio una vez que había recuperado mi aliento.

-¿Estas seguro? -dijo confundida por mi comportamiento.

-Si, mañana tengo que arreglar los papeles para el compromiso.

-¿Enserio? -en su cara se podía ver cierta luz cuando el tema salía- Ve entonces ¡Corre!

Y sin mas salí de su casa.

El jueves a la mañana

Hoy tenia una cita con Aleska en su oficina, a decir verdad el edificio era hermoso y contrastaba con la ciudad de Nueva York.

Entre al lugar y me dirigí al escritorio de una secretaria.

-Buenas tardes -llame la atención de la chica-,hoy tengo una cita con la abogada Petrov.

-Si, ¿me podría dar su nombre? -dijo dudando sobre la cita.

-Soy Iván Mercier, un amigo de la familia -dije para acelerar las cosas.

-Su oficina esta en el piso diez -cuando estaba apunto de irme-, ¡espere! ella esta en reunión va a tener que esperarla.

-No tengo problema -y sin mas me subí al ascensor.

Pude ver como trabajaba este lugar, las secretarias haciendo lo que usualmente hacen: chismear, los abogados de acá para allá con casos me imagino y algunos clientes.

Cuando llegue al decimo piso vi como estaba un poco desolado, ella eligió este lugar por el silencio. Toque la puerta por cortesía y entre.

Su oficina es justo como me la imagine, el gran escritorio que le da la espalda a la ciudad, tonos rojizos con colores neutros, sofás para mas invitados y la gran silla. Al lado de esta pude ver una estantería donde tenia libros variados y fotos familiares, habían unos que me llamaban la atención.

Tome dos cuadros y estos tenían dos fotos familiares, la izquierda tenia a la familia Petrov mas joven y la otra era una familia Petrov mayor, estas dos compartían los mismo, su madre nunca estuvo en las fotos.

Me entretuve viendo sus pertenencias hasta que ahí estaba mi abogada, en el marco de la puerta, me examino desde mis pies hasta mi cabeza, ella tenia puesto una falda que resaltaba sus caderas junto una camisa blanca y un saco. Ella se veía deslumbrante.

Pasos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora