Aleska Petrov
Cuando estaba lavando mis manos sentí como alguien me miro y era el increíblemente atractivo Iván Mercier.
-Que placer verlo Iván -era bastante obvio qué estuvo ahí mucho tiempo.
-Necesitamos hablar -dijo serio.
-¿Y para hablar era necesario ir al baño de mujeres? -mientras secaba mis manos lo mire a los ojos.
-Es algo importante, tiene que ver con tu profesión -dijo mientras se sostenía de un lavabo.
-No me gusta hablar de trabajo cuando estoy fuera de el -tire el papel a la basura- pero haré una excepción -al decir eso el saco una sonrisa.
-Pronto me casare y antes de que digas felicidades fue por conveniencia, necesito tu ayuda para separar todos los bienes.
-¿Porque no contratas a un abogado? -cruce mis brazos.
-No encontré ninguno que me convenza y ninguno que me de confianza -pone sus manos en los bolsillos y continua-,mi prometida quiere contratar un abogado por ella misma..
-Pero no confías en ella -lo interrumpí-,es entendible pero para arreglar todo de una manera formal tendrás que ir a mi oficina ¿Qué días tienes libres?
-Todos lo jueves -se acercó a mi.
-De acuerdo, el jueves de esta semana tendrás una cita en mi oficina, cuando entres solo di tu nombre y te dejarán pasar.
-Es una cita -me guiño el ojo.
-Ahora volvamos a la mesa -dije acomodando mi vestido.
El me seguía mientras yo caminaba.
-Ese vestido te queda muy bien, cómo envidio al hombre que te lo quita -dijo en francés en mi oreja.
-Para tu suerte nadie me lo quita -respondí en el mismo idioma pero sin voltearme.
-Mmm tentador -créeme lo se.
Mientras volvíamos a la mesa pude ver la mirada de Elena sobre nosotros.
-¿Porqué tardaron tanto? -era obvio que iba a preguntarlo.
-Me habían llamado de la oficina y le pedí que me esperara porque no recordaba la mesa.
Nadie dijo más nada y seguimos comiendo el postre, podía sentir las miradas de Iván que prácticamente gritaban "te deseo" pero pretendía que no las sentía.
-¿Como van tus casos malyshka? -dijo mi tío.
-No hay nada que llame mi atención -jugué con mi postre- así que tranquilo por ahora.
-Lo siento por eso pero algunos colegas míos necesitan un abogado y yo presumí de mi talentosa sobrina para ayudarlos ¿Tu puedes?
-Claro mientras no se duerman mientras les hablo -los dos sonreímos, la mesa no estaba tranquila por eso no prestaban atención a nuestras conversación.
La cena ya había terminado y todos nos habíamos despedido e íbamos a nuestros autos, voltee para darle un vistazo a Iván y al parecer el estaba haciendo lo mismo con mi trasero. Nos miramos y nos volteamos.
Mi familia estaba en sus autos y yo en el mío, había llegado a mi casa y ahí estaba Nadia.
-¡Querida! Hoy una fiesta y tu vas a venir conmigo.
-Recién llego de una cena déjame respirar -me tire en el sofá de la sala.
-Ya prepare tu ropa solo tienes que cambiarte y salimos a emborrachamos -me tiró del brazo para ver la ropa tendida en mi cama.
-Bien, yo hare lo mío y tu lo tuyo ¿De acuerdo?
-Si si ahora mueve tu trasero -y cerró las puertas de mi baño para poder cambiarme.
Me termine de cambiar y me mire en el espejo, como siempre Nadia me eligió una falda de cuero que hace resaltar mi figura de reloj de arena, mi melena de color chocolate resaltaba de un top blanco con unos tacones negro que iban a juego de una chaqueta negra.
-Ahora vámonos -salí del baño y ella estaba lista-,cada una con su auto no vaya hacer que me dejes tirada.
Bajamos al garaje y tome mi auto gris mientras que ella su auto negro, encendí el estéreo mientras íbamos a la discoteca.
No formamos la fila porque Nadia tenía pases VIP que nos hizo entrar enseguida al lugar.
Nadia desapareció mientras que fui por un trago, mientras caminaba hacia la barra escuche varios comentarios y piropos de mucha gente pero mi objetivo era un buen vaso de gin tónic.
-¿Que te sirvo linda? -preguntó el barman.
-Un gin tónic por favor y uno fuerte -dije mientras me sentaba.
-¿Mal día?¿Pelea con tu novio? -dijo dejando el vaso.
-Solo necesito distraerme un poco -tomé un trago de mi vaso- y bailar algo.
-Te invitaría pero no tengo quien me cubra pero mira a tu alrededor -señaló con el dedo a todos lados- tienes a muchos hombres mirándote.
Lo ignore y seguí con mi vaso hasta terminarlo.
-¡Uy! Hombre sexy a las doce -voltee y si que era sexy.
Me levanté de mi lugar y sentí como alguien me seguía hasta la pista, me quedé en el centro de la pista bailando sola hasta que en cuestión de tiempo un chico rubio se pegó al lado mío. Nuestro baile era pegados y sexy, nuestras bocas estaban apunto de acercarse hasta que yo me fui a otro lado. Pude ver una espalda reconocida, el volteo y era Iván.
Camine hacia la barra donde un hombre con el corazón roto me contaba sobre lo zorra que era su novia. Por lo general, las personas no muestran lo terribles que son. Pero son como una vaca pastando tranquila que, de repente, levanta la cola y descarga un latigazo sobre el tabaná. Basta que se de la ocasión para que muestren su horrenda naturaleza.
-¿Muy ocupada? -dijo una voz ronca y gruesa.
-Al parecer no-dije con una sonrisa cuando voltee mi "acompañante" estaba dormido.
-¿Bailamos?-dije extendiendo su mano.
-Seguro-tome su mano y me pare.
Caminamos al mismo tiempo hacia la pista de baile de la mano, estando ahí tomo mi cintura y yo puse mi mano en su hombro.
-¿Me ha estado siguiendo caballero Mercier? -dije en su oreja.
-Me ha ofendido con su acusación- dijo también en mi oreja.
-No es ninguna acusación digamos que es una observación-dije encogiendo los hombros.
-De acuerdo, fue pura casualidad encontrarla aquí- se acerco a pocos centímetros de mi boca- pero esta casualidad fue muy buena.
Aprovechando la cercanía pase mi mano desde su hombros hacia su abdomen provocando un gruñido en el. En respuesta el puso su mano en mi espalda baja mientras que la otra acariciaba mi cintura.
No tengo nada mas para decir ¡Sigan leyendo!
Martina.
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Pasos prohibidos
RomanceEuforia, pasión, lujuria eso es lo que sienten uno por el otro, un tipo de juego que solo ellos conocen con especificaciones. Aleska Petrov, una abogada de mucho prestigio y una de las mejores en su rubro, un encuentro con viejos amigos hace que c...