Asunto sin resolver

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Aleska Petrov

Yo estaba afuera de mi oficina esperando que ellos dos terminen de hablar, quién diría que yo tendría que salir. En ciertas partes de la discusión se podía escuchar muy claramente de qué hablaban pero decidí hacer oídos sordos.

-Mierda -susurre, me había olvidado mi café en la oficina.

Subí unos pisos más arriba de mi oficina y ahí se encontraba la cafetería, muchos pasan su tiempo aquí ya sea para comer algo o simplemente salir de las cuatro paredes de nuestras oficinas.

Hoy necesitaba una buena taza de café, prepare la máquina y espere a que salga mi café negro.

-Buenos días -voltee y estaba uno de los abogados más irritantes de este lugar.

-Buenos días -dije por cortesía.

-¿Como ha estado últimamente? -dijo apoyándose en la encimera de la cocina-,no es que sea entrometido.

-¿Puedo saber el motivo de su pregunta? -no le estaba prestando atención yo solo quería mi jodido café negro.

-Yo solo lo pregunto -se acerca a mi- por lo que pasó hace unos días, muchos la ven muy tranquila pero yo estoy preocupado.

-Ya veo -dije asintiendo-,estoy completamente bien y si me disculpa tengo que atender algo muy importante.

-Por supuesto, no quiero molestar a la abogada Petrov -dijo con una sonrisa.

- придурок -dije con un tono coqueto, en realidad lo insulte mientras me iba.

Imbécil.

Estaba subiendo por el ascensor, llegue al piso de mi oficina y lo primero que veo es a Anna enojada, como caminaba lo decía todo.

-Zorra -dijo mientras me esquivaba para ir al ascensor.

-по-детски -dije y seguí mi camino.

Infantil.

No comprendo el punto de enojarse con los abogados cuando algo malo pasa o a otras personas, yo no tengo la culpa. Las decisiones que tomaste te dejaron hasta este punto y yo no estuve involucrada, la gente tiende a culpar a terceros por sus problemas es normal pero algo estúpido, alguno se cierran en su cabeza convencidos que tú eres responsable de algo cuando en realidad no es así.

Con mi taza de café toque la puerta y después de tocar pude ver como la puerta se abría, Iván abrió la puerta, se veía entre calmado y alterado. No traía puesto su saco, solo se veía su camisa blanca.

-Lo siento, -dijo mientras me dejaba pasar-no se porque se comporto así.

-Tranquilo, no es la primera vez que alguien reacciona así -muchas personas han reaccionado peor-,lo siento.

-¿Porque? -dijo torciendo su cabeza un poco.

-Por cómo resultaron las cosas entre tu y tu prometida -dije dejando mi taza de café en un mueble cerca de la puerta.

-A mi si -se acerco a mi y me tomo de la cintura- por que sino me sentiría culpable por esto.

Me acerco mas a el y me beso, es uno de esos besos necesitados que hacen que todo tu cuerpo se llene de adrenalina y electricidad.

Sus labios iban en armonía juntos con los míos y nuestras lenguas estaban guerra, mordí su labio inferior provocando una pequeña sonrisa. Sus manos iban desde mi trasero hasta mi cintura mientras que las mías iban desde su cuello hasta su abdomen.

-Creo que tenemos un asunto sin resolver -dije separándome de el.

-¿Cual? -no respondí y pase mi mano por su entrepierna-,ese asunto -dijo con voz ronca.

Nos hizo retroceder y con una mano le puso llave a la puerta, en esa posición. Contra la pared él la aprovechó y empezó a besarme el cuello, entre esos besos mi camisa quedó desabotonada.

Me tocaba a mi, encare su boca y lo acorrale contra otra pared, con una de sus manos tomó mi cara para profundizar el beso mientras que yo desabotonaba su camisa. Nos separamos por falta de oxígeno y yo aproveche para poder mirar su abdomen marcado, su abdomen tenia un par de lunares en el medio de todo el torso, nuestras respiraciones volvieron a ser normales.

Estábamos tan cerca que nuestros perfumes eran uno solo, el solo toque de su mano hacia que mi piel deseara mas, sus manos buscaban mas lugares para tocar. Y yo solo quería hundirme en ese cuerpo delante mío.

-Al sillón -dije y sin esperar una respuesta lo guie mientras sacaba por completo su camisa.

El se recostó en el sillón y yo me senté a horcajadas de él, me saqué la camisa de un tirón y desabrocho mi sostén. Con su mano apretó uno de mis pechos con delicadeza mientras me miraba con esa mirada brillosa.

Me acerque a su boca para seguir con el beso, movía mis caderas para hacer fricción entre nuestros sexos haciendo desesperarme por su toque, él levantó mi falda por completo dejando ver mi ropa interior, sus grandes manos bajaron hacia mis caderas indicando hacia donde moverme.

En un movimiento el me puso contra el sillón, su dedo índice fue hacia mi clítoris y movió su dedo en círculos haciéndome soltar pequeños suspiros.

-Estas muy mojada -dijo sacando mi tanga.

-Digamos que estoy esperando desde el beso de hace unos días.

Desabroche su cinturón y el desabotono su pantalón, dejo mi boca para ir a mi cuello dejando un pequeño rastro de saliva, mi mano jalaba el cabello de su nuca. Por lo que hacía con mis pechos.

Bajo desde mi senos hasta mi abdomen haciéndome suspirar, besó los lunares que tenía debajo de mis caderas y siguió con su rumbo.

Estando en mi sexo separo mis labios inferiores, con su lengua empezó a jugar mi clítoris, necesitaba más lo que me daba no era necesario.

- Iván -dije agitada.

Iba intercambiando sus movimientos, a veces movía su lengua de un lado a otro y otras veces iba en círculos. Incremento la velocidad mas y mas, tomé su cabeza entre mis piernas.

Paso sus manos por mis muslos y los tomo con firmeza, mi espalda se encorvaba mas y mas. Si seguía así me iba a correr.

- Todavía no -dijo con una sonrisa.

- Todavía no -dijo con una sonrisa

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¡SIGAN NO SE QUEDEN HASTA ACÁ!

Martina.


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