Capítulo 15

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"La graduación"

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"La graduación"

—Buenos días a todos los padres, madres, profesores y compañeros, ante todo agradezco por permitirme expresar algunas palabras. —Flora, una de las alumnas con excelentes notas comenzó a hablar para atraer la atención de todos, seguidamente acomodo un poco el micrófono y prosiguió—: Hoy estamos cerrando un ciclo, hoy decimos adiós a muchos de nuestros amigos y también a nuestra niñez. Con nuestros arduos esfuerzos le damos paso a una nueva etapa que estará llena de obstáculos, pero que si nos lo proponemos lograremos superar cada bache que se nos cruce de ahora en más.

»Anhelábamos que este momento llegara. Creo que algunos lo esperaban tanto que olvidaron disfrutar de este último año en la secundaria, sin embargo sé que todos dimos lo mejor de nosotros. Sufrimos por algunos maestros, si maestra Murphy, sus trabajos eran los más pesados; pero también gozamos con cada uno, sus anécdotas nos han hecho reflexionar, nos han abierto los ojos para saber que lo que se viene no es fácil.

»Esto me lleva a decirles a todos mis compañeros: luchen por sus sueños, chicos, todo es posible si así lo creemos, si vamos a trabajar por y en algo, que sea en lo que amemos. No tomemos nuestras decisiones solo para sobrevivir en esta mediocre vida. Nosotros somos más, y estoy segura de que si pudimos con los deberes de la señora Murphy, podemos con todo.Solo me queda decir que espero que la vida los trate bien, que la salud siempre prevalezca en ustedes y sus familias, y jamás se dejen vencer ante la adversidad.

El lugar se envolvió en millones de aplausos acompañados de festejos y chiflidos, y, pese a que el ambiente era de felicidad pura, dos chicos no derrochaban la misma alegría.

Declan, a quien no le causo ni una pizca de sentimiento las palabras de Flora, se mantuvo sentado con los brazos cruzados. Un asesino como él no tenía muchas opciones para realmente disfrutar de lo que más amaba. El castaño había optado por la misma carrera que tenía su padre: administración.

Y luego estaba Emma. La pelirroja estaba molesta, las palabras de su compañera sonaban tan bonitas, que deseaba que fueran realidad, pero no era así. Emma hubiese querido inscribir en clases de maquillaje, pero gracias a su exigente familia debía presentar exámenes para la carrera de derecho. Si no lo hacía quedaría como la decepción de su familia, y algo mucho más importantes es que le darían la espalda, retirándole cualquier ayuda económica o emocional.

Una vez terminó la ceremonia, aún con sus togas y birretes, los jóvenes salieron del auditorio y se dirigieron al campo de futbol para que les tomasen la última fotografía en grupo.

—¡Por fin terminamos! —Celebró Connor agitando los brazos en el aire.

—Y yo aún no comprendo cómo lo hiciste. —Emma le bajó el birrete para que le tapara los ojos y seguidamente comenzó reír.

—¿Por qué eres tan mala conmigo? —El teñido acomodo el birrete para luego hacer un mohín a lo que la pelirroja le sacó la lengua para después darle la espalda.

Declan, el secreto de un monstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora