Familia

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Rayla y Callum salieron de la habitación, caminaron por los largos pasillos y fueron al comedor. Cuando llegaron, ya estaban todos sentados ahí con un plato enfrente y habia también dos sillas desocupadas para ellos.

—Bueno, ya me cambié, ¿están felices todos?— dijo Callum, con cierto tono sarcástico y simpático en su voz mientras alzaba los brazos a la altura de sus hombros para que todos lo vieran.

—Sí, ¿cómo no vamos a estar felices?— dijo Ezran.

—Te ves bien, medio principe—  bromeó Soren.

—Gracias Soren— dijo Callum algo serio, cuando vio que Soren le guiño un ojo para que se diera cuenta de que sólo era una broma.

Callum y Rayla se sentaron, momentos después, un elfo vino a servir la comida. Una vez que se fue, todos empezaron a hablar.

—Y bien, ¿cómo han estado las cosas en el reino?— firmó Amaya, y Gren le traducio.

—Pues, de echo, a estado muy calmado. Afortunadamente no ha pasado nada, ya saben  con relación a la magia. Bueno, tal vez simplemente sea bueno no tocar ese tema— dijo Ezran.

—Si, yo también pienso lo mismo— dijo Rayla mirando a Callum.

—Y aquí, ¿qué tal están las cosas aquí?— preguntó Soren.

—¿Aquí? Igual de aburrido y tranquilo, no ha pasado nada. Solo que Rayla se ha estado encargando de entrenar a los guardias y que Callum me ha estado ayudando mucho con las reuniones y cosas así— dijo Janai.

—Tambien debemos agradecerte a ti por no dejar que no hagamos nada todo el día— dijo Callum.

—Tampoco nos gusta estar de... ¿cómo decirlo?— pensó Rayla un momento— flojos todo el día.

Todos en la mesa rieron mientras comían.

—Pues Ezran tiene las cosas en el reino muy calmadas, la economía va mejorando cada vez más— compartió Soren.

—Debí suponer que sí— firmó Amaya mientras Gren le traducía— Desde que hemos establecido acuerdos económicos en Xadia y los reinos humanos todo a mejorado considerablemente, así como la economía y la amistad entre los elfos y los humanos.

—Si, es bueno saber eso— dijo Gren esta vez— ¿Y tú? ¿Cómo te sientes, Callum?— preguntó Gren.

Callum pensó un poco su respuesta. Aunque en el interior se sentía un poco mal en este momento, casi todos sus amigos y su familia reunida le causaban una gran alegría, aunque en el fondo aún se sentía algo culpable. Porque tal vez, ahora en esta mesa en la que estaba sentado, los únicos que sabían que moriría era Jannai y, al menos el creía, que Amaya. Aunque se veía muy calmada como para pensar que lo sabía. Ezran aún no lo sabía y Soren menos, a ninguno se lo había dicho y aunque el estaba dando por hecho que casi nadie en la mesa lo sabía, eso lo hacía sentirse muy culpable por no decirselo a Rayla y por saber que quería decírselo al último, pero pensaba que era justo. Así que simplemente dijo algo que todos esperaban escuchar.

—Aunque diga que me siento bien, estaría mintiendo. Ya que en realidad estoy algo cansado y aburrido, sinceramente estar aquí encerrado todo el día no es algo lindo.

—No pasa nada, no hay  problema. Pero si es estresante estar en un solo lugar— dijo Ezran.

—Aún así, estoy feliz porque todos ustedes están aquí, y porque sé que ustedes están bien— dijo Callum— Además, de que aunque estoy aquí encerrado, también estoy aquí sin poner en riesgo a nadie, ni a nada.

—A nosotros también nos alegra mucho que estés bien— dijo Ezran sonriente— Eres parte de la familia, todos somos familia y debemos preocuparnos los unos por los otros.

—Sí, tienes razón Ezran. Pero bueno, yo no los invité aquí para que se anden preocupando por mi, sino, para pasar tiempo con ustedes— dijo Callum— ¿Por qué no terminamos con este tema? Quisiera... no sé, divertirme con ustedes, hablar de otra cosa.

—Nos parece buena idea— dijeron los demás.

Durante el almuerzo, todos comían y se reían. Más que nada, por los chistes sin sentido de Callum o las tantas tonterías que decía Soren, o cosas así.

Al final, terminaron de comer y, como siempre, tenían que hacer sus respectivas tareas o actividades.

—Muy bien, chicos. Quisiera estar con ustedes un rato más, pero ahora soy la reina de Lux  Aurea y tengo muchas cosas que hacer— dijo Janai levantandose de la mesa.

—No te preocupes, Janai. Podemos entenderlo— dijo Ezran, que sabía muy bien a lo que se refería Janai.

—Gracias. Bueno, si me necesitan, ya saben dónde encontrarme.

Entonces, Amaya empezó a firmar y Gren a traducir.

—Bueno, como saben, nosotros trabajamos con Janai, así que no podemos perdernos ningún detalle.

Por alguna extraña razón, cuando Amaya termino de firmar y Gren de  traducir, ella le guiño un ojo a Callum y ambos junto con Janai se retiraron del comedor.

Callum no entendio lo que quería decir esto. ¿Qué ya lo sabía? ¿Qué lo comprendía? ¿Qué lo apoyaba? O simplemente que era algo que su tía hacía para dar a entender que ella estaba feliz y que el debería estar feliz también, o algo así.

Al final, Callum no lo supo asimilar.

—Bueno, ¿y qué hay de ustedes?— preguntó Callum a Ezran y Soren.

—Pues nosotros vinimos aquí a verte Callum— dijo Ezran— ¿o no es verdad, Soren?

—Si, tienes razón, Ezran— dijo Soren.

Entonces, Rayla le dijo algo a Callum.

—¿Sabes algo, Callum? Puedes pasar tiempo con Ezran— dijo Rayla sonriente— Te dije que iba a pasar el resto de la semana contigo, pero mis entrenamientos no iban a quedarse de lado. Además, también mereces pasar tiempo con tu hermano, ¿verdad, Ezran?

—Supongo que si— dijo Ezran inseguro.

—Te veo más tarde, ¿ok?— dijo Rayla y le dio un beso en la mejilla a Callum— Muy bien los veo más tarde a todos, me retiro.

Una vez que Rayla cerró la puerta detrás de ella, Callum empezó a hablar.

—Me alegra mucho que esten aquí, chicos— dijo Callum— Sé que los invité aquí  para que nos saludemos y  para vernos...—Callum se detuvo un segundo— pero, también porque quiero que sepan algo...

Mi Amor, Mi Esperanza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora