Accidente

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Un día.

Dos días.

Tres días.

Cuatro días.

La sensación de culpabilidad haciéndose cada vez más grande y pesada en Callum.

No lo había logrado.

Callum no pudo decirle a Rayla, en toda la semana, lo de su sacrificio. No fue capaz, y se culpaba por eso.

Y ahora ya era demasiado tarde.

Faltaba solo un día para el ritual, y Rayla seguía sin saber nada sobre el asunto.

En toda la semana, Callum no pudo decirle nada a Rayla. Y con cada día que pasaba se sentía cada vez más incapaz y como un completo cobarde.

Callum sabía que, con cada día que pasaba, Rayla se sentiría más herida si se lo decía. Porque significaba que ella tendría menos tiempo para despedirse de el.

Con cada día que pasaba se culpaba, se gritaba, no tenía justificación, se sentía... un monstruo.

En este momento había una reunión importante a la que el debía asistir con los elfos del Congreso y Janai. Se prometió a el mismo que, acabando la reunión, le diría a Rayla lo del ritual que habría al día siguiente...

Pero eso no hiba a ser necesario.

~°•°~

Callum se encontraba caminando junto con Rayla hacia la sala donde sería la reunión. Ella no iba a entrar, sino que Callum le había dicho que quería que lo acompañara.
Pasados unos minutos llegaron.

—Oye, Rayla— murmuró Callum.

—¿Qué paso, Callum?— preguntó Rayla.

—Cuando la reunión acabe... me gustaría hablar contigo— dijo Callum con un tono triste pero con una sonrisa.

—Esta bien— dijo Rayla con un tono suave para después darle un beso a Callum en la mejilla, darse media vuelta y empezar a caminar a su habitación.

Callum entró lentamente en la habitación para darse cuenta de que todos estaban ahí: Janai, Lunae, Ibis, Terry y Fluinum.

—Hola, Callum— dijo Lunae— Es un gusto verte otra vez.

—Hola a todos y... gracias por venir— dijo Callum con un diminuto nudo en su garganta.

—¿Estás bien, Callum?— preguntó Janai.

—Si, es solo que...— Callum fue interrumpido.

—Sabemos que esto no debe ser fácil para ti, Callum— dijo Fluinum.

—No, pero estaré bien— dijo Callum triste.

—Entonces, creo que podemos empezar— dijo Terrie.

—En realidad, todavía estamos esperando a alguien— se apresuró a decir Ibis.

—¿Ah, si? ¿Quién?— preguntó Callum confundido.

—Nuestro representante para el arcanum de las estrellas— respondió Janai.

—¿Quién?— preguntó Callum de nuevo.

—Hace una semana, después de que te retiraste de la reunión, nos pusimos de acuerdo en que ritual ibamos a realizar para...bueno, ya sabes. Y elegimos uno en donde se tiene que usar un poco de magia de cada fuente primaria— explicó Fluinum.

Mi Amor, Mi Esperanza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora