Capítulo 29

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Hola💕


Anne
Mañana antes de navidad.

Miro el interior de la caja conmovida, elevando los ojos hacia mi amigo.
—¿Bash, estás seguro de esto?

—No podría haberle encontrado un mejor uso. —afirma sacandolo de su lugar y estirándolo frente a mi.— Hoy es nochebuena, y sé que-

—No es mío, no puedo aceptarlo. —observo la preciosidad que tengo frente a mi.

—Te prometo que ella estaría de acuerdo conmigo, hubiesen sido grandes amigas. —dice esto último por lo bajo, pasando su mano por el vestido frente a sí, doblando ligeramente su tela azulada. Sus ojos están absortos, tal vez perdiendose en algún lugar de su memoria.— El día que la vi bailar frente a mí con él, supe que iba a casarme con ella, estuve enamorado incluso antes de saberlo.

—Eso...es un recuerdo precioso, ¿por qué quieres dármelo?

—Nadie va a quitarme mis memorias, Anne, y este vestido ya cumplió su función en mi historia de amor, es hora de que continúe su trabajo en otras vidas.

Aunque no comprendí que quiso decir,  acepté su regalo de navidad.

*****

Horas después, les servía el desayuno a las pequeños enanos con los que convivía.
Las vacaciones parecían haberles dado nuevas cargas de energía, por lo que estaba acostumbrada a verlos corretear.

La parte mala, la casa se ensuciaba muchísimo más rápido.
¿La parte buena?, nunca los había visto tan felices.

Al terminar de servir el té en cada taza dejo los pastelillos en la mesa,  si cierro los ojos casi puedo sentir que estoy en casa.
El aroma a la nieve, pasteles y las tazas humeantes daban una sensación de calidez que no sabía que extrañaba.

Gilbert sale de la habitación ya vestido para irse.

—¡Oh vamos! ¡No es justo que se vaya en vísperas de navidad! —Nirah se curza de brazos, enfurruñada.

Los cuatro la imitan, interponiéndose en su camino como si de verdad causaran algún estorbo.

—¡Sí! ¿Qué pasa si te pierdes la llegada de Santa? —Nimue agita los brazos en el aire, aún despeinada puesto que recién se levanta.

Esas son las únicas quejas que puedo escuchar con claridad porque comienzan a hablar unos sobre otros, preocupados por la posibilidad de no celebrar todos juntos.

Lejos de estresarse, el pelinegro se arrodilla a su altura y suavemente les explica que llegará antes del anochecer, ellos lo rodean en un abrazo antes de que les incite a sentarse en la mesa.

Me acerco a alisar las pequeñas arrugas que han quedado en su abrigo, dándole una sonrisilla apenada.
—¿Seguro que tienes que ir?
Hoy será nochebuena...puedes descansar al menos un día.

—Sabes que me encantaría, pero si voy podremos tener un árbol de navidad.

—¡no necesitamos uno! —protesto—pero tú si necesitas descansar, y talar árboles doce horas bajo la nieve solo para que te regalen uno de ellos no lo es.

Suelta una risa algo ronca , dejando caer ambas manos en mis hombros.
—Claro que lo necesitan, será navidad, y voy a darles la experiencia completa. —inclina ligeramente la cabeza, levantando las cejas.— Incluyéndote, pelirroja.

—Al menos quédate a desayunar.—pido rozando mi mano con la suya.—

—Se hará tarde y no les gustará.

Niego con la cabeza con indignación y lo guío hasta la silla más cercana, obligándolo a sentarse bajo las miradas divertidas de los pequeños.

—¿Es que no tienen corazón? —murmuro mientras sirvo el café— vísperas de navidad y te hacen levantarte siete de la madrugada, con la audacia de enfadarse si llegas tarde. —dejo un pastelillo frente a él—. Vas a desayunar primero, claro que sí. En señal de protesta.

Gilbert se queda callado y hace contacto visual con Nahuel, que se encoje de hombros antes de decir:
—Lo siento señor Gilbert, ella manda.












*****
Espero les haya gustado♥️






"𝖎𝖙'𝖘 𝖙𝖊𝖒𝖕𝖔𝖗𝖆𝖗𝖞"-shirbertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora