Capítulo 3.

393 59 18
                                    

Anne

Hace exactamente cinco minutos terminamos de cruzar la frontera, lo que nos corona oficialmente como secuestradores, y fugitivos a los niños.

Hace una hora cambiaron radicalmente nuestros planes, cuando llevamos a los chicos al orfanato y nos dijeron que una vez ingresaran allí, no sería posible para sus padres volverlos a ver.

Solo tienen seis años, no es justo nada de lo que les esta pasando.

Yo sé lo que es vivir sin padres, no les haré eso, si tengo que poner a estos niños como mi prioridad es lo que voy a hacer, pero volverán a ver a sus padres, es mi promesa.

—Nimue, dame eso!—Dijo el pequeño Nahuel a su amiga, tomando la moneda que se estaba metiendo a la boca.

Gilbert al ver lo que pasaba, se arrodilló a la altura de la pequeña y le tomó la mano.
—Nimue, ¿que dijimos sobre tomar monedas sin permiso?—su  tono era suave, casi como si estuviera susurrando.

La pequeña, que estaba mirando al suelo esperando que le gritaran, levantó la cabeza sorprendida, y recordando lo que le habían dicho minutos antes, enderezó la espalda y recitó:
—No tengo que tomar monedas sin permiso porque estan sucias—arrugó la nariz con asco—.Y porque no debo tomar cosas que no son mías.

Sonrió, orgullosa de haber recordado todo. Miró a sus cuatro amigos y les chocó los cinco.
  

"𝖎𝖙'𝖘 𝖙𝖊𝖒𝖕𝖔𝖗𝖆𝖗𝖞"-shirbertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora