Capítulo 16.

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Anne

Fue una mala, muy mala idea.

¿Quién en su sano juicio les daría harina y huevos a cinco criaturas traviesas?

Pues yo, obviamente.

Entre risas y guerras de harina, hicimos la receta de Marilla.

La cocina quedó hecha un desastre y tuvimos que limpiar y luego bañarnos.
Por otro lado, los bollos salieron exquisitos.

Nimue come otro con verdadera emoción.
—Gracias señorita Anne, este es el mejor día de mi vida —al decirlo, sus mejillas se tiñen de rojo y creo que voy a derretirme de ternura.

Los demás asienten en acuerdo.

A lo lejos veo a Gilbert volver caminando, y atras suyo dos enormes carretas cargando algo.

Espero que los niños salgan corriendo a saludarlo, pero solo lo miran y siguen comiendo.
Ladeo la cabeza, poniendo los brazos en jarra con expresión divertida.

Iris es quien lo nota y dice:
—Podemos esperar hasta que llegue. —y sigue comiendo.

Los demás asienten y toman otro bollo.

Niego divertida y voy a saludar a Gilbert.

—¡Hey, pelirroja! ¿recuerdas que te hablé de una sorpresa? —grita eufórico y señala las carretas—. Pues acabamos de comprar toda la madera para construir nuestra casa.

Doy un grito de júbilo y sin poder contenerme voy hacia él y lo envuelvo en un fuerte abrazo, me levanta en el aire y me hace dar una vuelta.
—Nos costará mucho esfuerzo, pero te prometo que tendremos nuestro hogar —promete con una sonrisa.

"𝖎𝖙'𝖘 𝖙𝖊𝖒𝖕𝖔𝖗𝖆𝖗𝖞"-shirbertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora