Capítulo 33

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Anne

Es increíble cómo tu vida puede cambiar en un segundo.

Hace un año, cuando encontré a los pequeños y conocí a Gilbert, no esperaba que fueran a convertirse en mi familia.
Y hasta hace diez minutos, no imaginaba que estaría escupiendo sangre en el suelo.

*********
Veinte minutos antes

—Y entonces dije: ¡maestra, la respuesta es siete!

Nimue choca su palma con la de Irán felicitándolo.

Revuelvo su cabello y dejo un beso en su mejilla
—¿Has visto? Sabía que podrías aprobar. Estoy orgullosa de ti.

Sus regordetas mejillas toman un ligero color rojo y sonríe con la boca llena.

Estoy tentada a regañarle por hablar mientras aún esta masticando, pero decido dejarlo pasar esta vez. Está muy emocionado por su pequeño triunfo.

No obstante, es Nirah quien toma cartas en el asunto.
—¡Eugh!¡come con la boca cerrada!

—¡Tú ten la boca cerrada!

—¡No, tú!

—¡Tu!

—¡¿Podrían comportarse?! —Iris frunce la nariz mientras habla.

Pongo orden haciéndoles prometer que van a tratarse bien y se piden disculpas.
Estos pequeños desacuerdos son algo comun en esta casa, así como lo es que estén correteándose y riendo a los cinco minutos.

Terminan de almorzar y levantan la mesa en lo que yo sigo amasando. Si mis cálculos no fallan, debería hacer unas cinco tandas más de bollos en tres horas si quiero llegar a vender mañana.

Escucho tres golpes en la puerta, me quito el delantal antes de alisarme el vestido.

—¡Señor Bash! ¿Trajo a la bebé con usted?

Ese es Irán, que pasa a ignorar a nuestro amigo para fijarse si está Delphine detrás de él.

—¡Bash! ¿Qué tal todo?

Me acerco a saludarlo y él mira hacia dentro de la casa. Frunce el ceño y cambia el peso de un pie a otro, secándose el sudor de sus manos en su pantalón, nervioso.

—Buenas tardes Anne, ¿está Gilbert?

—Llega más tarde, ¿está todo en orden?

Vacila entre decirme o no, suspira y dice:
—No sé si Gilbert habló contigo sobre esto pero...el año anterior han intentado robar a unas calles de aquí y hace unos meses entraron a mi hogar.

—Me dijo que estaba preocupado sobre ello, pero como no volvió a pasar nada,supongo que lo olvidamos ¿quieres sentarte o un vaso de agua? ¿Ambas?

—Solo...no creo que debas estar aquí sola, Anne.

—¡Tengo a dos soldaditos y a tres pequeñas guerreras! Estoy más que a salvo.

Bromeo, pero su gesto preocupado permanece.

—Me estás asustando. ¿Necesitas contarme algo más?

—Ayer dos tipos entraron a mi casa. Estaba la niñera de Delphine y le dejaron un moratón en el ojo. Desconozco si son los mismos que la otra vez o no, pero hay una cosa clara: no tienen reparos en utilizar la violencia. —Suelta sin pararse a respirar un segundo.

—¡Dios mío! ¿Le han avisado a autoridades? ¿Nadie ha hecho nada?

De pronto en todo lo que puedo pensar es en los niños, no podría vivir con la culpa si les pasa algo bajo mi cuidado.

"𝖎𝖙'𝖘 𝖙𝖊𝖒𝖕𝖔𝖗𝖆𝖗𝖞"-shirbertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora