32.

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Diciembre llego, se podía decir que era mi mes favorito o estaba cerca. Me gustaban mucho las fiestas y también era el cumpleaños de hugo, así que ya estaba pensando en su regalo, él siempre era lindo conmigo.

Noviembre no había sido el mejor mes. Fue mi mes de descanso de las pastillas y los síntomas me inundaron de repente. Dolor de cabeza, mareos, cansancio, dolor de huesos. Había tenido que faltar bastante al instituto por aquellos motivos y tampoco me pude poner al corriente del todo en casa. Eso me tenía demasiada cabreada, ya que todo se me estaba complicando y no faltaban nada para los exámenes.

Amor, debemos irnos.- lo escuché mientras aparecía.- se nos hace tarde.- soltó luego de mirar su reloj.

Si ya.- digo. Estaba colocándome tapa ojeras.- debia arreglar esta cara.- digo saliendo del baño para recoger mis cosas.

Pero si estás hermosa así.- suelta y se coloca el saco.

Y tú qué bueno estás de traje, en serio.- suelto mirándolo y sonrie.

Aún lleva esa cara de dormido que tanto me gusta. Sus ojos se achinan demasiado.

Tu dices.- suelta canchero.

Estás fuerte.- suelto mordiendo mi labio y se acerca. Pasó mis brazos por su cuello y deja un pequeño beso en mis labios.

Acaso esto es una estrategia para que nos volvamos a meter en esa cama.- pregunta con una sonrisa.

Puede..- digo y acomodo el cuello de su camisa.- funcionó.- pregunto.

Negativo señorita, vamos.- dice y bufo. Escucho su risita y salimos de aquella casa.

El frío a la mañana era pésimo. No quería saber cómo estaríamos en enero, seguro congelados.

Creo que luego puedo pasar por ti, yo te mando, si.- me suelta cuando llegamos.

Si amor, no te preocupes.- digo y me acercó a besarlo. Me separó y el muerde su labio mirándome.- qué tengas un lindo día, adios.- digo bajando.

Adios, te quiero.- me grita bajando la ventanilla.

Y yo.- le digo riendo y entro a mi rutina.

Últimamente venia con el. Él y mi madre tenían miedo que me descomponga manejando, eran un poco exagerados los dos juntas. Por lo tanto, no agarraba mucho el coche sino era necesario.

Entro a mi ultima clase, que son dos horas seguidas. Eran las 11 de la mañana y me acomodo en el medio. Todos estamos tomando apuntes del examen que se aproxima. Pero algo me desconcentra rápidamente.

Señorita Barreiro, se encuentra bien.- dice la profesa y todos miran hacia mi.

Solo niego agarrando mi bolso y salgo corriendo hacia el baño. Con una mano tapando mi nariz llego. Tiro la mochila al piso, por suerte siempre al papel en los baños. Mi nariz de repente a empezar a sangrar, esta vez en medio de una clase, la vergüenza del año. Luego de unos minutos ya paró y noto la presencia de la profesora. Tiene mi cuadernillo y mis lápiz en su mano.

Esta bien.- pregunta y asisto.- vaya a casa.- suelta dándome las cosas.

No profe, estoy bien, en serio.- le digo y me mira negando.

Vaya, yo entiendo su condición, vaya a descansar.- suelta.

Profe estamos en medio de los exámenes, no me volverá a pasar.- le digo.

Hace frío señorita Barreiro, que mejor que vaya a casa.- suelta y suspiro.- tómese el día y estudia en casa, es una buena alumna.- dice y la miro.- mejor que esté allí y no le pase nada aquí, sola.- dice preocupada.

Esta bien.- susurro.

Espero que se mejore, nos estamos viendo.- dice despidiéndose.

Maldita sea.- digo y me apoyo en la pileta del baño.- maldita enfermedad, maldita vida.- digo ruda conmigo.

Guardo las cosas en mi bolso y me salgo. Me tomo un taxi para irme rápidamente a casa, en el transcurso le mando a Hugo que he salido temprano. No quiero que se preocupe, aparte quería estar sola.

Estás bien.- se anima a preguntar mientras comíamos. Solo asisto.- te ha pasado algo, te noto...

Solo estoy cansada.- lo interrumpo.- tengo que estudiar mucho, es eso.- le digo mirando mi plato.

Eva, sabes que puedes contar conmigo para cualquier cosa.- dice acariciando mi mano.

Lo se, solo estoy colapsada, si.- le miro y asiste con una mueca.

Luego el almuerzo sigue en silencio y todo el día sigue igual. Tenía un humor fatal, nada iba bien. Ya no quería seguir así, estaba perdiendo todo.

Has comido poco y hablado también, seguro que estás bien.- pregunta cuando nos acostamos, solo asiste.

Buenas noches.- le digo para dejar un corto beso en sus labios.

Descansa.- dice al separarnos y deja uno en mi frente.

Me acomodo y enseguida me duermo, ni siquiera pongo mi alarma porque no pienso ir al día siguiente ni los que siguen.

Eva.- escucho en mi oído.- amor que se te va hacer tarde.- dice y besa en mi mejilla.

No voy a ir.- suelto.

Por qué.- pregunta.

Porque no tengo ganas hugo, déjame dormir.- le suelto.

Ya has faltado mucho Eva, se vienen los exámenes, vamos.- dice y lo miro. Hoy me he levantado pésima.

No voy a ir más.- digo y se ríe.

Vamos Eva, son las 7 de la mañana, déjate de tonterías.- dice.

En serio Hugo.- suelto y me mira serio.

Tu estás loca.- pregunta.- o me estás jodiendo.- pregunta de nuevo.

Que no, que no voy a ir más, se acabo.- digo.

Eva, alguien te ha echo algo, qué pasó.- pregunta mirándome y se sienta a mi lado.

Nada, solo no tengo mas ganas de seguir la carrera.- digo mirando la pared.

Mírame..- dice y su mano acaricia lentamente mi cara.

Ayer no he salido temprano, tuve que salirme de la clase porque mi nariz empezó a sangrar.- digo finalmente y nuestros ojos están fijos en el otro.- la profesora me ha mandado a casa, que desde aquí podía estudiar y no sé qué más cosas.- digo.

Pero no pasa nada amor.- dice y su mano se posa en mi mejilla.- ya esta, ya pasó y no debes rendirte por eso simple.- dice.

Tu no entiendes Hugo.- digo negando.

Lo que yo no voy hacer es dejar rendirte por eso.- dice.- vamos levántate.- dice y se para. Pone sus mano en su cintura y me mira.

Tu estás sordo o que.- le digo enojada.- es mi decisión, tú vete a trabajar y déjame.

Vamos Eva.- vuelve a decir y cierro mis ojos, voy a dormirme de nuevo, el que haga lo que quiera. Siento como quita toda la sábana de un tirón y abro mis ojos.- arriba.- dice serio.

Que no.- digo y tira de mis manos.

Vamos.- dice.

Que no Hugo, que no.- digo quitándolas y me siento.- qué no quiero ir más, joder.- digo y rompo a llorar.- qué no quiero seguir ni con el instituto, ni con mi vida.- suelto.

No digas eso..- dice despacio.

Que no quiero seguir así.- digo y tapo mi cara con mis manos mientras lloro.- qué no quiero seguir si esta enfermedad sigue en mi. Quiero una vida normal, no está.- digo y lo miro. Su mirada es triste.- qué no puedo hacer nada, ni salir, por qué no se si voy a desmayarme, vomitar o sangrar.- suelto.- ya no puedo, no puedo ni quiero seguir así, perdón.- sus brazos me rodean.- no puedo ni quiero Hugo, ya no, mis ganas de luchar se anularon, ya no puedo.- digo y el llanto se aumenta en su pecho.

Una esquina de Madrid. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora