Nuestras vacaciones habían llegado. Ya estábamos en Ibiza, aun nos quedaban dos dias de descanso. Los días que llevábamos estaban siendo increíble y más con mi compañía. Los desayunos disfrutando la mañana, el día en la playa, las noches de cenas a la luz de la vela y las madrugas de amor. Esa era nuestra rutina, agregándoles los besos, las risas y lo bien que estábamos juntos. Siento unos besos en mi hombro, suben por mi cuello y se detienen en mi mejilla.Mmm.- gruñó y busco su brazo para abrazarme a él.
Buenos días no.- suelta Hugo besando mi frente.
Buen día amor.- susurro.
El desayuno ya está, son las 10.- dice acariciando mi cabeza cuando solté su brazo y me estiro.
Me siento en la cama, mis ojos no se abrieron del todo aun, tenia demasiado sueño, anoche nos habíamos dormido tarde y los días estaban siendo largos. Me levanto y me dirijo hacia al baño. Al rato salgo, aunque me lave la cara no me terminaba de despabilarme. Paro al verlo, está sentado en el borde de la cama con su móvil.
Que te pasa.- rie y viene hacia mi.
Tengo sueño.- suelto abrazándolo y él pasa su mano por mi espalda relajándome.
Ya.. me daba pena despertarte.- dice pasando sus dos manos por mi mejilla.- pero el..
El tratamiento, ya lo se.- susurro y vuelvo apoyar mi cabeza en su pecho.- has descansado bien.- pregunto.
Claro, como siempre.- dice y me mira sonriendo.- y tú.- pregunta.
Dormí bien abrazada a mi compañía.- suelto ya despertándome.
No hace falta que lo digas, lo he notado.- dice y suelto un risita.- venga a desayunar.- dice y asisto.
Agarro mi móvil y la pastilla para luego salir hacia el patio como todas las mañanas. Nada mas lindo que desayunar en la sombra y disfrutando de la vista que tenia esta casa. Desayunamos y decidimos que nuestro día iba hacer tranqui. La verdad lo agradecía. Nos metimos a la piscina, era lo más bonito de la casa. Me puse en el borde y tiré mi cabeza hacia atrás. Me bronceaba o me bronceaba. Aunque me había puesto protector, hay que cuidarse la piel.
Murmuro aquella canción que suena en el parlante chico, esa canción que parecía que era nuestra, su relato nos representaba. "Durmiendo en nuestro colchón, ojos y labios despiertan hinchados, ninguna noche nos pasó" "se que prefieres la ropa holgada, música bien alta empieza a sonar, vienes deprisa coges mi mano y con sonrisas vamos a bailar" "ni siquiera importa donde vamos, porque él que piensa cada día soy yo". Y es que la canción pasaba y yo sonreí como si estuviera en un videoclip de ambos. La canción me llevaba a esos recuerdos que tenía junto a él.
"susurros, suspiras, posturas divinas" "tu abajo yo arriba, tú arriba yo abajo".- escucho a Hugo y lo miro sonriendo.- soy yo, soy yo.- me canta viniendo hacia mi y pasó mis manos por su cuello.
En otra vida fuiste cantante, no hay dudas de eso.- digo mirándolo detalladamente.
Y tú modelo, porque con esta belleza, madre mía.- dice y sonrió avergonzada tapando su cara.- igual..- suelta y saco las manos para ver con qué sale.- no me importa que fui en las otras vidas, lo único que pido es que te haya conocida en todas.- dice y muerdo mi labio mirándolo.
Niego y enrollo mis piernas en su cintura, lo abrazo apretándolo contra mí mientras nuestras bocas se juntan.
Te quiero.- digo dejando picos.- mucho, mucho.- suelto de la misma manera.- y pido lo mismo.- digo separándome de él y nuestras narices se acarician.- y estar sana para disfrutarte más.- suelto.
En esta vas a sanarte y vas a disfrutarme.- dice seguro como siempre. Lleva mi pelo atrás de mi oreja.- tienes hambre.- pregunta.- son las 15, no hemos almorzado nada.
La verdad si.- digo soltando una risita.
Venga, carrera y el que pierde se encarga de la comida.- asistí rápido y el se pone en modo competitivo.
Nos acomodamos y empezamos a nadar, claramente le gané y el se notó demasiado sorprendido. Me reí saliendo de la piscina.
Te olvidas que hice natación.- suelto mirándolo con mis brazos en mi cintura.
Mierda, que idiota.- dice y suelto una carcajada.
Venga que tengo hambre.- digo con actitud de ganadora y él sale.
Primero dame un beso, me quede medio mal.- dice haciendo carita de pena y yo me derrito.
Pobrecito.- digo acariciando sus mejillas y junta nuestras bocas.- aaah.- grito cuando siento que caemos a la piscina.- me vas ahogar idiota.- le digo riendo cuando salgo debajo del agua y pasó mis manos por mi cara.
El me mira mordiendo su labio y tira de mi brazo para pegarme a él y besarme. Mis piernas se enrollan en su cintura rápidamente. Así es más cómodo, a su altura. Nuestras bocas juegan al igual que mis manos en su pelo. Era un besos con ganas y ninguna iba a ser culpable de cómo podía llegar a terminar esto.
Venga, voy hacer el almuerzo, sino no prometo frenar esto.- dice y suelto una risita separándome completamente de él.
Salimos y me coloco un remeron luego de secarme un poco. Él va a la cocina, pero a pesar de a ver ganado termino con él allí, ayudándolo. El día lo pasamos tranquilo y hasta dormimos una mini siesta. Salimos a la tardecita a caminar por la playa. Nos sentamos un rato, yo delante de él mientras sus manos están apoyadas en el piso y yo un poco inclinada para verlo. El atardecer está allí, era mi momento favorito. Se acerca a mi y me lleva el pelo hacia atrás, coloca en mi oreja un Flor blanca y sonrió para luego dejar un tierno beso en sus labios.
Ahora te voy a llamar Blanca Flor.- suelta y rio.
Y eso.- pregunto y sonríe mirándome.
Que.- dice.- no hay nada más lindo que una flor blanca.- suelta y muerdo mi labio mirándolo.
Te quiero.- suelto y agarra mi cara para besarnos.
Me doy vuelta ahora si para mirar los pocos segundos que quedan. Siento sus brazos rodearme por atrás.
Debes luchar, eres una mujer fuerte y maravillosa.- suelta de la nada y solo cierro mis ojos escuchándolo.- solo quiero quedarme a tu lado y que quieras que te acompañe, juntos podemos, lo sé.- su cabeza esta apoyada en mi hombro, casi que me susurra.- prométeme que no vas a rendirte.- suelta.
Te lo prometo.- suelto viendo cómo el atardecer desaparece y tiro mi cabeza hacia atrás para apoyarme en él.
Allí nos quedamos, disfrutando de la brisa que empieza aparecer. Disfrutando de las caricias, del silencio, porque no hace falta decirnos nada, solo quedarnos así.
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Una esquina de Madrid.
Teen FictionY es que todo puede cambiar en un segundo y un lugar se puede volver una marca para toda la vida..