Prólogo

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-Por que no me lo dijiste antes __(Tn)? - exclamo Hillary horrorizada.

-No le quería decir a nadie. Pero me vi obligada a decirle a Shawn- dije apenada.

-Pero... ¡no lo puedo creer!, es Samuel es divertido, amable. Como... ¿Que paso?

-Solo fue un descontrol- sonreí

-Un ¿descontrol? Eso...¡mira tu cara! Me creí lo de que te habías caído, porque eso parece paliza de cemento. ¡No de ese b.suraa!

-¡No le digas b.sura!- proteste- no es la gran cosa, pasa siempre en las relaciones.

-Tenes ese síndrome!- dijo tomando mis manos.

-¿De cual hablas?

-El que todas las mujeres abusadas tienen, creen que es normal lo que esta pasando.

-El único síndrome que tengo es que estoy enamorada de él- murmure.

-Por Dios, __(Tn) ¿Que paso con mi amiga, la que no le importaban las relaciones, sabia bien lo que estaba mal y lo que no y además era fuerte?- hizo una pausa, me dirigió una mirada de preocupación- ¿cuantas veces te ha golpeado?

-Solo tres- respondí casi para mí.

-¿Solo?, ¡debería estar en la cárcel!- apretó mis manos

-No, por favor. Por eso solo te he dicho a ti y a shawn No puedes decirle a nadie.

-¿Estas loca? Como no voy a decirle...- suspiro- primero que nada, cuéntame como empezó todo.

Sentí ese detestable nudo en mi garganta, que últimamente era muy común. Por supuesto que tenia las cosas claras, Sam si me golpeaba quien sabe como empezó con eso. Pero a veces el amor te ciega. Y yo no estoy dispuesta a dejarlo.

-Comenzó hace dos semanas atrás, cuando fuimos a su parrillada

I Know Were In TroubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora