10-Primer golpe

693 40 0
                                    

Capitulo 10

Subí al departamento, cerré la maldita puerta. Después abrí el maldito congelador, y ni había ninguna maldita cerveza. Por la culpa de esa zo...rra.

Vi el hermoso jarro que le había regalado su madre cuando fue a la India, era tan preciado para ella. Incluso más preciado que yo, ¡cualquier cosa era mejor que yo! Tome en jarro y lo tire a la pared convirtiéndolo en pedazos.

Pateaba todo lo que me impidiera el paso. Y me tire con fuerza a la cama. A llorar como el tonto e imbécil que fui al amarla.

________ Pov.

-¿Por qué me besaste? ¡Sabías que él estaba ahí!- dije histérica.

-________, él no te merece. Es un celópata! si tienes mala suerte te podría matar en cualquier minuto. Créeme he estudiado ese tipo de patología y lo mejor que podrías hacer es dejarlo. Él siempre va a creer que tú lo engañas.

-Él no es lo que tú dices. Le han roto miles de veces el corazón, y ahora cree que yo lo hice. Claro que ahora va a creer que lo engaño. ¿Cómo pudiste?- dije al borde de las lágrimas.

-Es mejor que te alejes de él ahora antes de que todos nos arrepintamos.

-Nadie se arrepentirá de nada Nash! ¡Yo lo amo! Jamás lo dejare.

-_______ mira lo que estás diciendo, ¡también estás loca!

-Sí, ¡pues entonces mándanos a ambos a un hospital- tome mi abrigo y me pare.

-Por favor _______, al menos deja que se calme.- me sostuvo del hombro

-Yo puedo sola- dije zafándome de su agarre. Y para mi suerte justo paso un taxi. Lo tome y rápidamente llegue al edificio. Apreté el botón de ascensor, pero nunca se abrió. Así que corrí a las escaleras, solo eran cinco pisos. Los subí en menos de un minuto y abrí la puerta con mi llave.

Mire a mí alrededor e inmediatamente note la falta del jarrón de la India que me había regalado mamá. Casi me da un infarto al verlo en el suelo en mil pedazos.

-¿Que le paso al jarrón?- grite.

Al no escuchar ninguna respuesta, corrí a nuestra habitación. No estaba en la cama, me iba a dirigir al baño cuando sus enormes manos me sostuvieron por los brazos y me golpeo contra la pared. Solté un gemido de dolor.

-¿Por qué lo hiciste ______?- me dejo ver su rostro. Parecía completamente destrozado.

-Yo puedo explicártelo sam dije despegándome de la pared- Nash solo...- pero callo mis palabras con una fuerte cachetada que me hizo caer al piso.

¿Qué? Oh diablos sí que dolió, mi cara arde como si tuviera una plancha encima. Se fue acercando peligrosamente a mí.

-¡No lo hagas!- solté el nudo en mi garganta, el más grande que he tenido en mi vida.- ¿Por qué hiciste eso?

-¡Porque tú eres mía! ¡De nadie más!- grito ferozmente, golpeando su puño contra la pequeña mesa. Me miro unos segundos y se arrodillo en el piso. Bajo su cabeza y se llevó una mano a la cara para ocultar sus lágrimas. Yo estaba un poco mejor que él. Me acerque a abrazarlo, pero él no me respondía de la misma forma.

-Sam no llores, por favor. No es lo que tú crees.

-Claro que si- dijo cargando su cabeza en mi hombro.

-No, Nash me beso para sacarte celos. Pero en cuanto te vi, salí de ese restaurant en un segundo.

-¿Te gusta?

-Claro que no

-Eso no te lo creo, lo supe desde el momento en que se saludaron. ¡Me mata pensar en eso!

-No deberías pensarlo. Eres al único que deseo- levanto la cabeza y tomo con fuerza mi nuca acercándome para devorar mis labios. Le respondí de una manera más suave, acariciando su cara. Me tomo por la cintura apretando tanto que me provocaba dolor y me levanto sin dejar de besarme. Me tiro con brutalidad en la cama y se me quedo mirando por algunos segundos. Yo le rogaba con la mirada que me perdonara. Se recostó sobre mí y me beso el cuello. Después mordió el lóbulo de mi oreja. Solté un pequeño gemido.

-Por favor, perdóname- pero él no contesto.

Parecía concentrado analizando mi cuerpo. Estaba vez si quería que me hiciera el amor. Pero tal vez solo sea sexo, debido a su enojo.

-Sé que te mentí, debí decirte que iba con Nash,pero no quería preocuparte.- otra vez me respondió el silencio.

Entonces note que su cuerpo tensado y brusco se volvía suave y acogedor. Dibujo la línea de mi mandíbula, después acaricio mi nariz. Y paso su dedo por mis labios y me volvió a besar, pero esta vez con toda la delicadeza del mundo. Sus manos empezaron a recorrer con suavidad mis curvas, se detuvo en mi abdomen para acariciarlo. No se necesitaban de palabras en ese momento, todo era perfecto. Acaricio mis piernas por debajo de mi falda de mezclilla y sonrió. Eso me hizo completamente feliz, verlo sonreír otra vez. Volvió a subir sus manos y toco uno de mis senos que masajeo placenteramente, se me escapo un casi inaudible jadeo. Nuevamente acaricio mi cara, el lado derecho aun me ardía, dio pequeños besos en la zona enrojecida. Después apego su frente con la mía.

-Te amo- murmuro sobre mis labios.

-Yo también te amo- respondí de igual forma.

-Te amo mucho, eres mi vida _______- se le quebró la voz en la mitad de mi nombre.

-Nunca haría nada para lastimarte

-Perdóname- sollozo escondiendo su cabeza en mi pecho.

-Era entendible- le respondí.

-Claro que no, soy un bruto. Eres mucho para mí

-No es verdad

-No lo hare otra vez.- rozo su nariz con la mía.

-Gracias- sonreí.

Me debería molestar su cambio de ánimo tan drástico. Pero no me importaba, estaba tan feliz por lo que me había dicho. ¡Me ama! Volvió a unir nuestros labios en un precioso beso. Se separó un poco y se quitó la camiseta, para después quitar la mía.

-¿Ese sujetador te lo regale yo?- dijo mostrando su blanca sonrisa.

-Si- reí

Beso cada rincón de lo poco que se veía de mis senos. Con mis manos recorrí su fuerte pecho y después las lleve hasta su espalda.

Se acostó sobre mí lentamente, casi sin cargarme, con la cabeza en el valle de mis senos.

-Amo ese sonido- dijo refiriéndose a mi corazón, sentí que sonreía.

-Solo lo dices porque te pertenece- bromee.

-¿Quieres escuchar el mío? Es más fuerte.

Asentí. Se puso de lado y coloco mi cabeza en su pecho.

-Parece que va a explotar- reí.

-Está aprendiendo a volver a funcionar- dijo jugando con mechones de mi cabello.

Lo mire fijamente a los ojos. Sus hermosos ojos marrones. Profundos y llenos de ese algo que me hacía amarlo cada segundo más.

I Know Were In TroubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora