11-Amor

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Capitulo 11 Maraton (1/4).

Desabrocho lentamente el cierre de mi falda y yo me apure en bajarla. Le ayude con sus pantalones ya que él solo me miraba. Los baje dejando al descubierto sus boxers negros incapaces de ocultar esa perfecta erección.

Cargo su cabeza sobre una mano y paso sus dedos por mi cintura, provocando que la piel se me erizara. Después recorrió mi columna hasta encontrarse con el broche del sujetador que me saco en menos de un segundo. Me lo quite completamente levantando los brazos y después depositarlos alrededor de su cuello, apegando más su cuerpo al mío.

-Eres hermosa- murmuro.

-Tú lo eres más- soltó una risa sarcástica.

-Mi preciosa, hermosa, bellísima _______.

-Te necesito sam- dije antes de darle un corto beso en los labios.

Beso mis dos senos y se metió uno a la boca, solté un gran gemido.

Sam Pov

Su aroma era irresistible, su piel era perfecta. Sus ojos, ni hablar. Me tenían loco. Seguí lamiendo su pezón, lo mordía delicadamente y de su boca escapaban unos perfectos gemidos. La acosté y nuevamente me coloque sobre ella, afirmándome con ambas manos sobre la cama. Ella empezó a bajar mi boxers y yo la veía, comiéndomela con la mirada. Era mi turno, baje sus bragas hasta las rodillas y me introduje en ella. Soltó un fuerte grito de placer. Su feminidad estaba completamente húmeda, lo que me hizo sonreír.

-¿Hace cuánto no lo hacíamos así?- pregunte.

-Nunca ha sido así- respondió.

-Planeo que sea inolvidable

Comenzó a moverme dentro de ella a un ritmo regular. Gimió exquisitamente.

-¡Más, más!- dijo llevando sus manos a su cabello. Mantenía los ojos cerrados.

-Quiero verlos, ábrelos- le pedí y me obedeció haciendo sacudir sus largas pestañas.

-¡Te amo Sam!

-Yo tambien te amo- dije antes de besarla. Su sabor era delicioso.

Seguí subiendo y bajando, cada vez a un ritmo más acelerado. Ella arqueo la espalda y dejo sus pechos cerca de mi cara. Que automáticamente bese. Bajo sus manos un poco más abajo de mis caderas y empujo hacia su cuerpo para aumentar la profundidad de la penetración. Sus gemidos pronto llenaron la habitación, sabía que el clímax se acercaba. Tanto el de ella como el mío.

-¡No te detengas!- dijo con la respiración entre cortada.-Me encantas.

-Tú también me encantas, princesa- bese su frente un poco mojada de sudor

Aumente un poco más la velocidad de mis movimientos. Y solté un gruñido parecido al de un animal. Me acerque a besarla, pero fue justo cuando el orgasmo salió de ambos. ________ grito tan fuerte que fue casi imposible que no cerrara los ojos. Con los cuerpos sudados seguí moviéndome, quería perdurar el momento, aunque mi cuerpo ya no diera para más. Los espasmos se apoderaban de su cuerpo. Su cara retorcida era perfecta, de todas maneras lo era. Di un último empuje y caí sobre su cuerpo, estaba realmente cansado. Ella casi me mata.

Acaricio mi cabeza enredando algunos mechones en sus dedos. La de vuelta ágilmente dejándola sobre mí, aun sin salir de ella. Acaricie su espalda desnuda mientras ella descansaba con la cabeza sobre mi pecho. Me abrazo tiernamente, se estaba quedando dormida. Acaricie uno de sus brazos y se movió incomoda. Mire hacia allá y mi corazón se detuvo por un segundo, al ver una marcas grises a lo largo de su brazo, tenían la secuencia de unas manos amenazadoras. Y el único responsable de eso era yo. Después lleve mi vista a su mejilla derecha, estaba menos roja que antes, pero se le veían algunos vasos sanguíneos rotos. Le estaba haciendo daño. Y a la mujer que más amo, soy un imbécil. Qué clase de animal me estaba convirtiendo.

Su respiración se volvió más profunda, estaba durmiendo. Después de un rato auto-insultándome yo también lo hice.

A la mañana siguiente desperté, estábamos en una nueva posición. Ambos de lado, ella delante mío y yo rodeando su cintura con mis brazos. Era el paraíso despertar junto a ella.

Sentí que se estiraba un poco en mis brazos.

-Buenos días- dije en su oído.

-Hola amor- me respondió.

-¿Me llamaste amor?

Se dio la vuelta para mirarme.

-Lo eres- después me dio un pequeño beso.

-¿Eres la mejor lo sabias?

Asintió no muy convencida.

-Te amo tanto _______, no sé qué sería mi vida sin ti.- me abrazo apegando su cuerpo contra el mío.

-Prométeme que no volverás a tener arranques de celos sin antes preguntarme a mí.

-Lo prometo- respondí automáticamente.

-Porque debes saber que te amo, te amo desde mucho antes. Y si esto llegara a terminar no sería de la horrible forma con la que estás acostumbrado. Jamás te dejare por otro.

-Me gustaría quedarme contigo toda la vida, y si no pudiera, alguien muy parecida a ti. Aunque nunca sería lo mismo que tener a la verdadera perfección.

-Bésame Sam- se le quebró un poco la voz.

-No llores bebé- luego uní mis labios con los de ella en un cálido beso.

Despues de un largo rato más, tomamos desayuno, nos vestimos y fuimos a la universidad.

I Know Were In TroubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora