36-Todo menos eso

418 35 8
                                    

Capitulo 36 FIN MARATON

Busque un pañuelo en mi bolso y seque todas las lágrimas de mi cara. No podía verme más patética en este momento. Alguien bajaba las escaleras e intente disimular como que buscaba algo en mi bolso.

-¿Podemos hablar?- era su voz. Oh, su hermosa voz.

Se sentó a mi lado. Ya tenía sus pantalones y camiseta. Yo solo asentí con la cabeza. Y solté un sollozo.

-Oye- me abrazo. ¡Oh...****!

-Sam, no tienes que hacer eso.

-Me importas

-¿De veras?-dije con sarcasmo.

-Hubieras...hubieras llamado ____.

-Es mi casa.

-Sí, lo sé.

-Mi papá pago las deudas.

-Si me dijeron.

-¡Tú no puedes traer a cualquiera a mi casa!

-Lo siento. En serio. No quería que la conocieras así.

-¡Yo no la quería conocer!

Acaricio mis brazos con suma delicadeza.

-Ya no me duelen, puedes hacerlo con normalidad.

Me apego más a su cuerpo.

-Sé que ahora debes odiarme. Te dañe y sigo haciéndolo...pero, creo que a futuro será mucho mejor.

-No te odio Sam. Solo estoy enojada. Y entiendo a qué te refieres.

-No quiero volver a hacerte daño.

-Sí, ¡lo sé! Pero...- ¿qué le iba a decir? ¿Que terminara con ella porque nosotros debemos estar juntos? Bueno, sí. Pero antes tenía que saber algo

-¿Tú la amas?

Él callo y se apartó un poco de mí.

-¡Sam!... ¿tu amas a...Carla?

-¡No lo sé! Agh- se revolvió el pelo con ambas manos.

-¿Me amas a mí?- sonó casi como un susurro.

Me miro un largo rato. Y en su cara se dibujó una sonrisa comprimida. No sabría si decir que era de lastima o de burla.

-¡Samuel responde de una vez!

-No, no te amo.

Mi labio inferior comenzó a tiritar. En un tiempo pensé que no había nada más doloroso que cuando sam me golpeaba. Pero ahora me doy cuenta de que si hay algo peor. Que no me ame.

-Pero eso no significa que ya no seas alguien importante en mi vida.

No, no Wilkinson ¡No lo digas!

-Eres como...mi mejor amiga. Mi hermana, mejor dicho. Antes éramos muy unidos. Todos lo dicen, ¿podemos ser así otra vez?

-¿Estás hablando en serio?

-Sí, también me gustaría que te llevaras bien con Carla. Créeme. Cuando la conozcas mejor...

Una versión ajena a la _____ que conozco salto al aire. O tal vez era la de siempre. Demasiado enojada. Con una fuerte cachetada que hasta a mí me dolió un poco golpee su mejilla con tanta... ¡ugh! ¿Cómo se atrevía a decirme eso? ¿Qué **** tenía en su cabeza?

-No quiero conocer a esa zorra jamás en mi vida. Y...- ¡no llores ____! Estaba saliendo todo tan genial

- ¡Vete al diablo!

-______- intento tomar mi mano sin éxito.

Tome mi bolso y mis zapatos y lo deje ahí. ¡Agradece que no te pegue en las bolas! ¡****a!

-_____, ¿dónde vas?- me grito Susanne.

Por Dios, cierto mi bolso. Sonríe, sonríe.

-Gracias Susy- apenas lo pude tomar- voy a coger un carrito.

-¿Está todo bien? ¿Sam estaba ahí?

-No, al parecer no. Toque y toque y nadie abrió. No importa, tal vez salió a trotar. ¿Quién sabe? Iré a la casa de unos amigos. No te molestes en llamar a nadie.

-¿Segura? Puedo conseguirte las llaves.

-No, por favor. Nos vemos luego.- arrastre el carrito hasta la salida.

Ahora volvía la imagen de esa...de Carla asomándose por la puerta. ¿De verdad había visto eso? ¿De verdad le había hecho una invitación a Sam a una comida que ni siquiera existe? ¿De veras lo había golpeado? Y ¡guau! Sí que se sintió bien. Podría ir allá y ahora golpear a Carla. Eso sería divertido. Pero volviendo a la realidad. Ella tenía a mi hombre. El que alguna vez fue mío. Y yo, suya.

I Know Were In TroubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora