45- Boda

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-¿Que decías amor?
-Nada, es que...tú sabes que ____ siempre ha sido loca por trabajar. Solo digo que debería tomar un descanso también. Un descanso de unos cuantos meses al menos- me miro insinuando.
-Imposible, ella es muy hiperactiva- soltó Sam. Y al parecer luego se arrepintió.
-Sí, lo soy.

Se provocó un silencio de unos minutos

-Y tu Sam. ¿Qué planeas hacer?- pregunto Valentina otra vez
-El otro día hablamos de salir al extranjero en las vacaciones. Y luego ir a Omaha a ver a su familia.

Casi me atraganto con la comida.

-¿A Nebraska?
-Por supuesto. ¿A dónde más? Por lo que me cuenta Sam, es un pueblo muy pintoresco.
-Deberías ir...mamá me pregunta mucho por ti ____.
-¿De verdad?- sonreí
-Sí, ayer hable con ella.
-¿Como esta?
-Muy bien, se inscribió a un curso de pintura...ya sabes de esos donde va con todas sus amigas solteronas.
-Me da gusto- reí por lo bajo.
-Añoro conocerla- dijo Carla apoyándose en su hombro.

La ignore y continúe comiendo. Después Nash se puso a hablar sobre football. No me interesaba. Así que no hice ningún comentario. Entonces desde hace mucho, me dedique a mirar a Sam atentamente. Como sonreía con una broma casual. Cuando reía mientras bebía de su copa. Y entonces me vino a la imagen el momento en que tendré que decirle. ¿Cómo actuara? Tenía miedo por eso. Pero al mirarlo. Tenía la sensación de que a él le encantaría. Luego Carla le beso los nudillos y arruino todo.

-Disculpen, tengo que preparar el postre.

Me pare de la mesa yendo hasta la cocina.

Ahí estaban mis descoloridos pastelitos. Michelle había dejado todo listo para que los pudiera decorar a mi estilo. Más bien, al estilo Sam Wilkinson. Como él me había enseñado.

-¿Necesitan ayuda?- dijo Shawn entrando por la puerta.
-Sí, por favor. Necesito que los pongas en algunas bandejas.
-Bien

Me reí.

-¿Dijiste necesitan?

Me miro levantando una ceja.

-Hillary ya me explico lo de las dos rayas rosas-se acercó a abrazarme.
-¿Y qué crees?- pregunte tímidamente cuando nos separamos.
-¿Que creo? Creo que lo arreglara todo. Tú tendrás que decirle. Él obviamente dejara a Carla y ustedes...
-¿Por qué estás tan seguro que la dejara? ¿Qué tal...si él de verdad la ama?
-¿Tu lo crees de verdad?
-No sé. Por ahora no me quiero preocupar de eso. Debería estar más preocupada por si tendrán que agrandar mi vestido. OK, ¿ayúdame a llevarlos quieres?

*Tres semanas después*

-¡Al fin! Al fin está perfecto. ¡Eso es!- Hillary bailaba su raro baile de victoria frente a los seis enormes espejos.

Realmente se ve divina. La cola del vestido ahora es un poco más larga a su petición. Mientras yo miraba con desprecio mi vestido. No puedo creer que solo en tres semanas haya aumentado 2 kilos. Según ella, ni siquiera se nota.

-Hora de los vestidos de mis damas de honor- grito.

Michelle, Valentina y Rachel, una prima de Hillary fueron a los probadores. Sus vestidos azul pálido son hermosos. Algo cortos pero aun así elegantes. Primero salió Valentina. ¡Diablos! ¿Se tiene que ver tan bien?

-Eso. Un vuelta. ¿Cómo lo sientes? ¿Segura? Bien, siguiente- ordenaba la novia.

Después salió Michelle.

-Está mucho más corto- reclamo.

La modista llego a toda prisa tomando las medidas.

-Creo que se puso el de la otra señorita.
-¡Oh!

Ambas se cambiaron. Y claramente lucia mejor.

-Llego el momento...- dijeron todas como la final de un reality.
-Ya voy- murmure.

I Know Were In TroubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora