35-Mi chico

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Capitulo 35 2/3

Oh, cierto. Adonde quería ir. Había venido con solo un objetivo. Y quería cumplirlo ya.

-A mi departamento por favor.

Ellos se miraron. Claro que no les gustaba la idea. Paro el coche en frente de la recepción.

-¿Te esperamos?- pregunto hillary con preocupación.

-No, ustedes váyanse a casa.

-Si pasa cualquier cosa no dudes en ir a nuestro departamento.

Shawn bajo mi pesado bolso y me ayudo a dejarlo en recepción.

-Tú tranquila _____.

-Gracias, te veo luego.

Susanne la recepcionista de las mañanas me saludo cálidamente.

-_____. ¡Cuánto sin verte! ¿Fuiste de vacaciones?

-Algo así. ¿Qué tal estas?

-Muy bien gracias. Te ayudo se ve pesado.

-Te iba a preguntar si puedo dejar mi bolso aquí por un rato.

-Ah, primero veras a tu hombre- sonrió

-Sí, mío. Esta aquí ¿verdad? ¿Sabes si esta?

-Supongo. ¿Dónde más estaría?

Con esa zorra...em…como se llamara.

-Sí, cierto. Bien. Vengo, quizás...no se

Llame al ascensor y este se demoró una eternidad. Poniéndome cada vez más nerviosa. Al fin se abrieron las puertas y entre. Piso cinco, rápido.

Justo en este momento el ascensor subía con toda la calma del mundo. Las puertas se abrieron. En el piso cinco. Y yo me quede inmóvil sin saber mover mis pies. Cuando por fin reaccione salí y las puertas del ascensor casi me aplastan.

-¡Demonios!- me sacudí la ropa.

Bueno, no me veía mal. Tampoco excelente. Pero desde la última vez que pise este lugar mi cambio de look había sido algo drástico. El pelo bien peinado. En mi cuello llevaba un colgante de un diamante incrustado a una figura indescriptible. Unos shorts de mezclilla, una camiseta blanca debajo de una chaqueta café. Y unos tacones altos. Sin contar los carísimos lentes Ralph Lauren sobre mi cabeza. Si, San se encontraría a una _____ con un poco más sentido de la moda. Y espero que le guste. Entonces camine, unos poco pasos hasta estar frente a la puerta de mi ex...digo MI departamento. Aun es mío. ¿Verdad?

Debería tomar las llaves y abrir yo misma. No, claro que no. Toque con un nerviosismo que no conocía en mí.

Y escuche unos pasos que se acercaban a abrirme. Debería decir algo. Si, oh ****. Estoy tan nerviosa.

La puerta se abrió.

-He llega...- mis palabras se congelaron al ver a una rubia barata en la puerta. Se veía más pequeña que yo. Bueno, tal vez era de mi porte pero como yo tenía tacos me veía más intimidante. Pero las cosas se dieron vuelta cuando vi como estaba vestida. Ahora yo me sentía intimidada. Ella solo llevaba una bata de seda. Y nada más. En MI departamento.

-¿Si? ¿Qué quieres?- Me miro de pies a cabeza.

-Ah...yo...- aclare mi garganta- Yo vivo aquí- mi voz salió como un silbido.

-¿Eres ______?

Escuche que alguien más se acercaba y se me pusieron los nervios de punta.

Entonces ahí estaba él. Después de tantos meses. Seguía igual, quizás más guapo. Aunque tuve que reprimirme el reto de que se cortara el pelo. Mi vista se dirigió después a su cuerpo. Solo estaba en boxers. Oh ****. Si el destino no me quería poner más claras las cosas...

-_____- dijo con una sonrisa.

¡Dios mío! Otra vez ese nudo.

Ahora los mire a los dos. Esto...¿esto podía ser peor? Improvisa _____. Antes de que quedes en vergüenza.

-Sam hola. No quería interrumpir nada- respire hondo- Shawn me dijo que...em...te dijera que no olvides el ensayo. Que es en un mes más- ¿en serio estoy diciendo eso?- Y que podíamos comer en su casa el viernes. Después de graduarnos.

-¿De verdad?- él seguía mirándome. Con esa cara... ¡Oh por favor deja de mirarme!

-Así que ella es la famosa ______-chasqueo la lengua- Un gusto soy Carla- me tendió la mano.

-Eso era todo. Tengo que irme- rechace su maldito saludo.

-¿No quieres nada?- me seguía mirando con esa estúpida cara de imbécil.

-No, comí un delicioso desayuno en el camino. Bien, tengan un buen día. Yo...voy...por ahí. Adiós Samuel, Carla.- me despedí.

Camine a los ascensores.

-¿Y en que estábamos?

Estaba casi segura que ella lo dijo fuerte apropósito. Para que yo escuchara. Después su asquerosa risa resonó por el pasillo. No soporte más y corrí escaleras abajo. Mi torpeza aparece en los peores momentos. Casi me resbalo con un tacón. Me saque ambos y seguí bajando. Hasta llegar a las escaleras del primer piso. Y ahí me senté. Lleve mis manos a mi cara y llore. Creo que nunca me habían salido tantas lagrimas seguidas. En estas horas nadie se despertaba. Era día sábado. El peor día sábado de mi existencia. Enrollemisrodillas con mis brazos y continue sollozando.

I Know Were In TroubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora