47-Maraton 1/4

210 14 1
                                    

Ordene toda mi ropa en los cajones, a los minutos el olor proveniente desde la cocina me llamo. ¿Carne salteada? ¿Con...papas? Fui hasta allá. Sam se movía hábilmente por la cocina. Preparando dos platos sobre la isla de la cocina.

-¿Vino?- pregunto a punto de abrir una botella
-Agua por favor.

Guardo la botella. Me senté sobre el taburete mirando todas sus acciones. Decoro los platos como todo un chef. Y se sentó frente a mí.

-Pruébalo.

Le obedecí agarrando con mi tenedor el primer trozo de carne. Dios, estaba blandísima. Y además exquisita.

-Hmm...Sam, esto es muy bueno.
-Lo vi en un programa de cocina.
-Nunca te gustaron
-Un día, no había nada bueno. Y me llamo la atención. Ahora los veo siempre
-Te dije que te gustarían.
-Sí, lo hiciste- rio.

Tome mi copa con agua y bebí.

-¿Cómo estaban los chicos? Vueltos locos supongo. Solo faltan cinco días.
-Mm- limpie mi boca con la servilleta- debiste haber visto a Shawn. Jamás lo había visto tan estresado y maldiciendo a cada minuto.
-Me lo imagino.
-Por eso creí que lo mejor era salir de ahí.
-Por supuesto. Fue lo mejor.

Él se quedó mirándome por unos minutos.

-¿Qué?
-Nada...te ves más feliz.
-¿Tú crees?
-Sí, algo tienes. Como una chispa.
-Tal vez...sí, estoy más feliz.
-¿Por alguien?
-No, claro que no.
-Dime la verdad... ¿qué pasa con ese tipo? ¿Matt y tú?

Sabía que tenía que responderle con la respuesta más lógica. La verdadera. Pero yo también quería interrogar. Con osadía pregunte.

-Qué pasa con esa tipa... ¿Carla y tú?

Él se encogió de hombros ligeramente.

-Mi novia
-Mi entrenador de tennis, y mi amigo.
-Entrenador de tennis y amigo suena igual de peligroso que novio.

Reí por su comentario. Sonaba como mi papá.

-Es agradable. Se nota que fue criado por una buena familia.

Sam se tensó.

-¿Pero qué importa eso?- dije y sentí que se relajó notoriamente.
-_____...
-¿Sam?
-Estuve pensando en lo que me dijiste en la graduación.
-Lo siento. Estuvo algo feo.
-No, creo que tienes razón. Yo me creo la victima siempre.
-Bueno...
-Ahora que ha pasado el tiempo. Quisiera volver a preguntarte. ¿Me perdonas por lo que te hice?
-Sam, sabes que te perdono. Desde el primer día supe que te perdonaría.

Seguí comiendo.

-¿Estas segura?
-Sí, lo estoy.
-¿Por qué lo dices como si simplemente te hubiera robado cinco dólares o menos? Lo que te hice fue horrible.
-No lo creo

Él se sorprendió.

-¿Qué?
-Sam, me pegaste. Te arrepentiste. Estas en tratamiento porque de verdad estas arrepentido. Y mírate, estas mucho más...delicado. Quien sabe porque demonios. Claro que te perdono. Obviamente si lo vuelves a hacer te parto la boca. También fue mi culpa. De ambos, los dos estábamos en problemas. No solo tú. Yo con mi miedo a que me abandonaras no dije nada. Cuando debí hacerlo. También tenías algo de razón, cuando salí con Nash debí avisarte. Eso estuvo muy mal de mi parte. En mi vuelta a la mi antigua casa me di cuenta de algo. Lo que representaba cuando me conociste era simplemente una máscara o como quieras llamarlo para ocultar mi verdadero yo. Por dentro soy una chica que se quiebra muy fácil. Que le faltan momentos duros para fortalecerse. Nací entre algodones. Siempre me dieron todo lo que quería. Nunca nadie me había tratado mal. Hasta que me rebele contra mis padres. Necesitaba de esto. Sé que suena masoquista. Pero me hizo crecer. Y a ti también. En serio. Si sigues pensando que esto fue un error ninguno de los dos avanzara. ¿Déjalo pasar si? Te perdono, de verdad.

Él no hablo. Seguía mirándome. Quizás con admiración por mi discurso. Yo me atreví con una confesión.

-Lo que si me cuesta perdonar es lo que me hiciste después. Te rendiste...- sus ojos se cerraron con fuerza.

Yo me pare del taburete. Nuevamente me sentía mal

-Dormiré en la habitación de huéspedes. Espero que aun este la cama ahí. Esto estaba muy rico. Lo guardare para mañana.

Camine hasta la puerta del fondo.

-_____
-¿Qué?
-¿Por qué le dijiste a Shawn que fuera a verme esa noche?
-Es porque temía que te hicieras daño a ti mismo- lo mire.
-¿No fue para que me golpeara?
-No, claro que no. ¿Creíste que me quería vengar?
Se encogió de hombros.
-Prácticamente me obligue a mí misma salir del edificio. En vez de quedarme ahí tratando de calmarte- entre a la pequeña habitación.

De unos pequeños cajones en la pared saque sabanas y las coloque sobre la cama de una plaza. Al rato volví a salir hasta la habitación principal a buscar mi pijama.
Sam ya no estaba en la cocina. Lo escuche apagar la ducha. Me puse ahí mismo el pijama dejando la otra ropa guardada. Entonces salió por la puerta con una toalla en sus caderas y con su torso descubierto. Oh, es tan...

-Perdón no sabía...- me miro de pies a cabeza.
-No importa.
-Duerme aquí.

¿Me estaba invitando a dormir con él?

-No creo que deba.
-Yo duermo en la otra habitación

Ah...

-No, está bien.
-Negaras que echaste de menos esta cama. El colchón más suave del mundo.
-Recuerdo cuando lo compramos.
-El vendedor nos gritó por tirarnos a todos los colchones de la tienda.
-Sí, pero valió la pena- reí- está bien. Lo admito. La eche de menos.
-Ocúpala, yo dormiré en la habitación de huéspedes.
-Gracias.

De los cajones saco boxers limpios y su pijama.

-Si necesitas cualquier cosa...no dudes en molestar.
-Sí, tu también.

Me sonrió antes de salir por la puerta y cerrarla a su espalda.
A pesar de que ya eran las 11 de la noche no tenía nada de sueño. Entonces recordé que había dejado un libro pendiente en la mesa de noche. En un momento de aburrimiento extremo me había obsesionado con la saga de Harry Potter ya iba a terminar el primer libro. Sí, me queda bastante. Hace tanto que no leo algo. Entonces lo abrí, pág. 103

"...-¡Entonces solo hay que probarse el sombrero!-susurro Ron a Harry- Voy a matar a Fred.
Harry sonrió débilmente. Si, probarse el sombrero..."

Oh demonios

Saque el libro de abajo: "Sentido y Sensibilidad por Jane Austen". Al sacarlo me di cuenta de que mi fotografía estaba ahí abajo. ¿La había escondido? Ea entendible él guardo mi retrato para no acordarse de mí. Lo ignore, cerré el cajón y comencé a leer.
Pero antes de que siquiera empezara el prólogo la puerta de la habitación se abrió de golpe. Me quede muda sin saber que hacer o decir. Sam subió por la cama. Él llevaba...solo boxers. Rápidamente quito el libro de mis manos y lo dejo sobre la mesa de noche. Entonces tomo mi cara entre sus manos y me beso. Le respondí el beso con la misma intensidad con la que él lo había hecho.
Sam como te había extrañado. Te amo, te amo. No podía estar más feliz en este momento. Acaricio mi mejilla con su pulgar mientras me seguía besando. Ahora su cuerpo estaba sobre el mío, sin cargarme. Una de sus manos viajo por mis pechos apretándolos suavemente. Después abajo hasta mi vientre. Y cargo su mano ahí. ¿Lo sabe? No lo creo. Coloque mi mano sobre la suya. Ambos sintiendo a nuestro hijo. Solo que él no sabía. De repente sentí algo húmedo en mi rostro descendiendo por mis mejillas. Hasta que San se separó no me había dado cuenta que estaba llorando. Me aparte de él, avergonzada. Limpiando mis lágrimas.

-Lamento eso, no fue mi intención hacerte daño.
-No, ¡Sam!

Antes de que pudiera hacerlo entender él ya había cerrado la puerta. Dejándome ahí. Más que confundida, y emocionada

I Know Were In TroubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora