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No había forma de contactar a la japonesa, sus amigas no tenían su número e incluso si lo tuvieran dijeron que no se lo darían le repitieron.

Fue a la empresa de Jeongyeon pero ni nayeon le quiso decir donde vive Mina o si le podían dar su número.

Iba al mismo supermercado esperando encontrársela pero no, no aparecía por más horas que pasara ahí.

- Iré a bañarme, ¿que tal si lo hacemos juntas?

- Somi tengo documentos que revisar.

- Deja el trabajo para después.

- No y sabes que ya me bañe...— la miro molesta.

- Que aburrida eres.

La vio irse a la habitación, agarro una de las carpetas en la mesa para revisar los nuevos proyectos pero no podía concentrarse si seguía pensado en aquella pequeña, "te extrañe" su vocesita hizo latir su corazón y a la vez doler.

Agarro la copa de vino y dio un sorbo, el timbre sonó y le dio flojera levantarse porque sabia que sus amigas vendrían a preguntar si había vuelto a ver a Mina, Dahyun empezaría con su forma ruda de hablarle mientras Amber intentaría suavizar la situación.

Incluso así no podía dejarlas afuera, agarro la camisa y se la puso rápido, no habían arreglado el aire acondicionador y hacia mucho calor por eso no tenía puesto más que un sostén deportivo.

- Si vienen a molestar será mejor que se vayan porque no estoy de buen humor para.....— se detuvo al ver a Mina.— Hola...- apenas le salía la voz.

- Hola, lo siento por venir de repente es que...

- Chaeyoung! Te he dicho que...— apoyo su frente en la puerta cerrando con fuerza sus ojos cuando vio a Somi en toalla.— Oh Mina... Hola...

- Hola.

- Somi hablamos después.

- Claro, buenas noches Mina.

- Igualmente Somi — su voz era suave que no notaba ni una pizca de molestia.— Creo que vine en un mal momento...

- No, claro no...

- Podemos hablar afuera?

- Si.— iba a salir pero la nipona la detuvo poniendo su mano en su pecho, entonces aquella sensación cálida se quedo ahí, traspasando la tela de su camisa.

- Deberías primero ponerte bien la camisa.

- ¿Qué?

- La tienes al revés, en verdad lo siento por interrumpirlas.

- No interrumpes nada, Mina...- iba a seguir hablando pero fue interrumpida.

- Esta bien tranquila, no tienes que dar explicaciones, te espero y ponte una gorra para que mañana no salgamos en revistas o programas.

Asintió y corrió rápido a su habitación, agarro la gorra, se puso bien la camisa y una chaqueta.

- Ya estoy...

- Vamos al parque que queda cerca.

Caminaron en completo silencio y se sentaron en una banca de madera, solo se escuchaban los autos pasar y una cuantas personas caminar cerca del lugar.

- ¿Donde esta Sana?

- Dormirda en casa.

- ¿Sola?

- Nunca dejo a mi hija sola, la dejo con alguien.

- ¿De que querías hablar?

- Sobre Sana.

- Es mi hija ¿verdad?

- Te quedan dudas después de todo lo que dijo aquella pequeña en el supermercado.

- Estaba confundida... ¿Por qué no me lo dijiste? — la contraria la miro alzando una ceja.

- Después de lo que paso...

- Soy una idiota....— la nipona negó con una leve sonrisa pero después volvió a su expresión relajada.

- Me siento mal por haberme ido sin decirte nada, por mentirle a Sana, aún que las chicas me dijeran que estaba bien porque me hacia mal y por un momento pensé que estaba bien eso pero después me seguía preguntando si estaba haciendo lo correcto pero ahora veo que no, ella también te necesita.

- Saber que le hice daño a la persona que amo, saber que también lo hacía a mi hija me hace sentir como una basura...— apoyo sus codos en su rodilla y se agacho para cubrir su rostro con sus manos.

- No, no vengó a reclamar nada, ni a hacer que pienses eso, eres una buena persona solo que nosotras no estábamos pasando por un buen momento.

- Esta bien tampoco tengo derecho a reclarmarte... Si ellas pensaban que era lo mejor para ti bien, además le hablaste de mi y al parecer le diste una foto para que me reconociera.

- Si hable de ti con ella y me dijo que quiere hablar más contigo, me preguntó cuando volvería a verte.

- Cuando quiera, yo estoy disponible para ella y para ti, puedes llamarme en cualquier momento y enviar mensajes, si quieres que las llevé a algun lugar.— aquella sonrisa la hizo imitar el gesto.

- Le diré a Sana se pondrá muy feliz,

- ¿Te puedo pedir algo?

- Si.

- Puedes sacarte el gorro, me gustaría volver a ver tu nuevo color de cabello— la contraria lo hizo y estiró su mano para agarrar un mechón, la deslizo hacia arriba y la dirigió a su mejilla, acariciando aquella suave piel — Eres hermosa...— dijo mirándola a los ojos.

- Gracias Chaeyoung...— Agarro su mano y la aparto con delicadeza — Tengo que irme.

- Te puedo ir a dejar a casa.

- No hace falta, detendré un taxi.

- Por favor dejame llevarte.

- No aceptaras un no ¿verdad?

- Me conoces.

- Esta bien, vamos.

Ambas se dirigieron a su casa, Chaeyoung entro para agarrar las llaves de su auto y salio rápido.

La rubia le indicaba por el camino que tenía que ir pero en silenció se hacía presente después de decirle.

El semáforo se puso en rojo y freno, miro a su lado encontrando aquel hermoso perfil se Mina, tenía ganas de acariciar una vez más sus mejillas y sostuvo con fuerza el volante para no hacerlo, no quería incomodarla y saber que lo podía hacer dolía.

- Aquí es...

- Espera...— agarro su mano y la contraria se giro para mirarla.— Me das tu número.

- Si, ya se me estaba olvidando.— Saco su celular y se lo dicto.— Gracias Chaeyoung.

- De nada, nos vemos.

- Me olvide decir que mañana Sana entra al jardín de niños y quiere que la vayas a dejar.

- Claro vendré a verla, ¿a que hora?

- A las 7 te parece bien?

- Si, igual tengo que siguir ordenando unas cosas de la empresa y eso hace que me levante temprano.

- Bien, nos vemos.

Asintió con una sonrisa y no se fue hasta que la vio ingresar a casa, apretó los párpados y soltó un pesado suspiro, le estaba costando mucho mantenerse tranquila y no decir nada que a Mina le molestara.

una vez más - Michaeng G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora