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Aquel aroma tan fresco lo hacía sentir con vida, la energía que había en ese lugar casi igual a la energía de la pequeña que corría entre la flores, con un sutil vestido azul y un rizos dorados recogidos, que la hacían parecer aún más tierna de lo que era. "Margaret ven aquí, quiero presentarte a alguien", escucho a alguien gritar detrás de el.
━━ Margaret ━━ susurró, observando cómo la pequeña llegaba corriendo. La pequeña le dedicó una sonrisa al desconocido, era alguien muy sociable y amable, tan tierna como un algodón de azúcar.
━━ Dejare que se conozcan, tranquila Margaret el de quien te hable ━━ dijo la mujer, antes de ingresar a la casa. Los ojos azules observaron al gran hombre, imitó la acción que su abuelo le había enseñado, siendo el primer toque al alma del hombre, la pequeña que la necesito solo tratar de hacer un apretón de manos para que al hombre se le ablandara el alma ante ella.
━━ Hola Maggie. ━━ exclamó poniéndose en cuclillas para llegar a la altura de la rubia.
━━ Tengo cuatro años ━━ contó sin pudor, para la edad que tenía era una niña muy avanzada.
━━ ¿Tienes cuatro años? ━━ ella asintió.
━━ Y me gusta el helado de frutilla.
━━ ¿Sabes quien soy, Maggie? ━━ la niña apretó las mejillas del hombre con confianza.
