𝐂𝐎𝐁𝐑𝐀 𝐊𝐀𝐈 , Johnny Lawrence.

OO9. Tory Nichols

Capítulo 9. Tory Nichols

— Maggie se ve hermosa, le dije que el rosa la favorece. El abuelo de Ken tendrá que verla todos los días... hasta que no se a qué punto eso es una agresión realmente.

— No se, pero prefiero fotografiar la valla publicitaria de mamá antes que ir a ese estupido club con Daniel.— musitó Reese.— Ven Jugh, quiero unas papitas y un refresco.

Lo gemelo se dirigieron hacia la tienda, Reese se escondió entre los estantes al ver a Aisha en el lugar.

— Mi mamá quiere que valla al club de playa con ella, y de seguro estará Reese una amiga, no estamos en buenos términos ahora.— Reese puso su atención en aquella conversación.— Soy Aisha por cierto

— Tory.

— Deja de escuchar conversaciones ajenas.— susurro Jughead divertido.

— Estan hablando de mamá...— dijo ignorándolo.

— Al menos no eres hija de la señorita América, está en todas partes, no le basta con la enorme valla de afuera que están aquí dentro también — Dijo Tory viendo el gran póster con la imagen de Maggie y de su libro. — De seguro hizo travesuras para llegar a dónde está.

— Sabias que es la dueña legítima de Cobra Kai? Su padre creo el dojo.

Tory la miró extrañada.— ¿El sensei Lawrence no lo fundó?

— Claro que no, lo fundó John kreese, su hija, Margarett Kreese.— señaló el Póster.— Es madre de Reese Jones, la actual campeona de All Valley. Maggie es famosa en el valle.

— Y que puedes esperar de ella, de seguro es una de esas mujeres mimadas en busca de hombres con billeteras repletas de dinero

Un gran estruendo se escuchó, Reese había empujado a Tory contra las heladeras.

— No te atrevas a hablar de mi madre.— escupió enojada.— No te gustara lo que pasara.

— ¡Nathaniel! — gritó Jughead corriendo hacia Reese.— Reese detente.

— Oh, tú eres Reese, ¿Que pasa?, ¿Mamá no te de...— Reese volvió a golpear contras las heladeras a Tory, dejándola inmóvil.— Demonios.

— Reese, por más que me encantaría que le rompas la cara y subirlo a YouTube, no hay que llevarles problemas a Maggie.— dijo Nathaniel.

— Reese, escúchanos no vale la pena.

La rubia la soltó no sin antes volver a empujarla.

— Estas advertida, idiota.

[...]

— Sin rencores por lo del festival.— exclamó Johnny entrando al dojo.

— ¿Sin rencores? Johnny ustedes irrumpieron en nuestra presentación.

— No vengo a hablar de eso de todas formas, vengo a hablar de tu padre...— Johnny piso el pie trabando la puerta.— Maggie por favor.

— Johnny, John Kreese que es un tema que no quiero tocar.

— Está viviendo en un refugio, Maggie. Prácticamente está en la calle.— la rubia lo observó uno segundos.— John Kreese no es eso.

— John Kreese lo tuvo todo Johnny, todo. Una hermosa casa, una hija responsable, un estudiante devoto y un dojo respetable, incluso tenía un maldito perro, ¿Sabes que? El mando al diablo todo eso.

— Todos merecen una segunda oportunidad... Te perdió, y eso lo devastó.

— ¿Y en que momento piensas en mi? Encontré a mi madre con un disparo en la cabeza, perdí todo lo que tenía y tuve que valerme por mi misma,  cuando crei que el hombre al que más admiraba me buscaría me hizo saber que solo fui una pieza en su malévolo juego. Y cuando no quise hacer lo quiso hizo que dos de las personas que más quería me traicionaran.

— Ya me disculpe, Bobby se disculpó.

— Sus disculpas no quitan que él traicionara mi confianza y mi amor, ya no es lo mismo. Si tú quieres volver con el, hazlo, pero no haré lo mismo.

— ¿Enserio? Olvidaras todo lo que tu padre hizo por ti solo porque ese viejo al que llamaste sensei te reclutó...— Johnny se silencio con una cachetada.

— El señor Miyagi no me reclutó, él no buscaba estudiantes. Me acogió porque yo lo necesitaba, me acerqué a él y no él a mi. No te atrevas a hablar de él porque el señor Miyagi fue más padre de lo que fue John Kreese.

— Lo siento, yo no quise decir así.

— Es mejor que te vallas, Johnny.