¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo Cuatro. Técnica del Tambor
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aquella mañana había logrado evitar fácilmente a Chozen, lo consideraba bastante tierno y atento... un poco acosador pero no veía malas intenciones, pero ese momento no estaba preparada para tener una relación con nadie. Ni involucrarse en el asunto de Miyagi y Sato, no se quería meterse en problemas.
— ¿Que hacemos aquí señor Miyagi?
— Desde primera clase de karate, el padre de Miyagi siempre decir "Mejor modo de evadir golpe, es no estar allí" Un día Miyagi distraído, hasta que red regresar... técnica del tambor entiendes?
Maggie asintió sonriendo levemente, Miyagi y ella habían ido a la antigua pescadería, ya que Daniel estaba con Kumiko. El hombre le hizo una seña para que se suba al tronco de madera.
— ¿Por que?— preguntó subiéndose.— ¿No es muy arriesgado?
— Mente tuya, estar preparada. Daniel-San aún estar confundido con otras cosas, deber ir lento.— explicó caminando.— Tu saber distinguir, cuando defenderte y cuando alejarte de pelea.
— Entiendo.— susurró, viendo cómo le ponía al gancho un trozo de ladera para esfumar la parte filosa.— Lo entiendo.
— Padre decir, que usar técnica del tambor como último recurso... ¡Recuerda mejor técnica de destensa es no estar allí!
Maggie siempre veía a la cobras moverse con ansiedad antes de una pelea, a Daniel titubear, pero ella siempre se mantenía quita y en silencio, desde que su padre comenzó a enseñarle karate supo que dar el primer golpe era un error, analizar la situación era mucho más favorable. Le permitía saber de quien y hacia donde venía el golpe.
Aquella técnica le permitió esquivar el gancho con facilidad, haciendo sonreír a Miyagi.— Lo logre, no fue tan difícil.— exclamó mirando hacia atrás, escuchó el ruido de otro gancho, que se había soltado por el soporte oxidado, rápidamente logró esquivarlo, aunque aparte del gancho logró rozar su brazo, haciendo una herida no muy profunda.
— Maggie-San, ¿Estar bien?
— Si, solo fue un corte.— respondio.— Pero creo que debería desinfectarlo, el gancho se ve oxidado.
— Bajar.
La rubia bajó de allí, ambos se sentaron en la orilla del muelle, mientras Miyagi le curaba la herida a Maggie y colocaba una venda.
— Señor Miyagi, no quiero faltarle el respeto a sus enseñanzas... no me veo a mi misma como una persona que de el primer golpe, y prefiero solo usarlo como defensa... pero creo que en ocaciones la ofensiva es necesaria.
— Maggie-San.— el hombre terminó de poner la venda y la miró.— Karate viene de adentro, adentro de tu nace tu karate.
— No lo veo así.— admitió.— Tengo muchas versiones, ya no cuál es cuál.
— La raíz del karate viene de tu padre, Yo te di una otra raíz y tú las funcionaste, y como un bonsai uno decide cómo crecer porque la raíz es fuerte, escoges tu camino, y el karate es lo mismo.
— Ahora sigo su estilo.
— Hai, pero un día tendrás tu estilo.
— Pero... usted dijo que eso, pero nosotros podamos un bonsai, no escoge su camino. Lo atamos y cortamos esperando que sea algo.
— Nuestro Bonsai no es auténtico, el verdadero crece libre, es muy raro... ven te enseñaré la Kata de la familia Miyagi.
