Miedo (parte 2)

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Me da miedo el no saber vivir, el cometer errores que no tengan solución, cargar con eso en mi conciencia y no saber sobrellevarlo. Tengo miedo del odio, de odiarme, de odiar, de que me odien, es un sentimiento que consume, porque al principio odias una cosa de ti, y va aumentando, cada vez me odio más, y hace que solo tenga ganas de dejar de existir, y me da miedo odiarme tanto hasta el punto de que no sepa como amarme. Me da miedo que odie a algo o a alguien hasta que me de completamente igual si sufren, porque me da miedo convertirme en esa clase de gente que odia al punto de que solo se preocupan de si mismos, y como ya he dicho antes, me da miedo quedarme solo sin que nadie me quiera, y este tipo de personas que odian siempre acaban apartados, ocultos y devorados por su odio, solos.

Me da miedo que me odien, sentir el rechazo de alguien que me importó, que me importa, que le importé o se supone que le importo, porque sentir odio de una persona así, es equivalente a mil puñaladas en el costado, y sentir ese dolor, tanto físico como emocional, da miedo.

Tengo miedo de no saber perdonar y que el rencor se apodere de mí, el perdón debería ser concedido a todo el mundo, siempre y cuando se arrepienta de haber dañado, porque no puedes perdonar a alguien que no lo quiere, y es peor cuando esa persona quiere que se le perdone, pero el orgullo, el rencor y la ira se apoderan de ti y no te permiten perdonar, porque la herida es muy profunda, y aunque quieras hacerlo, te mantienes fiel a tus impulsos. Eso asusta, el no saber si será un comportamiento permanente, porque en el fondo no quieres que ese rasgo de tu personalidad, que tratas de matar como han hecho con tus otras partes, te domine, ya que la vida te ha hecho saber que así no se va a ninguna parte.

Tengo miedo de descuidar mi estado físico demasiado, tanto que no salga de mi habitación en medio mes, porque por mucho que tenga que cuidar mi salud mental, no puedo centrarme solo en esta. Pensar que ha habido veces que los problemas me han nublado la vista hasta perder la noción del tiempo y de la vida, me da miedo, porque aunque no guste admitirlo, por culpa de esto he llegado a pasar días sin moverme y sin salir, sin saber la hora ni el día que es, ignorando toda la comunicación, ignorando a quienes tratan de acercarse a mi, no es lo correcto y lo sé, pero no puedo hacer otra cosa, no porque me ofusque y me niegue, sino porque no puedo, mi mente me lo impide.

Da miedo pensar que te puedes autodestruir con palabras, con recuerdos, y no porque tú quieras, no hay necesidad de tener un motivo, hay muchos por qués sin repuesta, a fin de cuentas cada uno tiene su realidad y su propia verdad, y puede que cada persona vea el mundo de una manera distinta, pero cuando encuentras a la persona que consideras adecuada, da igual saber la respuesta a esos por qués, no importa que cada uno tenga una visión de la realidad diferente o que no compartan la misma verdad.

Y aunque sienta tan bien sentir el primer amor, las mariposas en el estómago y el nerviosismo al hablar con esa persona, también da miedo, lo digo con total sinceridad, hay una cosa más temida que la muerte y la vida, el amor. Por mucha seguridad que te tengas, cuando quieres tanto a alguien hasta el punto de entregarte a esa persona en cuerpo y alma, no se puede evitar el temer ser usado, o el que dejen de quererte. Todo en esta vida asusta, pero lo importante es que los miedos no te controlen, y ese es mi mayor miedo, que estos me controlen a mi.

Relatos de un dementeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora