Una tarde fría de verano encerrado
el silencio es mi mejor aliado,
las paredes y yo juntos y callados,
el móvil olvidado y apagado,
el granizo mi ventana golpeando,
gente por la calle corriendo asustados,
yo tranquilo lo estoy observando.Desde la calma de mi cuarto todo es distinto,
el granizo no asusta, es solo ruido,
los pocos rayos de luz parecen un espejismo,
un oasis en un desierto mortífero,
alumbran la penumbra de mi sitio,
iluminan la oscuridad y silencian gritos,
avivan este lugar tan tranquilo.La situación es demasiado normal,
me aburre tanta normalidad,
pedruscos haciendo ruido sin parar,
pasado un tiempo me empiezan a estresar,
me cansa estar en completa oscuridad,
mis paredes ya no dan tranquilidad
me hacen sentir estar en soledad.Muevo la cabeza y veo mi salvación,
no lo supe en su momento pero me salvó,
sin exagerar fue mi mejor decisión,
unos cascos negros iluminados por el sol,
los miro y pienso si cogerlos o no,
finalmente decido tomarlos sin temor,
los conecto y pulso el botón.La música fluye desde mi teléfono,
ritmos suaves y lentos,
canciones movidas como el tecno,
solos de guitarra con los que me estremezco,
letras que propulsan mis pensamientos,
otras activan mis sentimientos,
lo mejor que he descubierto.Empecé a escuchar música siempre,
al despertarme estaba en mi mente,
al acostarme impactaba diferente,
unas me hacían llorar constantemente,
podría escucharlas cien mil veces,
las lágrimas seguirían cayendo sin cese,
los cascos puestos de septiembre a septiembre.Había meses que no podía parar,
devastado la música era mi paz,
agotado la música me podía calmar,
devastado la música era mi tranquilidad,
las canciones sonando sin cesar,
yo sin poder parar de llorar,
la sensibilidad aumentaba cada vez más.Una banda sonora me acompaña,
la música hace la vida menos amarga,
aunque siempre es lo mismo y cansa,
cada canción lo cambia,
aunque siempre esté tirado en la cama,
el ritmo cambia el ambiente de la nada,
una fantasía soñada.Esto me hizo aprender y reflexionar,
la música te transporta a otro lugar,
como un libro que te logra enganchar,
un verso transmite más de lo que logras imaginar,
son palabras que dan felicidad,
letras con las que te llegas a identificar,
melodías que consiguen sanar.Y es que eso es lo bueno esto,
una canción puede hacerte el día perfecto,
puede hacerte sacar lo que llevas dentro,
puede amansar tus pensamientos,
doy gracias por descubrir esto al cielo,
fui al cielo tras vivir en un infierno,
la música es mi universo.