Capítulo diez

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Jasper.

Yo si te hubiera elegido

Dos semanas. Amanda llevaba sin hablarme dos malditas semanas. Y no la culpaba, en lo absoluto. Me había comportado como un asno, le había dado mi palabra de acompañarla y le había dejado plantada. Y ni siquiera tenía una buena excusa. Jessica me había insistido en que me daría la noche de mi vida, y vaya que si lo fue. Sin embargo, todo tipo de avances con la princesa se habían frenado. No me dirigía la palabra, ni siquiera me miraba. Entraba al salón tan rápido como salía. Aparte, que sus amigos ahora se le encimaban como gorilas, más que sus amigos, parecían guardaespaldas. Especialmente el imbécil que tiene como novio. No había pasado desapercibido su notorio desprecio hacia mi. Probablemente Amanda le había hablado sobre lo ocurrido.

Había metido la pata, y lo había hecho hasta el fondo. Jessica —hipócritamente— me había reprochado sobre porque había dejado que todo esto ocurriera; que en mi recaía toda la investigación hacia la familia real, y que había dejado ir a mi mayor fuente de información. Y aunque quisiese negarlo, ¿a quién podía engañar?, estaba en lo correcto. Me había dado alternativas sobre como pedirle perdón a la princesa, pero ninguna me pareció lo suficiente para alguien tan ostentosa como lo era ella. No me estaba refiriendo a cualquier mortal, estaba hablando con su alteza real, próxima al trono de Gran Bretaña. Dudaba que se conformara con un ramo de rosas y un oso de peluche con un corazón diciendo 'lo siento'. Y, de todas formas, me tenía un poco de respeto propio y no le rogaría. Simplemente dejaría que las aguas se calmasen e intentaría arreglarlo todo. Sin embargo, mientras más tiempo pasaba, me sentía más alejado de ella. Y no lo admitiría en voz alta, pero me dolía, de cierto modo. Me había acostumbrado a sus ojos coquetos y sus sonrisas tiernas.

Sin embargo, todos mis pensamientos se disiparon al sentir el frío y mojado contacto de algo en mi mejilla. Fruncí el ceño y agaché la mirada encontrándome con una zanahoria bebé reposando en mi regazo.

¿Qué mierda?

Levanté la mirada hacia donde había provenido el golpe y me encontré con Louis mirándome fijamente, con su tenedor levantado. Frente a él había en un pequeño contenedor de plástico varias zanahorias perfectamente organizadas. Él se limitó a sonreír con patética inocencia, logrando irritarme aún más. Por lo que me limité a rodar los ojos y pasar mi mirada hacia mi bandeja, donde mi comida estaba prácticamente intacta.

—Últimamente no comes y andas muy distraído —Exclamó de repente Ada sacándome de mis pensamientos.

Miré hacia el frente, encontrándomela como habitualmente; su comida terminada, sus cubiertos perfectamente organizados y un libro entre sus manos. Esa chica era una total caja de misterios para mi. Cualquiera diría —viéndola por encima—, que era el típico estereotipo de 'nerd'. El tipo de protagonista que siempre escriben en las novelas de Harry Styles y Justin Bieber en Wattpad. Sin embargo, yo que llevo conviviendo con ella casi dos meses, he notado lo extraña que es. Casi nunca habla, y cuando lo hace es para tirarle veneno a alguien o algo. Parece la típica chica estudiosa, pero he notado que sus notas no superan el límite para pasar. Habitualmente dice que se la pasa estudiando y por eso no sale, sin embargo, casi siempre entrega sus deberes tarde. Es alguien a quien no entiendo por más que intento.

Me considero alguien persuasivo, tiendo a lograr extraerle información a las personas con facilidad. Menos a ella, y claro, Amanda. También he notado como siempre viene con una capa de maquillaje considerable encima. No la juzgo, es su decisión; sin embargo, se me hace algo extraño. La mayoría de las chicas aquí —por no decir todas—, vienen al natural. Incluso el grupo de las populares. Aunque bueno... le tengo sentido a eso. Aunque es algo que quiero ignorar desde entonces.

P.D. Recuérdame © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora