Capítulo XVI

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Venía saliendo de una reunión larguísima, me dolía la cabeza y tenía hambre, una pésima mezcla para el buen humor, dejé caer mi cuerpo agotado en el cómodo sillón y suspiré, definitivamente el haberle hecho el amor a mi moreno, dos veces en la noche, me había dejado agotado y con sueño, pero sólo recordar sus gemidos, lamidas, caricias y como su cuerpo me apretaba sabrosamente, me hacía sonreír y entender que todo sueño y cansancio, valía la pena, si el resultado era disfrutar de mi pareja.

Un mensaje en mi teléfono, me hizo salir de mis recuerdos, con una sonrisa leí las palabras

       Gulf: ¿Estás libre?

                  ¿Puedo llamarte?

                                                                            

                                                                                                        Mew: Siempre bebé.


A los segundos la foto de mi moreno, cargando a mis niños, iluminó mi pantalla, indicándome que estaba recibiendo su llamada, con tono coqueto contesté.

-Hola bebé, no sabes lo feliz que me hace, escuchar tu hermosa y sensual voz, dije en un tono bajo e íntimo - ¿Estás bien? ¿pudiste levantar tu hermoso cuerpo de la cama?

-Si amor, pude hacerlo, dijo sin seguirme el rollo coqueto -Llamo para decirte, que voy camino a la clínica.

- ¿Qué pasó, estás bien? ¿están bien los niños?, dije levantándome del asiento con ansiedad.

-Estamos bien amor, es sólo que Klaus fue ingresado, dijo hablándole algo a Type -Nos vamos a despedir de él.

-Iré a buscarlos, dije tomando mis cosas y yendo al estacionamiento, después de mandarle un beso colgué, mientras manejaba, pensaba en que mi pequeño sufriría mucho la pérdida de su abuelo, aún recordaba la primera vez que lo vio enfermo, después de volver de la playa, el pequeño fue a saludar a Klaus y de ahí en más, lo iba a visitar 2 veces a la semana, el se había acercado mucho al hombre enfermo, incluso el médico había dicho que los 11 meses que había durado el hombre, era por su buen estado anímico y eso se lo atribuyeron al pequeño y su compañía.

Llegué a la clínica y busqué a mi moreno, yo aun no pasaba del todo a Malai, pero si tenía un trato cordial con ella, por eso cuando la vi, con los ojos rojos y sus manos temblorosas, no pude evitar acercarme y darle un abrazo, no fue necesario que me dijera, que Klaus ya no estaba con nosotros, era claro lo que había pasado, sólo con ver su condición -Lo siento mucho, dije sintiendo como ella lloraba en mi pecho, después de unos minutos, se rearmó y en silencio me agradeció.

De pronto sentí los brazos de Type en mi cuello, con cariño lo senté en mis piernas y sequé sus lagrimas -Tío Mewie, el abuelo se fue al cielo, dijo mordiendo su labio y llorando con fuerza.

-Lo sé, mi pequeño, dije acariciando su espalda -El ahora está en un lugar mejor.

- ¿El está con mi hermanito?, dijo con la voz constipada -El me dijo que se juntaría con mi hermanito y que lo cuidaría hasta que nos reuniéramos con ellos.

Escucharlo hizo que mi garganta se anudará, si bien ya dolía menos la perdida de mi primogénito, aún era difícil hablarlo -Si campeón, dije besando sus mejillas -Es bueno que llores y que sueltes toda esa pena.

Una luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora