Capítulo III

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Llevaba tres semanas trabajando en casa de Mew y hace tiempo que no me sentía tan bien, estar alrededor del castaño me hacía sentir seguro y relajado, con el todo eran risas y bromas, sin lugar a dudas había vuelto a mi vida, como un ángel guardián.

El trabajo era sencillo, al punto de que muchas veces pensaba que me pagaba más de lo adecuado, ya que, desarmaba la casa tres veces a la semana y los otros días era sólo mantener, lo cual no era difícil, no cuando el castaño vivía solo y era tan ordenado, finalmente la única labor fija que tenía, era la de cocinar, preparaba el almuerzo y cena todos los días.

Llegábamos a las 10 am a casa de Mew y me ponía a cocinar, para poder esperarlo a las 2 pm con todo listo, el castaño comía y después volvía a la oficina y a las 7 pm estaba de vuelta para la cena, sin darnos cuenta, habíamos hecho una rutina rápidamente.

-Vamos Type es hora de irnos, dije recogiendo los platos y vasos del desayuno, mi hijo corrió a lavarse los dientes y a buscar su mochila, ya que, el era muy feliz en casa de Mew, con el castaño podían pasar horas jugando, dibujando o molestando a Chopper, sin lugar a dudas, el mayor había sido un gran apoyo para mi hijo, un golpe en la puerta me hizo salir de mi nube de pensamientos, con rapidez fui a abrir para encontrarme de frente, con la única persona que deseaba no volver a ver jamás.

-Hola cariño, dijo Kao con seriedad, sus puños apretados eran clara señal de que su molestia, estaba siendo contenida con gran esfuerzo -Me costó mucho dar contigo bebé.

-Supongo que no te fue difícil, supe por mi abogado que recibiste la demanda de divorcio, dije con un tono de voz tan suave, que me maldije por flaquear con su sola presencia.

-De eso precisamente vengo a hablar, dijo con tanta frialdad, que se heló la sangre en mis venas - ¿No me vas a invitar a pasar?

-No eres bienvenido en mi casa, dije tratando de sonar seguro -Si quieres hablar del divorcio, háblalo con mi abogado.

Sus dedos rápidos cruzaron la distancia y se enterraron en mi cuero cabelludo, haciendo que mi cabeza siguiera el camino que el marcaba, exponiendo mi cuello y ocasionándome punzadas de dolor, que inconscientemente llenaron mis ojos de lagrimas -Sólo vine a decirte cariño, que si quieres el divorcio te lo daré, no obstante, te quitaré a mi niño, mira en la pocilga en la que lo tienes viviendo, dijo empujándome y haciendo que mi cabeza se golpeara con la puerta -Te daré una semana para que vuelvas a casa y me olvidaré de tu desliz, si no lo haces, lucharé por la custodia de Type y ganaré, sabes que no tienes oportunidad, no cuando eres un pobre sujeto sin educación ni habilidades.

-No puedes hacer esto Kao, el es mi hijo y no puede crecer sin mí, me necesita, dije sintiendo la voz rota, de todas las cosas a las que pensaba enfrentarme con el divorcio, la posibilidad de perder a mi pequeño jamás pasó por mi cabeza, no cuando sabía que mi marido era un fanático del trabajo, él no podría cuidar de Type.

-No lo estoy haciendo yo cariño, dijo con una sonrisa satisfecha, eres tu con tus decisiones quien lo hace, pero soy benevolente y estoy dispuesto a perdonarte, así que baraja bien tus opciones y decide sabiamente.

-Tu no puedes cuidar de Type, trabajas todo el día, dije sintiendo que me faltaba el aire.

-Lo sé, por eso lo mandaré a Inglaterra con mis padres, ahí tendrá una buena educación y crianza, dijo haciendo que mis ojos se abrieran con fuerza, no contento con quitarme al pequeño, quería mandarlo lejos de mí, esto lo estaba haciendo sólo para castigarme, estaba pegando donde más dolía -Bueno marido mío, nos vemos pronto.

Una luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora