Capítulo IV

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Estaba terminando mi última reunión del día, me sentía cansado y frustrado, había tenido tanto trabajo, que no había podido ir a casa a almorzar, por suerte Gulf me preparó unos sándwiches y me los había traído a la oficina, así que pude estar con el y Type 15 minutos, antes de volver al trabajo, ahora mirando mi reloj, confirmaba que cuando llegara a casa, estaría vacía, ya que, de seguro el moreno se había ido hace un rato.

Estaba mirando a la nada, cuando mi teléfono sonó, aprovechando la llamada para ponerme de pie y oxigenar mi cerebro, fui a contestar a la terraza - ¿Cómo estás campeón?, dije viendo que era el pequeño Type quien me estaba llamando, del teléfono antiguo que le había prestado, para que jugara.

-Tío Mew, dijo bajito con la voz cortada y constipada, el sólo escucharlo así, hizo latir mi corazón y saber que algo andaba mal, sin pensarlo tomé mis cosas y salí -Papi está aquí, tengo miedo, ven por favor.

De fondo escuché gritos y cosas romperse, lo cual hizo que pisara el acelerador -Type, enciérrate en el baño con llave y no le abras a nadie, hasta que yo llegue, dije imprimiéndole a mi voz, una calma que no sentía -Todo estará bien, voy en camino campeón.

-Mami está gritando, dijo el pequeño hiperventilando, con fuerza apreté el volante y gemí con rabia.

-Larga la ducha y siéntate cerca de ella, concéntrate en el sonido que hace el agua en golpear el suelo, dije viendo que estaba a dos cuadras de la casa de Gulf -Cuenta Type, hasta el número más grande que conozcas, cuando llegue me dirás cuanto alcanzaste a contar.

Estacioné el auto y salí sin apagar el motor o cerrar la puerta, como un rayo entré a la casa del moreno, la cual tenía la puerta abierta, la imagen que vi, paró mi corazón, en un rincón hecho bolita estaba mi Kana, cubriendo como podía su cuerpo, mientras un enajenado hombre lo pateaba con fuerza, había cosas dadas vueltas y una silla rota, todo en este pequeño living era un caos.

Sin pensarlo recorrí el pequeño espacio que me separaba del ex marido de Gulf y con fuerza lo estampé contra la pared, su cara de asombro se transformó en una mueca de dolor, cuando clavé mi puño en su quijada, sin darle tiempo a reaccionar lo volví a golpear, sintiendo mis nudillos enterrarse con fuerza en su cara.

-Sal de aquí, antes de que te muela a golpes, dije tan bajito que mi voz sonaba intimidante -No volverás a ponerle un dedo encima a Gulf, no te lo permitiré, maldito cobarde.

-Él es mío, puedo hacer lo que quiera, dijo escupiendo sangre de su labio - ¿Quién mierda eres tú?

-Quien te dejará bueno para nada, si no sales en los próximos segundos de esta casa, dije soltando y empujándolo contra la puerta de salida, el hombre estaba enojado, pero yo también, así que midiendo sus posibilidades bufó y decidió irse, cuando se fue, cerré la puerta y pese a que quería acercarme al moreno, fui por el pequeño que estaba encerrado en el baño, cuando logré entrar después de forzar la puerta, lo vi con sus rodillas pegadas al pecho y sus manitos tomando sus oídos, mientras contaba en voz alta.

-Hey campeón, dije llamando su atención, apenas me vio se levantó y refugió en mi cuello

-Tío Mew, papi estaba enojado, el estaba lastimando a mami, dijo temblado con fuerza.

-Tranquilo pequeño, dije tomándolo en brazos -El se fue y mami está a salvo, metete a la cama y ve tus caricaturas, iré a buscar a Gulf.

-Papi lastimó a mami por mi culpa, dijo llorando mientras se cobijaba -El venía a buscarme, pero mami se interpuso y peleo con él, para que no me llevara.

Una luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora