Capítulo IX

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Desperté y vi a Mew durmiendo plácidamente a mi lado, era agradable verlo descansar hasta tarde, sin embargo, sabía que algo había detrás de sus inesperadas vacaciones, podía ver lo triste, preocupado y cansado que estaba últimamente y no había que ser adivino, para saber que el accidente con Kao, era el culpable de su cambio de conducta.

Me levanté y preparé el desayuno, aún era temprano así que Type seguía durmiendo y después de la actividad de ayer, Mew lo seguiría haciendo durante un rato más, cuando estaba terminando de preparar todo, sonó el timbre del departamento y después de abrir, descubrí que era el cartero, con una sonrisa recibí unos paquetes y cartas, de pronto mi vista se posó en una carta de la clínica, de seguro eran los costos de mi tratamiento médico, debido a la golpiza que me dio Kao. Mew la había pedido, para poder presentarla como evidencia en el juicio que se nos avecinaba, eso me hizo pensar que a lo largo de los últimos años, esas cartas eran recurrentes en mi vida, ya que, Kao siempre me atendía en caras clínicas, para evitar así que los médicos denunciaran mis agresiones, así que estas cartas de cobro, llegaban constantemente a nuestra casa.

De pronto algo hizo clic en mi cabeza y me iluminé, obviamente algunas de esas evidencias deben estar en casa, Kao era extremadamente ordenado con las cuentas y correspondencias, así que no dudaba, que tuviera todo archivado en su despacho, ahora que la casa estaba sola, podría colarme y rescatar cualquier cosa que nos sirviera como prueba, de que sus agresiones eran constantes y de larga data, con una sonrisa de satisfacción, di vuelta los hot cakes y los saqué del sartén.

Llevé a mi adormilado hijo hasta nuestra cama, lo recosté al lado de Mew y fui por la bandeja llena de delicias, cuando regresé dejé los alimentos en la mesa de noche y los llené de besos y cosquillas, para que finalmente despertaran, lo cual hicieron entre risas y movimientos divertidos.

Comimos en un ambiente familiar y acogedor, disfrutando de nuestra compañía y de la gran imaginación de mi hijo, el cual nos contaba el sueño que había tenido, cuando terminamos de comer, el pequeño fue al baño y yo aproveché de besar a mi sensual y hermoso castaño, el cual aún sabía dulce, gracias al sirope de las tortitas.

-Amor, ¿puedes quedarte, unas horas con Type?, dije lamiendo su labio inferior -Quiero ir al gimnasio, a dejar unos documentos.

- ¿Quieres que te acompañé?, dijo mordiendo mi mandíbula con suavidad -Puedo ser tu chofer designado.

-Prefiero que sigas siendo mi sexy abogado, dije sonriendo -No es necesario, quiero revisar unos archivos y volveré rápidamente.

-Me quedaré con el pequeño remolino entonces, dijo sintiendo como Type saltaba en nuestro gran y cómodo colchón - ¿Te parece si hacemos, una mañana de cine Type?

-Siiiiii quiero ver películas de Marvel, dijo saltando sobre el castaño, que lo recibía entre sus brazos, con una sonrisa me metí a la ducha y apresuré, sabía que tenía que actuar rápido.

Cuando coloqué la llave en la puerta, de la que alguna vez fue mi casa, temblé involuntariamente, dándome ánimos la giré y abrí, apresurándome a colocar el código de la alarma, por suerte Kao había decidido no cambiarla, con nostalgia miré las paredes, de la que alguna vez fue mi proyecto personal, orgullo y finalmente también prisión. Sin querer que la tristeza me invadiera, fui al despacho de Kao y entré, todo estaba tal cual lo recordaba, así que me puse a hurguetear entre los papeles y archivos, con frustración me di cuenta de que había miles de papeles, cuentas, boletas y demases, sin embargo, no lo que buscaba, cuando iba a abrir por la fuerza uno de los cajones de su escritorio, la puerta se abrió y mi corazón se paralizó por la sorpresa, lo único que tenía para defenderme era un pequeño abrecartas, con el que estaba forzando el mueble.

Una luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora