Me despedí con un abrazo de mis padres, adoraba que a pesar de los años, me siguiera sintiendo como un niño a su lado, después de besar a todos mis hermanitos, nos encaminamos a nuestra luna de miel.
-Apúrate Tharn, dije bajando mi maleta del auto de Alexander, el cual se había ofrecido a traernos al aeropuerto, dejando un beso en la mejilla de mi hermano, corrí hasta donde debíamos entregar nuestros documentos, por suerte alcanzamos a llegar antes de que el avión despegara -Juro que si no llegábamos, te estaría sepultando en este momento.
-Lo siento esposita mía, dijo mi marido con una sonrisa, que me hizo colocar los ojos en blanco, pese a que había prometido no rendirme ante el, bastaba una sonrisa de ese zorro astuto, para que me derritiera a sus pies -Soy tan feliz Type, que creo que puedo morir en este momento.
-No hables estupideces Thara, estamos volando, dije golpeando su hombro, el sólo sonrió y dejó un beso rápido en mis labios, después de eso, colocó su cabeza en mi hombro y a los minutos se durmió, con cuidado coloqué una mantita sobre él y disfruté de mirar las masculinas y hermosas facciones de mi marido, no podía creer que después de 10 años de relación, lo estuviera llamando así.
Cuando conocí a Tharn, fue amor a primera vista, sus ojos brillantes y sonrisa infantil, me atrapó de inmediato, conocerlo fue muy fácil y sin pensarlo, me enamoré de él, mi músico era como una luz y yo una polilla, que sin pensarlo ni planearlo lo seguía.
Por suerte a Tharn, también le llamé la atención y un año y medio después de conocernos, me besó, después de uno de sus conciertos escolares, bajó del escenario y frente a todos me besó, por supuesto que respondí, de la misma forma en que le dije que si, cuando me pidió ser novios.
Fue divertido ver, como luchó para ganarse a mi padre, ya que, él no se lo puso fácil, al comienzo era pesado y muy cortante con mi novio, pero este no claudicó y pasito a pasito, se ganó a toda mi familia, de hecho, ahora lo amaban como a un hijo más.
De ahí en más, todo fue maravilloso, Tharn era dulce, tierno, cariñoso y muy sobreprotector, de hecho la primera vez que lo hicimos, nos pidió una cita al médico, para que nos dijera todas medidas necesarias, para poder hacer el amor, sin que me lastimará, aún recuerdo esa cita, como una de las más vergonzosas de mi vida.
Fue divertido ver como el siguió al pie de la letra, todo lo que le había dicho el médico, al punto que parecía una clase de biología, en vez de un momento erótico, faltó poco para que sacara sus apuntes y tomara nota, sin embargo, el hecho de que estuviera tan preocupado de mi bienestar, me llenó de calor y hasta el día de hoy, lo recuerdo con emoción, fue muy especial a nuestra manera y no lo cambiaría por nada del mundo.
Obviamente de ese muchacho, ya no quedaba nada, de hecho, ahora Tharn era todo fuego, bastaba una mirada o toque, para que se calentara y desde que vivíamos juntos, me vivía empotrando contra cualquier superficie, que le permitiera penetrarme y hacerme el amor, yo no me quejaba de ello, por el contrario, lo disfrutaba mucho.
Cuando llegamos a Roma, desperté a mi pareja y 20 minutos después, ya estábamos llegando al hotel, mi padre Kao, había pagado por nuestra luna de miel, así que apenas pudiera, le mandaría un mensaje para agradecerle todo, este hotel era maravilloso por donde se le viera.
-Esta vista es hermosa, dije mirando la ventana, que daba al lindo paisaje.
-Lo es amor, dijo Tharn, sin despegar la vista de mi, haciendo que me sonrojara, sin perder el tiempo, cruzó el espacio que nos separaba y me besó, sus labios suaves y dulces, recorrieron los míos con placer y yo entrelacé mis brazos en su cuello y mis piernas en sus caderas.
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Una luz en la oscuridad
Fanfiction¿Cómo puede tu vida soñada, convertirse en una pesadilla?, esa es la pregunta que Gulf se hacía constantemente, desde que descubrió, que los monstruos no siempre se escondían bajo la cama, ya que, en su caso, se encontraba encima de esta, durmiendo...