Capítulo XIII

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- ¿Esta es la última caja?, dije mirando el living lleno de las cosas de la mudanza, finalmente habíamos podido cambiarnos a nuestro nuevo hogar, casi dos meses después de lo presupuestado, pero ya estábamos aquí.

-No cargues nada amor, dijo Mew con un mono lleno de polvo, él había decidido cargar todo, para que yo no hiciera fuerza, si ya era protector antes, desde que había aparecido una pequeña pancita, lo era mucho más.

- ¿Dónde esta la caja, con las cosas de cocina?, dije dándole un beso en mejilla -Prepararé un zumo helado.

El se paseó por todo el desorden y tomó una caja, con una sonrisa la dejó en la isla de la cocina -Entraré las cosas que faltan, si necesitas algo, avísame.

-Si señor, dije burlándome de su actitud exagerada -Type, no sueltes la correa de Chopper, Mew está entrando cosas y puede salir a la calle.

Sonreí cuando el pequeño me gritó con entusiasmo, que no perdería al perrito de vista, con cuidado comencé a sacar todo y a dejar medianamente ordenada las cosas, toda la loza la metí en el lavaplatos, ya que, quería lavar todo antes de guardarlo en sus respectivos muebles, con rapidez lavé el saca jugos y saqué algunas frutas, después de unos 15 minutos, tenía tres vasos gigantes llenos de zumo con hielo, en una bandeja coloqué unas galletas, snacks, los tres vasos y salí al patio, para ver como Mew jugaba con Type y Chopper, me detuve unos segundos para ver la escena, cuanto amaba a este hombre, que a pesar de estar cansado de acarrear cajas y cajas, se tomaba un tiempo, para jugar con mi hijo y su perro.

Dejé la bandeja en la mesita de la terraza y llamé a mis hombres, ellos cansados y sudados se sentaron a mi lado, con alegría comieron y bebieron de lo que les había preparado.

-Creo que podríamos pedir algo para cenar, dije viendo el cansancio en Mew.

- ¿Pizza?, dijo Type con alegría y con su boquita llena de migas.

-No mucha grasa, dije fingiendo seriedad.

-Podemos pedir una pizza y unas ensaladas, dijo Mew ganándose una sonrisa enorme del pequeño, que se lanzó a sus brazos y besó su mejilla, después de llamar a la pizzería y hacer el pedido, el castaño pellizcó las mejillas de mi pequeño.

-Eres el mejor tío Mewie, dijo sentándose en su regazo y bebiendo del vaso del mayor, ya que, se había acabado su propio jugo.

-Ve a darle comida a Chopper, dejé los platos y la comida en la cocina, dije mirando a Type, que con un asentimiento corrió dentro, cuando quedamos solos, negué con la cabeza y con una sonrisa le hablé -Lo consientes demasiado.

-Ven aquí bebé, dijo abriendo sus brazos, sin dudarlo me senté en sus piernas y disfruté de cómo sus manos se colaban dentro de mi ropa y acariciaban mi pequeña barriga, la cual se había convertido en su adoración -Hola mi pequeño, ¿estás cansado?

- ¿Cansado de qué?, si no me has dejado hacer nada, dije sonriendo por la ternura del castaño.

-Eso está genial amor, tu sólo debes descansar, dijo besando mi cuello -Suficiente tienes, con cargar a mi pequeño.

-Tu hijo aún es pequeño y no pesa mucho, dije viendo como Mew me sentaba en la mesa y levantaba mi polera, para posar sus labios en mi piel.

-Hola bebé, ya quiero que estés en mis manos, dijo mientras le hablaba a mi panza -Aunque me imagino, que estás feliz y calentito allá dentro.

-Aún falta para eso, dije acariciando los cabellos de mi pareja -Pero de seguro tu bebé, también quiere conocerte.

-Estoy tan emocionado Kana, dijo mirándome con los ojos brillantes -Muchas gracias por hacerme feliz, por darme un hogar y una familia.

Una luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora