Hoy Type cumplía 15 años y me encontraba frente a la carta enmarcada que me había regalado, cuando tenía 7 años, con cariño la acaricié y la volví a leer.
Querido tío Mewie:
Escribo esta carta, para decirte que te quiero mucho, cuando llegaste a nuestra vida, yo tenía mucho miedo y estaba triste, mi papá había lastimado a mi mami y yo no era tan fuerte para protegerlo, sin embargo, tu fuiste como un superhéroe para nosotros, nos cobijaste y diste un hogar y con el paso del tiempo, también me diste a mis hermanitos, haciéndome muy feliz.
Sé que yo no soy tu hijo, pero quiero agradecerte, por quererme y apoyarme, por cuidarme cuando he estado enfermo, por dejarme dormir en tu cama cuando he tenido pesadillas y por siempre comprarme cosas ricas para comer, especialmente por cuidar y proteger a mi mami.
También quiero decirte, que me gustaría ser un gran adulto como tú, ser tan inteligente, alegre y quizás estudiar para poder ser abogado, poder ser fuerte, tener tus brazos y así proteger a mi familia y a quienes amo.
Gracias por ayudarme a dejar de tener miedo y por permitirme dormir tranquilo, sabiendo que pase lo que pase, nada podrá dañarme, porque tú estás a mi lado, gracias por abrazarme fuerte, por dejarme dormir en tus brazos, por jugar conmigo cada vez que tienes tiempo y por nunca haber hecho diferencias entre mis hermanitos y yo, pero por, sobre todo, muchas gracias por darme un hogar lleno de amor y por nunca haber hecho llorar a mami, al menos no por tristeza.
Finalmente, me gustaría que siguieras a nuestro lado por mucho tiempo y que, en el futuro, me permitieras poder llamarte papa, sé que ya tengo el mío, pero me gustaría poder decirte papi, al igual que mis hermanitos, poder sentir que también soy parte de ti, como tu lo eres de mí.
Se despide con cariño, Type Dechaphatthanakun Jongcheveevat Traipipattanapong.
No pude evitar que una lagrima corriera por mi rostro, como siempre pasaba cuando leía la carta que mi pequeño remolino había escrito para mí, este chiquillo era tenaz, fuerte, muy valiente y yo amaba que me quisiera tanto, para considerarme su padre.
Desde ese día, no había dejado de llamarme papi, de hecho, ahora que era un niño, casi de mi tamaño, seguía diciéndome así y para mi seguía siendo, mi hermoso y pequeño remolino, mi hijo mayor.
De pronto vi llegar a mi moreno con dos bolsas del supermercado y con una divertida Natasha, la cual a sus casi 8 años, era la niña más hermosa que yo había visto, tenía sus cabellos largos, sedosos, negros y brillantes, los cuales le llegaban hasta la cintura, unos enormes ojos, iguales a los de Gulf y unos labios gorditos y rellenitos, que también eran iguales a los de su mami, era extraño porque a pesar de eso, también se parecía a mí, el moreno decía que era una mescla perfecta de ambos y yo no podía más, que estar completamente de acuerdo con él.
-Te dije que no hicieras fuerza, dije quitándole las bolsas a mi marido, el cual tenía cuatro meses de embarazo, habíamos decidido tener un niño más, ya que Gulf estaba cerca de cumplir los 40, de hecho yo ya los había cumplido, hace un año, razón por la que después sería más riesgoso intentarlo - ¿Dónde está Type?
-En su cuarto, subió a ducharse, dijo Gulf dándome un beso y acariciando mi cintura - ¿Llegó mi bebé?
-Aún no, dije sabiendo que se refería a Alexander, el cual con sus casi 10 años, seguía siendo el mismo celoso, dependiente y niño mimado de Gulf, el pelinegro aún lo trataba como si fuera un bebé y el pequeño amaba, todas las atenciones de su mami.
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Una luz en la oscuridad
Fanfiction¿Cómo puede tu vida soñada, convertirse en una pesadilla?, esa es la pregunta que Gulf se hacía constantemente, desde que descubrió, que los monstruos no siempre se escondían bajo la cama, ya que, en su caso, se encontraba encima de esta, durmiendo...